¿Qué me enseña esta lección?
Nada es real si está fuera de Dios.
El conocimiento de la Unidad, nos permite comprender que Todo lo Verdadero es Real porque se encuentra dentro de la Matriz Divina. Nosotros, como Hijos de Dios, podemos crear, expandiéndonos, pero nuestras creaciones verdaderas serán aquellas que den testimonios de la Unidad.
El ego, en cambio, la expresión temporal con la que nos hemos identificados, se encuentra en la fase de identificación con la separación. Desde este punto de percepción, ataca y siente miedo del ataque de los demás, promoviendo el sentimiento de venganza, para sentirse seguro del daño exterior.
Castiga y es castigado. Se cree un pecador y trata de redimir su culpa con el autocastigo.
Es necesario que nos liberemos de esa percepción errónea y encontremos el punto de comunión con nuestro Ser, el rostro de nuestra divinidad. Dios no perdona, porque no ve el pecado en Su Hijo, sino la impecabilidad.
He cerrado los ojos y por mi mente han desfilados aquellos a los que necesito perdonar. Pero he tomado consciencia, de que estaba en un error. No es a ellos a los que debo perdonar, si no a mí mismo, pues es mi juicio condenatorio, proyectado sobre ellos, el que me mantiene prisionero de la necesidad de perdonar.
Perdonar es amar. Perdonar es no juzgarnos condenatoriamente y reconocer que no hay culpa en nuestras actuaciones, ni en la de los demás. El amor y el perdón corrigen milagrosamente el error. La culpa y la condena exigen castigo y dolor.
¿Nos produce miedo esta afirmación? ¿Debemos pasar por alto el daño que nos causan los demás? ¿Cómo vamos a poder perdonar las acciones de aquellos que atentan contra la vida de los demás? ¿Qué es el perdón?
Dios no perdona, porque nunca ha condenado. Así da comienzo esta importante Lección. Pero también recoge el Curso, en el Principio 21, de los Milagros, que éstos son expresiones naturales de perdón y que por medio de los milagros aceptamos el perdón de Dios al extenderlo a otros.
El perdón tiene que conllevar corrección, de lo contrario es un gesto vacío. ¿Qué significa esto? ¿Qué hay que corregir?
El Hijo de Dios debe corregir que, “la traición que cree haber cometido sólo tuvo lugar en ilusiones, y todos sus "pecados" no son sino el producto de su propia imaginación. De hecho, su realidad es eternamente inmaculada. El Hijo de Dios no necesita ser perdonado, sino despertado. En sus sueños se ha traicionado a sí mismo, a sus hermanos y a su Dios. Mas lo que tiene lugar en sueños no tiene lugar realmente” (T-17.I.1:1-5).
Me pregunto, si realmente, desde la visión del ego se puede perdonar. UCDM nos enseña que, “nadie puede perdonar un pecado que considere real” (T-27.II.2:4).
“El perdón no es piedad, la cual no hace sino tratar de perdonar lo que cree que es verdad. El verdadero perdón no establece primero que el pecado sea real para luego perdonarlo. Nadie que esté hablando en serio diría: "Hermano, me has herido. Sin embargo, puesto que de los dos yo soy el mejor, te perdono por el dolor que me has ocasionado". Perdonarle y seguir sintiendo dolor es imposible, pues ambas cosas no pueden coexistir. Una niega a la otra y hace que sea falsa” (T-27.II.2:6-10).
El perdón no es real a menos que nos brinde curación a nuestro hermano y a nosotros.
“El perdón es lo que sana la percepción de la separación. Es necesario que percibamos correctamente a nuestro hermano debido a que las mentes han elegido considerarse a sí mismas como entidades separadas” (T-3.V.9:1-2).
Ejemplo-Guía: "No puedo perdonar el daño que me han causado mis padres"
En este ejemplo, vamos a aplicar la enseñanza del perdón, tal y como nos la enseña UCDM. Estamos en la Lección 46 y, en las 45 lecciones anteriores, hemos ido adquiriendo una nueva visión de cómo podemos dirigir nuestra mente a la hora de percibir el mundo ilusorio al que le hemos otorgado realidad. Con todo ello, hoy se nos brinda la oportunidad de dar un importante paso en nuestro proceso conciencial: aplicar nuestra condición divina extendiendo la Esencia de lo que Somos, el Amor, a través del perdón.
Si no es real, si nuestra mente no la condena, no la juzga condenatoriamente, ello significa que nuestra mente está sana y ese estado de plenitud nos lleva a experimentar la paz y la felicidad.
Si nuestra mente está sana, no percibirá separación y, por ello, no verá esa relación familiar desde el dolor, nunca se dirá que el daño que le hayan causado sus padres no se merezca ser perdonado, pues no verá el daño, no verá el ataque, tan sólo verá la oportunidad de expandir su amor a través del perdón, con lo cual estará sanando a sus padres y a sí mismo.
El perdón es la respuesta a cualquier clase de ataque. De esta manera, se cancelan los efectos del ataque, y se responde al odio en nombre del amor.
Tomo prestada del Curso, las siguientes palabras, que nos permitirán comprender lo que hemos dicho:
“¿Cuán dispuesto estás a perdonar a tu hermano? ¿Hasta qué punto deseas la paz en lugar de los conflictos interminables, el sufrimiento y el dolor? Estas preguntas son en realidad la misma pregunta, aunque formuladas de manera diferente. En el perdón reside tu paz, pues en él radica el fin de la separación y del sueño de peligro y destrucción, de pecado y muerte, de locura y asesinato, así como de aflicción y pérdida. Éste es el "sacrificio" que pide la salvación, y, a cambio de todo ello, gustosamente ofrece paz” (T-29.VI:1-5).
Debemos contemplar a nuestro hermano con el deseo de verlo tal como es. Y no excluir ninguna parte de él, en nuestro deseo de que se cure. Curar es hacer íntegro. Y a lo que es íntegro no le pueden faltar partes que se hayan dejado afuera. El perdón consiste en reconocer esto, y en alegrarnos de que no haya ninguna forma de enfermedad que el milagro no tenga el poder de curar.
No me he podido resistir ante tanta belleza. Os dejo esta joya del Curso:
“¡Imagínate cuán hermosos te parecerán todos aquellos a quienes hayas perdonado! En ninguna fantasía habrás visto nunca nada tan bello. Nada de lo que ves aquí, ya sea en sueños o despierto, puede compararse con semejante belleza. Y no habrá nada que valores tanto como esto ni nada que tengas en tanta estima. Nada que recuerdes que en alguna ocasión hiciera cantar a tu corazón de alegría te brindó ni una mínima parte de la felicidad que esta visión ha de brindarte. Pues gracias a ella podrás ver al Hijo de Dios. Contemplarás la belleza que el Espíritu Santo adora contemplar, y por la que le da gracias al Padre. Él fue creado para ver esto por ti hasta que tú aprendas a verlo por tu cuenta. Y todas Sus enseñanzas conducen a esa visión y a dar gracias con Él” (T-17.II.1:1-9).
Reflexión: ¿Cómo entiendes el perdón?
♥
ResponderEliminarHoy me perdono a mi mismo.
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ResponderEliminarbuen día... la clase explica claramente.que si no condenamos,no teneos nada que perdonar..y si hacemos la tarea del niño inocente,sincero,y puro, seremos felices internamente.. El Amor de Dios Perdona..Gracias....
ResponderEliminarGRACIAS
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarViendo a mi hermano santo siento paz,gracias al E.S
perdono.
Gracias.
Hoy.
ResponderEliminarHoy me perdono.
Y Es in trabajo constante.
HOY ABRAZO MI DOLOR Y ME PERDONO POR TODOS ESOS JUICIOS QUE HICE .VEO A MI HERMANO CON AMOR CON SUS LUCES Y SOMBRAS .
ResponderEliminarGracias x esta lección
ResponderEliminarGracias J.J
ResponderEliminarPerdonar es curarme a mi misma
ResponderEliminarVeo a todos mis hermanos perdonados con los ojos del Espíritu Santo que vive en mi♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏
ResponderEliminarYo Soy Perdón,Yo Soy Amor,Yo Soy Espiación....El Espíritu Santo es mi guía y yo Soy su humilde Instrumento🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏✨✨✨✨✨✨✨✨✨💙💙💙💙💙💙💙🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍🤍🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳🥳
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