Ejemplo-Guía: "La causa de nuestro miedo es Dios".
"En el relato bíblico, Adán, el prototipo del ego o nuestro falso yo, ya no quería permanecer en su estado de unidad con Dios e intentó cambiar lo que su Padre había creado tan perfecto como El y uno con El. El estado posterior en el cual se encontró a sí mismo -al estar fuera del jardín- se convirtió en el símbolo de este acto y en el recordatorio y la justificación de su culpa por lo que creyó que le había hecho a Dios y a sí mismo. La culpa origina el miedo al castigo, de modo que se ve a Dios como un vengador que intenta castigar a sus hijos por el crimen de éstos. El Dios de amor es así transformado en un dios de miedo, y la paz que es nuestra herencia natural se convierte en un estado de terror, ansiedad y continua vigilancia por temor a ser destruidos por el Padre a Quien creemos haber atacado.
Esta atmósfera de miedo y culpa es la condición de la “post-separación” que todos llevamos adentro. Nuestro estado conduce a una culpa mayor que intensifica el miedo y se establece un ciclo aparentemente interminable que no parece tener solución. Este es el patrón que sustenta la mayoría de nuestras actitudes, sentimientos y acciones, y que constituye el infierno psicológico que hemos hecho como sustituto del Cielo para el cual fuimos creados.
En resumen, pues, nuestro miedo básico es a Dios, puesto que inconscientemente creemos que si Lo dejáramos entrar en nuestras vidas seríamos destruidos por su furia por haberlo atacado, lo cual nuestra culpa afirma continuamente. Esta es la causa de nuestra ansiedad básica, la que se mantiene fuera de nuestra conciencia por medio del uso constante de defensas. La causa de nuestra aflicción aparenta deberse a problemas de todas clases, pero en realidad no permitimos que la verdadera causa entre en nuestro consciente".
El texto que utilizamos para introducir la reflexión sobre el ejemplo seleccionado en la lección de hoy pertenece a la obra de Kenneth Wapnick, "Artículos de Kenneth Wapnick sobre Un Curso de Milagros".
El autor nos sitúa en la causa del miedo, vinculándola con el acto de desobediencia del Hijo de Dios, lo que tuvo como consecuencia su expulsión del "Paraíso", donde disfrutaba de Abundancia y Protección Divina.
Si Dios es Amor y Su Hijo le tiene un profundo temor a su Creador, es lógico pensar que también temamos al Amor. Este miedo surge porque hemos optado por percibir un mundo diferente al mundo Real donde Dios nos colocó. Ver es una facultad de la mente, por lo que, en realidad, la causa de tanta confusión debe encontrarse en el libre uso del pensamiento.
Las consecuencias de optar por ver un mundo diferente al de Dios-Unidad-Amor son creer en un mundo dominado por el ego-separación-miedo. La visión original es la Fuente verdadera de la que surge nuestra Existencia, y ese Hogar es sinónimo, en este mundo limitado, de Felicidad y Plenitud.
La percepción secundaria se ha transformado en la ilusoria fuente de nuestra identidad efímera, y su morada temporal, el cuerpo, representa muerte, enfermedad y sufrimiento.
No tener miedo al Amor significa haber aceptado nuestra inocencia, nuestra impecabilidad y habernos perdonado por nuestros falsos pensamientos.
Reflexión: El nombre del miedo es simplemente un error.
Muchas gracias. Excelente reflexión que me ha aclarado y ordenado algunas ideas en mi mente.
ResponderEliminarAhora puedo comprender mejor esta etapa del aprendizaje.
Gracias 🥰🥰🥰
ResponderEliminarGracias J.J
ResponderEliminarAsí Es🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏
ResponderEliminarInfinitas gracias, Juan Jose. Amor y benficiones. ❤❤❤
ResponderEliminarGracias JJ, la explicación de Wapnick y tu reflexión son esclarecedoras. No es fácil hacer vida las enseñanzas de UCDM. Es un constante actuar en automático bajo el manual del ego-separación-miedo, recordar, corregir y retomar el manual del amor. En volver al camino de regreso a Casa, la ayuda del Espíritu Santo es invaluable.
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