i. El descorrimiento del velo (3ª parte).
12. Este hermano que está a tu lado todavía te sigue pareciendo un extraño. 2No lo conoces, y la interpretación que haces de él es temible. 3Y lo sigues atacando, para mantener a salvo lo que tú crees ser. 4Sin embargo, en sus manos está tu salvación. 5Ves su locura, que detestas porque la compartes con él. 6Y toda la piedad y el perdón que la curaría dan paso al miedo. 7Hermano, necesitas perdonar a tu hermano, pues juntos compartiréis la locura o el Cielo. 8Y juntos alzaréis la mirada con fe o no la alzaréis en absoluto.
El mundo que percibimos no nos muestra la verdad, sino todo lo contrario. Nuestras percepciones no nos permiten ver un mundo unido, sino que se nos enseña que el mundo está regido por leyes donde la regla principal es la separación, la división. Aprendemos a escudriñar con nuestra mente todo cuanto percibimos y llegamos a la conclusión de que la diferencia rige en todas las criaturas de la tierra, por lo que damos fe de que la unidad no es el patrón verdadero.
El otro no es igual que nosotros, pero esa creencia nos traiciona, pues pronto nos descubriremos en el acto de proyectar nuestros miedos sobre ellos, en un intento de desprendernos de ellos, lo que nos llevará a atacarlos con la intención de protegernos de los miedos que hemos percibido en ellos, los mismos que hemos visto en nosotros. Esta mecánica debería hacernos conscientes de que nuestros pensamientos, nuestras mentes nos unen. Pero preferimos ser fieles a nuestra fe y negar dicha posibilidad, no sea que reconocerlo suponga el fin de nuestros días.
13. A tu lado se encuentra uno que te ofrece el cáliz de
Si compartimos los mismos pensamientos, ¿no sería más fácil para todos satisfacernosla mutuamente, en vez de atacarnos para privar al otro de lo que tiene?
El Espíritu Santo se encuentra en nuestros hermanos tal y como se encuentra en nuestra mente. Es por ello que la Expiación se encuentra en ellos, al igual que en nosotros. Sabiendo esto, ¿vamos a negarle la Expiación? ¿Vamos a negarle nuestro perdón? Si lo hacemos, estaremos negando que la Expiación, el amor y el perdón se encuentren en nosotros mismos, lo que nos condenará a seguir buscándolo allí donde no se encuentra.
Hola! Juan José. Gratitud 🙏
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