lunes, 23 de septiembre de 2024

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 267

LECCIÓN 267

Mi corazón late en la paz de Dios.

1. Lo que me rodea es la vida que Dios creó en Su Amor. 2Me llama con cada latido y con cada aliento; con cada acción y con cada pensamiento. 3La paz llena mi corazón e inunda mi cuerpo con el propósito del perdón. 4Ahora mi mente ha sanado, y se me concede todo lo que necesito para salvar al mundo. 5Cada latido de mi corazón me inunda de paz; cada aliento me infunde fuerza. 6Soy un mensajero de Dios, guiado por Su Voz, apoyado por Su amor y amparado eternamente en la quietud y en la paz de Sus amorosos Brazos. 7Cada latido de mi corazón invoca Su Nombre, y cada uno es contestado por Su Voz, que me asegura que en Él estoy en mi hogar.

2. Que preste atención sólo a Tu Respuesta, no a la mía. 2Padre, mi corazón late en la paz que el Corazón del Amor creó. 3Y es ahí y sólo ahí donde estoy en mi hogar.


¿Qué me enseña esta lección?

Si tienes la certeza de que eres Hijo de Dios, disfrutarás de la Paz del Reino del Padre y habitarás, de nuevo, de una manera consciente, en tu verdadero Hogar.

Esa certeza tan sólo es posible, si has integrado en tu consciencia, el Principio de la Unidad, es decir, cuando tu Mente es Una con la Mente de Todos tus Hermanos; cuando tu Mente es Una con la Mente de tu Creador. Ese estado de Unidad, se manifestará en una plena coherencia entre los pensamientos, los sentimientos y las acciones.

La conquista de ese estado de consciencia hará que nuestro corazón vibre al unísono con el Amor Incondicional latente en cada Ser, lo que nos llevará a establecer relaciones basadas en la Unidad y en la Igualdad.

Ejemplo-Guía: "La paz de Dios"

El título de esta lección, sugiere que, en este mundo, gozar de la paz, tan solo es posible cuando conseguimos que nuestro corazón lata a la vibración emanada de Dios, esto es, a la vibración de la Unidad y del Amor. Cuando nuestro corazón alcanza esa nota, alcanza el estado que el Curso denomina "paz de Dios". 

Cuando consultamos el contenido del Texto del Curso, lo primero que podemos leer en él, es el siguiente mensaje: 

"Este curso puede, por lo tanto, resumirse muy simplemente de la siguiente manera: Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En esto radica la paz de Dios” (T-In.2:1-4).

Continuando con citas del Curso: 

"Cuando tienes miedo de algo, estás admitiendo que ello tiene el poder de hacerte daño. Recuerda que donde esté tu corazón allí también estará tu tesoro. Crees en lo que conside­ras valioso. Si tienes miedo, es que estás equivocado con respecto a lo que es valioso. Tu entendimiento inevitablemente evaluará erróneamente, y al otorgar el mismo poder a todos los pensamien­tos, destruirás inevitablemente la paz. Por eso es por lo que la Biblia habla de "la paz de Dios que supera todo razonar" No hay error que pueda alterar esa paz en lo más mínimo. Dicha paz no permite que nada que no proceda de Dios te afecte" (T-2.II.1:1-11).

Es evidente, que, para disfrutar de la paz de Dios, no podemos identificarnos con el mundo de la ilusión en el que creemos estar viviendo. Este mundo no nos ofrece el escenario propicio para que podamos gozar de esa paz, pues ese mundo es el que nos lleva a creer en el miedo y en la culpabilidad.

Sin embargo, cuando nuestra mente se pone al servicio de nuestro Padre, entonces: 

"Nada puede prevalecer contra un Hijo de Dios que encomienda su espíritu en las Manos de su Padre. Al hacer esto, la mente despierta de su sueño y recuerda a su Creador. Toda sensación de separación desaparece. El Hijo de Dios es parte de la Santísima Trinidad, pero la Trinidad en sí es una sola entidad. No hay confusión entre Sus Niveles porque éstos son de una sola Mente y de una sola Voluntad. Este propósito único crea perfecta integración y establece la paz de Dios" (T-3.II.5:1-6).

Por último:

"La paz de Dios radica en entender esto: Sólo hay una manera de escaparse del pensamiento del mundo, del mismo modo en que sólo hubo una manera de adentrarse en él: entendiendo totalmente al entender la totalidad" (T-7.VII.10:8-10).


Reflexión: ¿Sólo hay una manera de escaparse del pensamiento del mundo? 

6 comentarios:

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