sábado, 25 de octubre de 2025

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 298

LECCIÓN 298

Te amo, Padre, y amo también a Tu Hijo.

1. Mi gratitud hace posible que mi amor sea aceptado sin miedo. 2Y, de esta manera, se me restituye por fin mi Realidad. 3El perdón elimina todo cuanto se interponía en mi santa visión. 4Y me apro­ximo al final de todas las jornadas absurdas, las carreras locas y los valores artificiales. 5En su lugar, acepto lo que Dios establece como mío, seguro de que sólo mediante ello me puedo salvar, y de que atravieso el miedo para encontrarme con mi Amor.

2. Padre, hoy vengo a Ti porque no quiero seguir otro camino que no sea el Tuyo. 2Tú estás a mi lado. 3Tu camino es seguro. 4Y me siento agrade­cido por tus santos regalos: un santuario seguro y la escapatoria de todo lo que menoscabaría mi amor por Dios mi Padre y por Su santo Hijo.

¿Qué me enseña esta lección?

Hoy me siento "desnudo", en un estado de perfecta inocencia. Tan sólo una fuerza me mueve. Es la esencia con la que he sido creado. Es el Amor.

Cuando esa esencia cobra consciencia en mí, el tiempo y el espacio se fusionan en un único instante, eterno y verdadero. El cuerpo vibra intensamente bajo las altas frecuencias que percibe. Las leyes del mundo físico dejan de ser prioritarias en mi mente. Siento una liberación total. Todo mi ser se impregna de esa esencia y busca expandirse hacia el mundo. Es imposible contener ese potencial solo para uno mismo. Debe compartirse.

La paz lo abarca todo. La felicidad brota en nuestro interior, y no podemos evitar emocionarnos al experimentar la sensación de unidad.

Nuestros ojos contemplan un espectáculo que trasciende este mundo. Nos sentimos liberados, con la libertad de perdonar; libres para experimentar la salvación y transformar el mundo.

Amo a tu Hijo, Padre, y por medio de ese amor, también te amo, Padre.


Ejemplo-Guía: "El camino que nos conduce al Cielo, no podemos andarlo solos".

“A medida que te acercas a un hermano te acercas a mí, y a medida que te alejas de él, la distancia entre tú y yo aumenta. La salvación es una empresa de colaboración. No la pueden emprender con éxito aquellos que se desvinculan de la Filiación porque al hacer eso se desvinculan de mí. Dios acudirá a ti sólo en la medida en que se Lo ofrezcas a tus hermanos. Aprende primero de ellos, y estarás listo para oír a Dios. Eso se debe a que el Amor sólo tiene una función”. (T-4.VI.8:1-6)

Tan sólo la creencia en la separación puede ser un obstáculo que nos impida realizar el viaje hacia la salvación, el cual nos llevará de regreso a nuestro verdadero Hogar.

Las palabras que usamos para describir el proceso de "despertar" no reflejan realmente la experiencia a la que nos referimos. El término "camino" puede llevarnos a pensar que se trata de una aventura con un inicio y un final definidos. En realidad, lo que queremos expresar al usar esta palabra es la falsa creencia de que Dios está fuera de nosotros, en un Más Allá distante. Sin embargo, esto no es más que una ilusión creada por el sistema de pensamiento del ego.

Dios está en nosotros y nosotros en Él. Fuera de Él no hay nada. Por eso, la idea del "camino" no es del todo adecuada, ya que no es real. Sin embargo, la hacemos real porque, al observar el mundo que nos rodea y a los demás, creemos que debemos "movernos" para interactuar con ellos. Este movimiento también es un error, una ilusión, porque, como repito, todos estamos en Dios y todos bebemos de Su Fuente.

Esta reflexión nos invita a cuestionarnos: ¿es posible alcanzar el Cielo sin estar conectados con nuestros hermanos? Si creemos que sí, que llegar al Cielo es un logro individual, estamos enfrentándonos al verdadero obstáculo, es decir, estamos dando realidad a la separación entre Dios y Su Hijo, y entre los Hijos de Dios entre sí.

Si creemos que podemos amar a Dios sin amar a Su Hijo, estamos volviendo a enfocarnos en el obstáculo y reforzando la separación. No podemos amar a Dios si no amamos a nuestros hermanos, ya que no hay ninguna separación entre ellos.

¿Cómo deberíamos ver a un hermano?

En este sentido, el Texto del Curso es claro en lo que aporta. Nos muestra que cada vez que negamos la bendición a un hermano, nos sentimos despojados, ya que la negación es tan absoluta como el amor. Negar una parte de la Filiación es tan imposible como amarla solo en parte. Tampoco es posible amarla completamente solo en ciertos momentos. No podemos comprometernos plenamente solo en algunas ocasiones.

“Cuando un hermano actúa insensatamente, nos está ofreciendo una oportunidad para recibir nuestra bendición. Su necesidad es la nuestra. Realmente, necesitamos la bendición que podamos darle. No hay manera de que podamos disponer de ella excepto dándola. Ésa es la ley de Dios, la cual no hace excepciones. Carecemos de aquello que negamos, no porque haya carencia de ello, sino porque se lo hemos negado a otro, y, por lo tanto, no somos conscientes de ello en nosotros.  Nos recuerda el Curso, que “lo que crees ser determina tus reacciones, y lo que deseas ser es lo que crees que eres”. Lo que deseamos ser, entonces, determina forzosamente todas nuestras reacciones” (T-7.VII.2:1-8).

Si deseas ser una identidad separada de tu hermano, tus reacciones serán de ataque. Si, en cambio, tu deseo es poner de manifiesto tu unicidad, tu hermano se convierte en el camino que ha de conducirte de vuelta a tu verdadero hogar, el Cielo.

Somos la voluntad unida de la Filiación, cuya plenitud pertenece a todos. Emprendemos juntos el camino de regreso y, mientras avanzamos, reunimos a nuestros hermanos. Cada incremento de nuestra fuerza lo compartimos con todos, para que también puedan superar sus debilidades y sumar su fortaleza a la nuestra. Dios nos espera con los brazos abiertos y nos acogerá con alegría.

“Nunca olvides que la Filiación es tu salvación, pues la Filiación es tu Ser. Al ser la creación de Dios, es tuya, y al pertenecerte a ti, es Suya. Tu Ser no necesita salvación, pero tu mente necesita aprender lo que es la salvación. No se te salva de nada, sino que se te salva para la gloria. La gloria es tu herencia, que tu Creador te dio para que la extendieras. No obstante, si odias cualquier parte de tu Ser pierdes todo tu entendimiento porque estás con­templando lo que Dios creó como lo que eres, sin amor. Y puesto que lo que Él creó forma parte de Él, le estás negando el lugar que le corresponde en Su Propio altar” (T-11.IV.1:1-7).

Y, ¿cómo debemos amar?

“No puedes entablar ninguna relación real con ninguno de los Hijos de Dios a menos que los ames a todos, y que los ames por igual. El amor no hace excepciones. Si otorgas tu amor a una sola parte de la Filiación exclusivamente, estarás sembrando culpabilidad en todas tus relaciones y haciendo que sean irreales. Sólo puedes amar tal como Dios ama. No intentes amar de forma diferente de como Él lo hace, pues no hay amor aparte del Suyo. Hasta que no reconozcas que esto es verdad, no tendrás idea de lo que es el amor. Nadie que condena a un hermano puede considerarse inocente o que mora en la paz de Dios. Si es inocente y está en paz, pero no lo ve, se está engañando, y ello significa que no se ha contemplado a sí mismo” (T-13.X.11:1-8).

Un mensaje alentador: “En ti no hay separación, y no hay sustituto que pueda mante­nerte separado de tu hermano. Tu realidad fue la creación de Dios, la cual no tiene sustituto. Estáis tan firmemente unidos en la verdad, que sólo Dios mora allí. Y Él jamás aceptaría otra cosa en lugar de vosotros. Él os ama a los dos por igual y cual uno solo. Y tal como Él os ama, así sois. Vosotros no estáis unidos en ilusiones, sino en un Pensamiento tan santo y tan perfecto que las ilusiones no pueden permanecer allí para mancillar el santo lugar donde os encontráis unidos. Dios está contigo, hermano mío. Unámonos en Él en paz y con gratitud, y aceptemos Su regalo como nuestra más santa y perfecta realidad, la cual compartimos con Él” (T-18.I.10:1-9).

“El Cielo le es restituido a toda la Filiación a través de tu rela­ción, pues en ella reside la Filiación, íntegra y hermosa, y a salvo en tu amor. El Cielo ha entrado silenciosamente, pues todas las ilusiones han sido llevadas dulcemente ante la verdad en ti, y el amor ha refulgido sobre ti, bendiciendo tu relación con la ver­dad. Dios y toda Su creación han entrado a formar parte de ella juntos. ¡Cuán santa y hermosa es vuestra relación, la cual la ver­dad ilumina! El Cielo la contempla y se regocija que lo hayas dejado venir a ti. Y Dios Mismo se alegra de que tu relación siga siendo tal como fue creada. El universo que se encuentra dentro de ti se une a ti junto con tu hermano. Y el Cielo contempla con amor aquello que está unido en él, junto con su Creador” “(T-18.I.11_1-8).


Reflexión: ¿Crees que el verdadero amor es selectivo?

12 comentarios:

  1. BUEN DIA GRACIAS AMEN CREO EN EL VERDADERO AMOR EL DE DIOS Y SU HIJO::::

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  2. Vengo leyendo tus lecciones diarias y me han sido muy esclarecedoras del contenido central del curso , gracias en nombre de la filiacion. keneth wapnic es para mi un gran maestro del curso con sus conferencias y libros y ud JJ de igual forma lo eres con tan profunda comprension y expresion. Desde Colombia te sigo y doy gracias por estar en mi camino

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  3. Cristina. Creo que elamor NO es selectivo. Pero aún no amo a todos x igual

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  4. Gracias por compartir. Un saludo

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