
La experiencia del sueño nos lleva a veces a confundir cuando expresamos nuestra gratitud como expresión natural de nuestra condición espiritual y cuando expresamos nuestra gratitud como una artimaña para conseguir un fin postrero que nos beneficie. En este último caso, podemos hablar de una gracia fingida.
La gratitud fingida no emana del corazón, no es natural, y en muchas ocasiones es difícil de reconocer, pero si prestamos atención, no tardaremos en descubrir que las "patitas que nos enseña por debajo de la puerta no son de cordero, sino de lobo", es decir, esa gracia fingida dejará un rastro, una huella que nos permitirá identificar si estamos ante un acto de gratitud desinteresada o, por el contrario, perseguimos algún fin egoísta con nuestro acto.
La gratitud está basada en la condición natural de dar, y cuando no persigue ese fin, no tardará en mostrarnos su verdadero rostro de impostor, pues pronto le pondremos precio a aquello que hemos vestido con los ropajes de la gratitud.
Por lo tanto, me atrevería a decir que la verdadera gratitud no tiene precio, ni pone precio a nuestro acto de agradecimiento. Si recibo un regalo y manifiesto mi gratitud sin buscar ninguna otra respuesta, estaré dando muestra de un estado de comprensión y de amor por el gesto recibido. Si en cambio, doy las gracias, pero estoy pensando en el modo de recibir más regalos, estaré desvirtuando el acto de la gratitud.
Cuando damos gracias, recibimos gratitud. A veces he llegado a pensar que el acto de dar las gracias es contagioso; al menos, favorece la comunicación de tal modo que creamos un clima, un ambiente propicio para que las relaciones fluyan desde el acercamiento y desde el espíritu de la unidad y el entendimiento.
Me atrevería a decir que todo cuanto nos ocurre en la vida, podemos considerarlo un regalo. Esta observación la baso en el hecho de que aquello que experimentamos siempre es el efecto vinculado con una causa que encontraremos en nuestra mente. Por lo tanto, lo que experimentamos siempre nos aporta una toma de conciencia, un aprendizaje. Desde este punto de vista, podemos aprender a ver dichas experiencias como regalos que nos ofrece la vida y expresarle nuestro agradecimiento.
Estamos acostumbrados a agradecer los regalos que nos aportan felicidad; sin embargo, las experiencias dramáticas las seleccionamos en otro contexto y las valoramos como negativas y malsanas, por lo que tenemos dificultad para reconocerlas como regalos de la vida. Cuando estemos preparados para no juzgar las experiencias en el contexto de la dualidad, lo estaremos, igualmente, para mostrar nuestro agradecimiento a todas y cada una de las experiencias de la vida.
Por último, me gustaría recordar una vez más la importancia de mostrarnos agradecidos a nuestros hermanos. Son varios los motivos por los que debemos dar muestra de esa gratitud, pero el que más dificultad tendrá nuestra mente para aceptar es el aplicarlo a nuestros enemigos, a nuestros agresores.
Nuestra mente nos dirá: "¿Cómo vas a estar agradecido al asesino de tu hijo?" Y nuestro ego no conseguirá encontrar ni un solo argumento que no justifique el pedir que se haga justicia, el pedir venganza para el causante de tanto dolor.
Desde la visión del Espíritu, oír su voz nos llevaría a afrontar esa difícil experiencia como una oportunidad para perdonar al agresor. Ese agresor está invitándonos a sacar a nuestro agresor interno. Todos tenemos un agresor interno, un juez interno, un médico interno, un sinfín de rostros que podemos ver dibujados en los rostros de nuestros hermanos. ¿Te escandalizas? ¿Sientes repulsa por estas afirmaciones? ¿Te alejas del amor, del perdón, y prefieres unir tu voz a esas otras voces que reclaman justicia? ¿Eres de los que ofrecen la soga para montar la horca del verdugo? No te escandalices; aun tus argumentos, dentro del sueño demente del ego, encontrarán muchos acólitos y seguidores. No seré yo el que te juzgue, pues respeto tu libre albedrío. Tan solo comparto contigo mi punto de vista.
¿Dónde nos lleva el camino de la venganza? Qué gratitud compartimos con ese sentimiento.
¿Dónde nos lleva el camino de la gratitud, del perdón? Tan solo tú podrás descubrirlo y cuando lo hagas, no lo abandonarás.
Reflexión: ¿Soy agradecido?
Gracias J.J
ResponderEliminarQue tremenda lección y cuán equivocados estamos cuando damos gracias diciendo que estamos mejor que otro y hay otros que sufren más que yo, ¿Quién iba sufrir menos por ver que otro sufre más? El amor no hace comparaciones, demos gracias a Dios con sinceridad, por todos no nos separemos de quien sufre, con ello perdemos nuestra conciencia de unidad y estaríamos dejando de reconocer los dones de Dios.
ResponderEliminarEs a través de la gratitud como recorremos el camino del amor, perdona agradece toda experiencia revisa la enseñanza de aquello que creías que te hacía sufrir y veras la bendición que trajo a tu vida y podrás verla cuando puedas agradecer. La gratitud y el amor van de la mano, pues el amor no puede recorrer ningún camino sin gratitud. Palabras claves: Amor =Gratitud =Perdon
Total gratitud
ResponderEliminarGracias Gracias Gracias Padre,por todo lo que has dado,me das y me darás...Gracias,Gracias,Gracias...Te Amo😍😍😍😍😍😍😍😍
ResponderEliminarGratitud,Amor, Perdón...el camino se la Salvación 🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏💙💙💙💙💙💙💙💙💙
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarGloria in Excelsos Del🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏💙💙💙💙💙💙💙
ResponderEliminarGracias Gracias Gracias🙏🙏🙏🙏🙏🙏🤍🤍🤍🤍🤍💙💙💙💙💙✨✨✨✨✨🥳🥳🥳🥳🥳🥳
ResponderEliminarGracias,Gracias,Gracias🙏🙏🙏🙏🤍🤍🤍💙💙💙💙✨✨✨🥳🥳🥳🥳🥳🥳
ResponderEliminarAceptación,Gratitud, Perdón....el camino de la Liberación🙏🙏🙏🙏🙏🤍🤍🤍🤍💙💙💙💙✨✨✨🥳🥳🥳🥳🥳🥳
ResponderEliminarBuenas tardes, intenté ir a la dirección de la gracia : http://aprendiendouncursodemilagros.blogspot.com.es/2016/05/ucdm-libro-de-ejercicios-leccion-123.html pero dice que no existe
ResponderEliminarTe dejo el enlace: https://aprendiendouncursodemilagros.blogspot.com/2017/05/ucdm-libro-de-ejercicios-leccion-123.html
EliminarBuenas tardes intente entrar a la página de la Gracia : http://aprendiendouncursodemilagros.blogspot.com.es/2016/05/ucdm-libro-de-ejercicios-leccion-123.html, pero dice que no existe. Me podrían ayudar.
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