¿Qué me enseña esta lección?
No hay nada fuera de mí que no responda a mi propia naturaleza interna. Todo lo que veo en el exterior es la proyección de mi mente. Cuando percibo el mundo exterior como algo separado a mí, estoy alimentando la creencia del ego de que somos seres individuales separados de los demás y de su creador.
Sin embargo, cuando somos conscientes de que Dios está en todo lo que vemos, pues está en nuestra mente, estaremos creando unidad. Comprenderemos el pacto interno que nos une a cada uno de nuestros hermanos, cuando actúan como espejos en el que veremos reflejados nuestra naturaleza inconsciente. Ese lazo de complicidad nos permitirá conquistar, de una manera integral, la consciencia de la unicidad.
Si en nuestra consciencia somos Dios (es un modo de expresarlo, pues Dios es Consciencia Pura y somos Hijos de Dios, por lo que somos Consciencia), todos nuestros pensamientos deben expresarse en términos de integración y coherencia, en términos de paz y armonía, en términos de unidad y amor incondicional.
La verdadera visión no está en aquello que percibe nuestros ojos. Si fuese así, los invidentes no tendrían la capacidad real de ver. La facultad de ver se encuentra en nuestra mente, de ahí que, aunque nuestros ojos permanezcan cerrados podemos ver con total nitidez, aquello que se proyecta en nuestra mente. A veces, la percepción de lo que estamos viendo a través de nuestros ojos, no nos aporta la realidad de lo percibido, pues nuestra mente no interpreta correctamente su mensaje. En verdad, esto no ocurre a veces, podemos arriesgarnos a decir, que ocurre normalmente. Esa es la razón, por la que es importante que aprendamos a ver las cosas de otra manera.
Recuerdo una película, en la que el protagonista era ciego desde su nacimiento. De mayor, gracias a los avances técnicos en medicina, consiguió recuperar la vista. Pero la recuperación de esa percepción no le permitió reconocer los objetos que tenía delante. Su mente, realmente no los percibía, no los distinguía.
Ejemplo-Guía: "Me desespera el comportamiento de mi hijo"
Si somos capaces de aplicar correctamente la enseñanza de esta lección en este ejemplo, estaremos en condiciones de poder aplicarlo, de igual forma, a cualquier situación que podamos vivir. ¿Por qué? Sencillamente, porque no estamos cambiando los efectos, sino la causa, y, esto es el verdadero sentido del milagro.
Desde la visión del ego, desde la separación, la mente actúa a través de la proyección lo que le lleva a percibir lo que sus deseos les insta a ver. Como esos deseos fluyen desde la búsqueda de la individualidad, lo que la mente proyecta, lo hace con temor. Siente un profundo y arraigado miedo a perder aquello que desea, aquello que posee, aquello a lo que ha otorgado la condición de posesión.
Indistintamente de la calidad del deseo, el hombre identificado con el ego, afronta sus experiencias desde la inconsciencia de que es él, la mente egoica, la que le lleva a atacarse a través de los demás. Las relaciones con los demás se convierten en una escuela de la vida, en la que cada una de las personas con las que establece vínculos, son sus mejores maestros, los que, actuando como espejos, le reflejan una imagen exacta de cómo es.
Aplicar esta lección, nos lleva a una nueva dimensión donde la conciencia, debe oír la Voz de la Consciencia. ¿Esto qué significa? La conciencia se alimenta de la percepción, pero hasta ahora esa conciencia ha respondido a las creencias facilitadas por la percepción errónea. La mente ha estado enfocada hacia el exterior con el único afán de percibir. Ahora debemos orientarla hacia el interior y permitir la percepción verdadera, la que nos permitirá despertar a la realidad que Somos. Esa reorientación facilitará la visión de la Consciencia, la visión de nuestra naturaleza divina, la visión de Cristo, y, nos aportará la certeza, de que somos los soñadores del sueño.
Ese despertar se encausará en nuestra vida, dando lugar a que utilicemos nuestra mente con una proyección diferente. Ya no nos ocuparemos de cambiar el mundo externo, sino el interno. Ya sabemos que es rectificando la causa, como podremos ver los efectos de una manera diferente. Ya no vemos a nuestro hijo fuera de nosotros, como alguien separado, sino que lo percibiremos formando una unidad. Aquello que nos producía desesperación, lo descubrimos en nuestro interior, y, es en ese nivel, donde lo rectificamos. A partir de ahí, somos capaces de perdonarnos y de perdonar.
Cuando este comportamiento se convierta en un hábito nuevo, tal vez descubramos, con cierta satisfacción, que utilizamos menos palabras, pero las que utilizamos van envueltas de amor. Descubriremos que el mundo de las formas ha perdido nuestro interés y buscaremos el silencio como ese estado propicio para hablar con Dios.
Reflexión: ¿Dónde crees que se encuentra lo real, en lo que percibes o en tus pensamientos?
Hola Juan José
ResponderEliminarPuedes ayudarme con la respuesta a tu pregunta? Por favor
Yo empezaría a preguntarme que es para mi la realidad. Una vez tenga esto claro, tendrás la respuesta a mi pregunta.
ResponderEliminarGracias Juan José todos los días te leo y me ayuda mucho tú explicación de la lección, de verdad te deseo que la luz del espíritu Santo ilumine tú vida, tú intelecto y tú deseo de ayudar con tus palabras. Te honró y te bendigo. *CADA VEZ QUE COMPARTIMOS UN CONOCIMIENTOS LO REFORZAMIS EN NUESTRA PROPIA MENTE* TE ENVÍO UN ABRAZO DESDE VENEZUELA.
ResponderEliminarComparto lo mismo Dalia eres de Venezuela yo también ,te mando un amoroso y cálido saludo José de caracas
EliminarGratitud, amiga.
EliminarSEPARACION: Creer que NO me estoy viendo a mi mismo.
EliminarYo aquí y el mundo .
NO hay UNIÓN.
Agradecida por hacer cada día las lecciones, encuentro paz en mi y en mi interior. Bendiciones 🙏🏻
ResponderEliminarGratitud, Estrella.
ResponderEliminarBuen día,
ResponderEliminarCon respecto a la reflexión, es según como creo, percibiendo....porque si Dios está en todo l9o que veo, percibo a Dios en todo, percibo amor, percibo luz, bondad, mi ser.
Muchas gracias Juan José cada vez veo más claro y la verdad gracias a ti.
Saludos.
Gracias, me gusta lo concreto yo creo que es dificil hacer adtraccion de la idea aquí descripta lo voy mostrar así, desde el término lejos y cerca, abordo la visión más allá de lo que veo contemplado su estructura lo que hay allí dentro en el microcosmo de cada cosa viva o inerte su estructura va desvaneciendo la imagen que veía ahora veo el mismo microcosmo mío en que yo me envuelvo si eso es soy lo mismo que veo, soy de muy lejos el mundo y de cerca soy nada la nada de la partícula que hay ti,en mi y todo lo que veo.
ResponderEliminarLo real es: Que no estamos en este mundo que percibimos. Mis pensamientos que emanan de mis deseos pueden emanar de otra fuente. Presisamente la lección de hoy nos enseña a integrar a Dios en lo que pienso para pedirle me muestre un significado diferente a lo que desde el ego le doy.😃🕊️
ResponderEliminarGracias Juan José, es una Bendición, estar guiandome por tus amorosos aportes y experiencia;
ResponderEliminarlo real lo puedo encontrar cuando mi conciencia indaga en la Consciencia (Dios está en mi mente), Gracias
Gracias J.J
ResponderEliminarMirando hacia Dentro descubro mi Realidad Divina que vive de Amor y de Perdón 🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️
ResponderEliminarPaciencia, Dorina, Paciencia!
ResponderEliminarDesde 2016 estoy repitiendo las 365 Lecciones, cada año entiendo y aplico más.
En el Silencio de mi Corazón encuentro a mi Padre que actuará a través de mi🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏✨✨✨✨✨✨✨💙💙💙💙💙💙🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍
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