
Reflexión: El perdón como ejercicio práctico de conducta diaria.
Éste es un curso de milagros. Es un curso obligatorio. Sólo el momento en que decides tomarlo es voluntario. Tener libre albedrío no quiere decir que tú mismo puedas establecer el plan de estudios. Significa únicamente que puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado.
II. La impecabilidad de tu hermano (1ª parte).
Comienza Jesús este apartado dedicado a la impecabilidad de tu hermano definiendo con claridad que el sistema de pensamiento del ego tiene puesta su fe en que la ilusión es la fuente donde ha de buscar la felicidad y, sin embargo, su percepción, en este sentido, es errónea, ya que aquello que percibe, la ilusión, no es real, no es verdad. Para el ego, la ilusión es la verdad y la desilusión, lo contrario.
Para la mente recta, tanto la ilusión como la desilusión forman parte del mismo error, pues ambas proceden de la creencia falsa en la separación, la cual es la causa del sufrimiento y del dolor. Todo lo ilusorio es perecedero y la pérdida nos causa dolor y nos lleva a pensar que nuestra naturaleza pecaminosa es vulnerable y exige el castigo divino por nuestra transgresión.
2. La verdad es lo opuesto a las ilusiones porque
ofrece dicha. 2¿Qué otra cosa sino la dicha podría ser lo opuesto al
sufrimiento? 3Abandonar un tipo de sufrimiento e ir en busca de
otro no es un escape. 4Cambiar una ilusión por otra no es realmente
un cambio. 5Tratar de encontrar felicidad en el sufrimiento es una
insensatez, pues ¿cómo se iba a poder encontrar felicidad en el sufrimiento? 6Lo
único que se puede hacer en el tenebroso mundo del sufrimiento es seleccionar
algunos aspectos de él, verlos como si fuesen diferentes y luego definir la
diferencia como felicidad. 7Percibir una diferencia donde no la hay,
no obstante, realmente no cambia nada.
El ego surge como consecuencia de elegir un pensamiento de escasez, de necesidad. Este pensamiento se opone frontalmente a la verdad, pues en realidad, en virtud de nuestra condición divina, hemos heredado la plenitud y la abundancia de nuestro creador. Somos tal como Dios nos ha creado. Por ello, es imposible que no seamos tal y como es Él: Perfecto e impecable.
El deseo de ser especial embriagó la mente con el propósito de ver una dimensión distinta a la de nuestro creador. En el Mundo de Dios Todo es Uno. Pero la mente, aliada con el deseo de individualidad, propició la percepción de un nivel donde el amor y la unidad fueron sustituidos por el miedo y por la división. A partir de esa elección nos creímos separados de la Fuente de la que emanamos y surgió el pensamiento del pecado, el cual se personificó en la identidad del cuerpo físico.
El mundo de paz y felicidad de Dios, pasó al olvido y en su lugar nuestros ojos se abrieron para percibir un mundo donde las leyes de la temporalidad nos llevarían a experimentar el sufrimiento, el dolor y la muerte.
3. Lo único que hacen las ilusiones es ocasionar
culpabilidad, sufrimiento, enfermedad y muerte a sus creyentes. 2La
forma en que las ilusiones se aceptan es irrelevante. 3A los ojos de
la razón, ninguna forma de sufrimiento se puede confundir con la dicha. 4La
dicha es eterna. 5Puedes estar completamente seguro de que todo lo
que aparenta ser felicidad y no es duradero es realmente miedo. 6La
dicha no se convierte en pesar, pues lo eterno no puede cambiar, pero el pesar
puede volverse dicha, pues el tiempo cede ante lo eterno. 7Únicamente
lo eterno permanece inmutable, 8pero todo lo que se encuentra en el
tiempo puede cambiar con el paso de éste. 9No obstante, para que el
cambio sea real y no imaginado, las ilusiones tienen que ceder ante la verdad y
no ante otros sueños igualmente irreales. 10Eso no sería diferente.
El ego se regocija de sus logros, de sus posesiones, de sus conquistas, pero ese regocijo nada tiene que ver con la dicha eterna, pues el solo hecho de pensar en su pérdida nos produce temor y miedo. El miedo nunca aporta felicidad y es la causa principal que nos lleva a no gozar en nuestras relaciones de la felicidad y el amor perseguido. Amamos a alguien y ese amor es tan abrasador que el miedo a perderlo limita su gozo libremente. Es cuando decidimos inventarnos mecanismos que nos garanticen la seguridad de ese amor, pero lo hacemos imponiendo condiciones a la relación. Nuestro miedo a perder el amor conquistado nos hace proyectarlo sobre el otro y lo ahogamos con nuestros temores, imponiéndole limitaciones.
I. El mensaje de la relación santa (4ª parte).
9. Ten por seguro que Dios no puso a Su Hijo en manos de quien no es digno de él. 2Solamente lo que es parte de Dios es digno de estar unido. 3Y es imposible que nada que no sea parte de Él pueda unirse. 4La comunicación tiene que haberse restablecido entre los que se unen, ya que nunca se habrían podido unir a través de sus cuerpos. 5¿Qué es lo que los ha unido, entonces? 6La razón te diría que tuvieron que haberse visto el uno al otro a través de una visión que no era del cuerpo y haberse comunicado en un lenguaje que el cuerpo no habla. 7No pudo tampoco haber sido una visión o sonido atemorizante lo que tan dulcemente los unió. 8Fue más bien que cada uno vio en el otro un perfecto refugio donde su Ser podía renacer a salvo y en paz. 9Así se lo dijo la razón y así lo creyó porque era la verdad.
Cuando un conjunto de mentes se une, se siente la atracción de crear grupos donde se comparten las mismas ideas. Yo le llamo "conspiración acuariana" en alusión directa a las cualidades del signo mental Acuario, el arquetipo de la igualdad.
Hay teorías esotéricas que nos hablan de la Era de Acuario y con ello nos quieren anunciar que las vibraciones arquetípicas del Signo serán especialmente sensibles a la conciencia humana, lo que favorecerá el surgimiento de un impulso encaminado a unir las mentes, bien a través de grupos físicos, bien a través de las tecnologías actuales que favorecen y facilitan el acercamiento de ideas. La Era de Acuario se caracterizará por un cambio profundo en el modo de ver las cosas, en el renacimiento de una nueva consciencia y sobre todo, el resurgir de la visión crística, de la unidad espiritual, del trato egoísta y separatista a un trato confraternal.
10. He aquí la primera percepción directa que puedes construir. 2Y la construyes a través de una conciencia que es más antigua que la percepción, y que, sin embargo, renace en un instante. 3Pues ¿qué es el tiempo para lo que siempre ha sido como es? 4Observa lo que ese instante trajo consigo: el reconocimiento de que "aquello otro" que tú pensabas ser, era sólo una ilusión. 5Y la verdad brotó instantáneamente, para mostrarte dónde se encuentra tu Ser. 6Al negar las ilusiones invitas a la verdad, pues al negarlas reconoces que el miedo no significa nada. 7En el santo hogar donde el miedo es impotente el amor entra dando las gracias, agradecido de ser uno con vosotros que os unisteis para dejarlo entrar.
La visión y el reconocimiento de la verdad comienzan con uno mismo, lo que significa que hemos elegido de nuevo quién será nuestro anfitrión. En dicha elección, va implícita la corrección del error de la creencia en la separación y en el deseo de ser especial. Ahora sabemos que la falsa identidad a la que rendíamos pleitesía era ilusoria. Ahora nos sabemos eternos y portadores de los dones de Dios. Ahora la alegría acompaña nuestros corazones y el amor se convierte en el pensamiento que compartimos con cada uno de nuestros hermanos.
El cuerpo, el símbolo de nuestra falsa identidad, deja de atemorizarnos y ya no lo interpretamos como el representante del pecado y del miedo. Ahora, ese vehículo lo utilizamos para que realice la hermosa función de manifestar el amor a través del nivel perceptivo. Vivir y experimentar el amor incondicional -relación santa- es la meta más elevada que puede alcanzarse en este mundo.
11. Cristo acude a lo que es semejante a Él; a lo que es lo mismo, no a lo que es diferente. 2Pues siempre se siente atraído hacia Sí Mismo. 3¿Qué se asemeja más a Él que una relación santa? 4Y lo que hace que tú te sientas atraído hacia tu hermano, es lo que hace que Él se sienta atraído hacia ti. 5Ahí Su dulzura y Su benévola inocencia están a salvo del ataque. 6Y ahí Él puede regresar con confianza, pues la fe que depositas en otro es la fe que depositas en Él. 7No cabe duda de que estás en lo cierto al considerar a tu hermano el hogar que Cristo ha elegido, pues al hacer eso ejerces tu voluntad junto con la de Cristo y la de Su Padre. 8Esto es lo que
La relación santa significa que hemos abandonado el deseo de ser especiales y hemos recuperado la visión de la unidad que nos hace uno con nuestros hermanos de Filiación. Esa visión de unidad, al ser una proyección de nuestro mundo interno, de lo que somos en verdad, nos lleva a percibir en el otro al Santo Hijo de Dios, el cual nos ofrece andar juntos el camino que ha de conducirnos a la salvación, a las puertas del Cielo.
Cuando el mundo vibre por igual a la frecuencia del amor crístico, hablará una misma lengua cuyo idioma nos hará iguales. Nuestras mentes unidas en la Fuente de Dios resplandecerán e iluminarán el lugar donde dos hermanos se bendigan mutuamente en nombre de la paz.
I. El mensaje de la relación santa (3ª parte).
6. De todos los mensajes que has recibido y que no has entendido, sólo este curso está al alcance de tu entendimiento y puede ser entendido. 2Éste es tu idioma. 3Aún no lo entiendes porque tu comunicación es todavía como la de un bebé. 4No se puede dar credibilidad a los balbuceos de un bebé ni a lo que oye, ya que los sonidos tienen un significado diferente para él, según la ocasión. 5Y ni los sonidos que oye ni las cosas que ve son aún estables. 6Pero lo que oye y todavía no comprende será algún día su lengua materna, a través de la cual se comunicará con los que le rodean y ellos con él. 7Y esos seres extraños y cambiantes que se mueven a su alrededor serán quienes lo consuelen, y él reconocerá su hogar y los verá allí junto con él.
El texto de Un Curso de Milagros, llegó a mis manos de forma providencial. Fue un regalo de una amiga que, en gratitud por los servicios que le había prestado, quiso compensármelo ofreciéndome la posibilidad de elegir varios libros. Recuerdo que invoqué a mi ser espiritual para que guiara mi mano hacia los libros que me ofrecieron escoger. Uno de ellos fue el texto mencionado. Durante un tiempo hizo compañía a otros libros que aguardaban su vez para ser leídos. Por entonces era un "devorador" de libros. Cuando le tocó su turno al Curso de Milagros, ya no pude dejar de estudiarlo con un propósito cada vez más intenso y que ganó todo mi interés hasta que me dije: "Esto es lo que buscaba".
El otro mensaje que me ha resonado en el alma es la similitud que establece Jesús con el proceso de entendimiento de un bebé y nuestro estado actual para alcanzar el nivel de entendimiento de los mensajes que este Curso nos ofrece. En este sentido, conozco muchos casos en los que los estudiantes manifiestan dificultad para entender el contenido del Texto, sobre todo aquellos en los que se ocupa de temas con un trasfondo metafísico.
Me siento afortunado al contar con cierto recorrido en lo concerniente al estudio de la metafísica y temas esotéricos. Ello me ha permitido comprender con mayor facilidad los mensajes que contiene el Curso y me ha motivado a compartir con los demás mis puntos de vista, tratando en todo momento de aplicar un método didáctico en mis aportaciones al objeto de facilitar el entendimiento del Curso. Esta labor la hago desde el corazón y totalmente desinteresada. Ya he cubierto el recorrido del estudio del Libro de Ejercicios y ahora lo estoy haciendo con el Texto.
7. Así es como renace en cada relación santa la capacidad de comunicar en vez de la de separar. 2Mas una relación santa, que apenas acaba de renacer de una relación no santa, y que, sin embargo, es más antigua que la vieja ilusión que acaba de reemplazar, es como un bebé que ahora renaciera. 3Pero con este bebé se te devuelve la visión, ya que te hablará en un idioma que podrás entender. 4Este bebé no se nutre de "aquello otro" que tú creías ser. 5No fue dado ahí, ni tampoco fue recibido por nada excepto por ti mismo. 6Pues no es posible que dos hermanos se puedan unir, excepto a través de Cristo, Cuya visión los ve como uno.
Este punto nos aclara que la unión de dos hermanos tan sólo es posible al nivel de la consciencia crística, cuya visión es la unidad que prevalece en el Cielo, en el Reino de Dios. Ese es el verdadero significado de la relación santa, la cual va más allá de la unión de los cuerpos, lo cual no es real. Son las mentes las que se pueden unir, pues la unidad pertenece al mundo real y responde a la verdad, pues tan sólo la unidad es eterna.
Pasar de una relación no santa a una relación santa ha de llevarnos a la verdad que acabamos de compartir. No es a través de la relación de los cuerpos, el símbolo del ego, que conseguiremos elevar la condición de la relación de no santa a santa, sino la comunión de nuestras mentes.
8. Santo hermano mío, piensa en lo que se te ha dado. 2Este infante te explicará lo que no entiendes y te lo presentará de una manera muy clara. 3Pues su idioma no será una lengua extraña. 4Él no necesitará ningún intérprete para comunicarse contigo, pues fuiste tú quien le enseñó lo que sabe debido a que tú lo sabías. 5Él no habría podido acudir a nadie excepto a ti, nunca a "aquello otro". 6Donde Cristo ha entrado nadie está solo, pues Él nunca podría encontrar Su morada entre los que creen estar separados. 7Mas Él tiene que renacer en Su hogar de antaño -tan aparentemente nuevo, y, sin embargo, tan inmemorial como Él- como un pequeño recién llegado que depende de la santidad de tu relación para sobrevivir.
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es (Juan 3:3-6).
He elegido este pasaje del Nuevo Testamento para facilitar la comprensión del significado del término renacer. Jesús aclara a Nicodemo, representante de la conciencia antigua y tradicional, que el renacimiento no se produce a nivel del ego, es decir, del cuerpo, de la carne, sino a nivel espiritual, a nivel mental.
Cuando se produce ese renacimiento, nuestra manera de ver e interpretar las cosas cambia y, desde ese momento, la creencia en la separación es sustituida por la visión crística de la unidad. Esa etapa queda simbolizada en este punto con la alusión a recibir al infante, a la conciencia nueva, que nos mostrará el lenguaje que no nos resultará extraño y para el que estamos capacitados a comprender.
Padre, no sabemos cómo llegar a Ti. Pero te hemos llamado y Tú nos has contestado.
No interferiremos. Los caminos de la salvación no son nuestros, pues te
pertenecen a Ti. Y es a Ti a donde vamos para encontrarlos. Nuestras manos
están abiertas para recibir Tus dones. No tenemos ningún pensamiento que no
pensemos contigo, ni abrigamos creencia alguna con respecto a lo que somos o a
Quién nos creó. Tuyo es el camino que queremos hallar y seguir. Y sólo pedimos
que Tu Voluntad, que también es la nuestra, se haga en nosotros y en el mundo,
para que éste pase a formar parte del Cielo. Amén (L-pI.189.10:1-10).
LECCIÓN 230 Ahora buscaré y hallaré la paz de Dios. 1. Fui creado en la paz. 2 Y en la paz permanezco. 3 No me ha sido dado poder cambia...