PRINCIPIO 8
Los milagros
curan porque suplen una falta; los obran aquellos que temporalmente tienen más
para aquellos que temporalmente tienen menos.
La
primera expresión de este Principio, puede dar motivo a confusión, pues decir
que los milagros curan porque suplen una “falta”, está dando a entender que
dicha situación es real, cuando verdaderamente no lo es, pues la visión de la
forma y del mundo material es una ilusión fabricada por el ego.
Nos
indica Kenneth Wapnick en su obra “Los 50 Principios de los milagros”, que “esta es otra indicación de que el Curso no
es preciso en su lenguaje. La forma más correcta de expresar esto, que es en
realidad la forma en que el Curso lo plantea más tarde, es que el milagro
corrige la percepción equivocada de que hay una falta de algo. Eso es lo que
hace el milagro”.
Toda mente tiene que proyectar o extender porque así es como vive, y
toda mente es vida. Cuando decidimos proyectar, estamos sirviendo al ego, y el
resultado es la escasez. Cuando decidimos extender, estamos sirviendo al
Espíritu Santo, y el resultado es la abundancia.
La oscuridad es falta de luz de la misma manera en que el “pecado” y la “enfermedad”
son falta de amor. Es un ejemplo de la creencia en la "escasez", de
la cual sólo se pueden derivar errores. La verdad es siempre abundante. Los que
perciben y reconocen que lo tienen todo no tienen necesidades de ninguna
clase. El propósito de la
Expiación es devolvértelo todo, o más bien, devolvérselo a tu
consciencia. Como recoge UCDM: “se te dio todo cuando fuiste creado, exactamente
como se les dio a todos los demás” (T-1.II-3:7).
Me interesa introducir en el análisis de este Principio la siguiente
reflexión: ¿Cómo cura el milagro? ¿Qué se hace necesario para que se lleve a
cabo la curación?
En respuesta a esta cuestión, quiero compartir lo expresado en el Texto de
UCDM sobre este particular:
“La única manera de curarse es curando. 2El milagro se extiende sin tu ayuda, pero tú eres esencial para que pueda dar comienzo. 3Acepta el milagro de curación y se extenderá por razón de lo que es. 4Su naturaleza es extenderse desde el instante en que nace. 5Y nace en el instante en que se ofrece y se recibe. 6Nadie puede pedirle a otro que sane. 7Pero puede permitirse a sí mismo ser sanado, y así ofrecerle al otro lo que él ha recibido. 8¿Quién podría ofrecer a otro lo que él mismo no tiene? 9¿Y quién podría compartir lo que se niega a sí mismo? 10El Espíritu Santo te habla a ti, 11no a otra persona. 12Y al tú escucharle, Su Voz se extiende porque has aceptado lo que Él dice.” (T-27.V.1:1-12)
Oír
la Voz del Espíritu Santo y aceptando Su Expiación, significa estar preparado
para extender el milagro y compartir la curación.
“Al que tiene, se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará”. Estas palabras recogidas en el Evangelio de Marcos, me recuerdan la expresión recogida en el título de este Principio: “los obran aquellos que temporalmente tienen más para aquellos que temporalmente tienen menos”.
Todos somos Hijos de Dios y formamos Su Filiación. No existe
diferencia entre el Hijo de Dios. El error original que dio lugar al ego se
alimenta de la creencia en la separación y en la desigualdad.
Este
pasaje, da la impresión de que establece una diferenciación, entre los que tienen más y los que tienen menos, sin embargo, lo
que quiere decir, es que dentro del sueño, podemos estar conscientes o
inconscientes de que somos el soñador del sueño y ello da lugar a la ilusión de que tenemos
más temporalmente, es decir, nos expresamos bajo la dirección de una mente correcta, mientras que
otros, tienen menos temporalmente, o lo que es lo mismo, se expresan bajo la dirección de una
mente errada.
Pero
todo es “temporal”, pues en realidad seguimos soñando.
muy cierto lo que dice este principio..todo es temporal aunque no exista...gracias amen
ResponderEliminarGracias J.J
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