1. La percepción
se deriva de los juicios. 2Habiendo juzgado, vemos, por lo tanto, lo
que queremos contemplar. 3Pues el único propósito de la vista es
ofrecernos lo que queremos ver. 4Es imposible pasar por alto lo que
queremos ver o no ver lo que hemos decidido contemplar. 5¡Cuán
inevitablemente, pues, se alza el mundo real ante la santa visión de aquel que
acepta el propósito del Espíritu Santo como aquello que desea ver! 6No
puede dejar de contemplar lo que Cristo quiere que vea, ni de amar con el Amor
de Cristo lo que contempla.
2. Mi único propósito hoy es
contemplar un mundo liberado, libre de todos los juicios que he emitido. 2Padre, esto
es lo que Tu Voluntad dispone para mí hoy; por lo tanto, no puede sino ser mi
objetivo también.
Todo juicio procede de la creencia de que estamos separados. Encuentra su origen en el miedo, pues si hubiese una sola pizca de amor en nuestros juicios, estos no tendrían razón de ser; no haríamos uso de él de manera condenatoria.A menudo nos cuesta creer que tenemos el poder de cambiar lo que percibimos y vemos, pero si dedicamos el tiempo suficiente a reflexionar, quizá lleguemos a considerar que es posible transformar esa percepción.
Si observamos los primeros días de vida de una criatura, encontramos a un ser que refleja inocencia, pureza y sencillez, carente de juicio, ya que su mente, en esa etapa temprana, no está influenciada por pensamientos que definan cómo interpretar las cosas. Sus respuestas son instintivas, y el llanto que surge de forma inconsciente ante estímulos externos es una reacción natural al medio hostil en el que acaba de nacer: el mundo de las formas, donde la necesidad y la escasez se unen para recordarnos que este nivel es fruto del miedo y de haber elegido un estado de conciencia separado de nuestro Creador.
Esa misma criatura, mientras estuvo en el vientre de su madre, no sintió esa necesidad, ya que fue alimentada directamente y no requirió abrigo, pues el cuerpo de su creadora la protegió de las inclemencias externas.
El contacto con el mundo exterior, que implica la "separación" de su madre, lo ha colocado en un entorno diferente donde empezará a recibir información que influirá en su adaptación al medio. Las normas, la cultura y las creencias del entorno cercano se convertirán en sus guías, y así, ese ser que llegó puro e inocente pronto se transformará en alguien capaz de juzgar y llevar esa capacidad hasta el punto de condenar. Esto significa que su relación con el entorno estará basada en las proyecciones que haga de sí mismo hacia los demás.
Lo que no forma parte de nuestras creencias, simplemente no lo veremos. Si el Hijo de Dios no hubiera querido ver un mundo separado de su Creador, jamás habría percibido el mundo que hemos hecho real. La idea de que podemos ser nuestros propios "creadores" nos ha llevado a pensar que es posible, y ese juicio inevitablemente nos ha conducido a percibir una realidad distinta.
Si utilizamos esa capacidad que proviene de nuestra esencia divina, ya que todos tenemos el principio activo de la voluntad heredado de nuestro Padre, debemos ser conscientes de que somos el producto de un conjunto de creencias que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra vida. Estas creencias condicionan nuestras respuestas ante experiencias que consideramos comunes. Por ejemplo, solemos percibir la enfermedad como algo negativo en nuestras vidas. Sin embargo, cada vez hay más voces que la interpretan de otra manera, viéndola como un "camino" hacia el autoconocimiento. Además, según la perspectiva de Un Curso de Milagros, se nos enseña que la enfermedad no es real.
Nuestra cultura nos ha enseñado a llorar ante la pérdida de un ser querido, pero en otras culturas la muerte tiene un significado diferente. Esto debería llevarnos a reflexionar sobre el sentido, el valor y el significado de las cosas, y en última instancia, sobre cómo juzgamos y percibimos lo que nos rodea.
La propuesta que nos hace esta lección es: ¿podemos ver las cosas de otra manera?
Como siempre, la elección es nuestra.
Reflexión: "El único propósito de la vista es ofrecernos lo que queremos ver".

Ama, y el amor, te liberará. Amén.
ResponderEliminarMuy bueno! gracias!!!
ResponderEliminarMuy bueno! gracias!!!
ResponderEliminartengo el poder de ver lo que quiero ver.
ResponderEliminarQuiero ver con ojos llenos de amor bella lección gracias gracias gracias
ResponderEliminarSaludos, gracias, Espíritu Santo que estas en mi mente ayúdame a contemplar un mundo liberado.
ResponderEliminarEspíritu Santo permítame ver las cosas de otra manera. Desde otra perspectiva.Que mi antigua percepción sea transformada por la luz que solo tu me puedes dar. Solo puedo agradecer por que se que hecho esta. Amén . Namaste
ResponderEliminarExcelente lección
ResponderEliminarGracias J.J
ResponderEliminarElijo ver el Mundo a través de los Ojos de Dios,que es mi Padre y Es Uno Conmigo....Amén y Graciassss🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️
ResponderEliminarQuiero verme ganador de la megamillions, total, veo lo que quiero ver, les dire en 3 dias a ver si es cierto esto...
ResponderEliminarSolamente Quiero cumplir la Santa y Verdadera Voluntad del Padre y ver un Mundo Real a través de sus Ojos.Amen🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🤍🤍🤍🤍🤍🤍💙💙💙💙💙💙✨✨✨✨✨✨
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarGracias infnitas, Juan Jose. Amor y bendiciones.❤❤❤
ResponderEliminarGracias Juan José
ResponderEliminar