VI. El tesoro de Dios.
En este apartado, la enseñanza, nos recuerda un aspecto esencial que debe formar parte de nuestra consciencia: "somos la voluntad unida de la Filiación", o lo que es lo mismo, nuestro origen es la Unicidad de Dios y nuestra meta es SER CONSCIENTES DE LA UNICIDAD.
2. El mundo no puede añadirle nada al poder y a la gloria de Dios y de Sus santos
Hijos, pero si Sus Hijos ponen su atención allí, el mundo puede cegarlos e
impedir que vean al Padre. 2Tú no puedes ver el mundo y conocer
a Dios. 3Sólo uno de ellos
es verdad. 4He venido a
decirte que no es a ti a quien corresponde decidir cuál de ellos
lo es. 5Si lo fuese, ya te habrías destruido a ti mismo. 6Mas Dios no dispuso la destrucción de Sus creaciones,
pues las creó para toda la eternidad. 7Su Voluntad te ha salvado, no
de ti mismo, sino de la ilusión de ti mismo. 8Dios te ha salvado
para ti mismo.
No nos puede pasar inadvertida la clave que nos ofrece este punto para ayudarnos a comprender el origen material y corpuscular del mundo físico: la atención o, lo que la física cuántica llama, el "observador". Los nuevos paradigmas ofrecidos por la física cuántica, nos plantean la posibilidad de ver e interpretar el mundo desde perspectivas muy diferentes a como nos la presenta la física científica.
Os comparto un enlace de un vídeo en el que se explica cómo las partículas corpusculares, base del mundo material, dependiendo de cómo se observe, adquiere una dimensión distinta, su comportamiento puede ser ondulatorio o corpuscular, es decir, energía o materia. El enlace del experimento de la doble rendija es este: https://www.youtube.com/watch?v=9X0jN3sz3sI
Si prestamos atención al mundo de las infinitas posibilidades, desde donde emana un mundo infinito de arquetipos mentales, estaremos aportando una condición más densa a lo que es una emanación de ideas o pensamientos. Hacemos tangible el pensamiento. Cuando esto ocurre, podemos decir que esa "forma" es lo real, es la verdad, olvidando que lo esencial es el Campo Energético de donde procede. Por este motivo, este apartado no afirma que no podemos ver el mundo y conocer a Dios. Solo uno de ellos es verdad.
3. Glorifiquemos a Aquel que el mundo niega, pues el mundo no tiene poder
alguno sobre Su Reino. 2Nadie que Dios haya creado puede encontrar
dicha en nada excepto en lo eterno, no porque se le prive de todo lo demás,
sino porque nada más es digno de él. 3Lo que Dios y Sus Hijos crean
es eterno, y en esto y sólo en esto, radica Su dicha.
La dicha que tanto añoramos no puede pertenecer al mundo, pues éste es efímero y temporal, no es real. Por lo tanto, buscar esa dicha en él, tan sólo nos aportará infelicidad y sufrimiento.
4. Escucha la parábola del hijo pródigo, y aprende cuál es el tesoro de Dios y el
tuyo: el hijo de un padre amoroso abandonó su hogar y pensó que había
derrochado toda su fortuna a cambio de cosas sin valor, si bien no había
entendido en su momento la falta de valor de las mismas. 2Le daba
vergüenza volver a su padre porque pensaba que lo había herido. 3Mas
cuando regresó a casa, su padre lo recibió jubilosamente toda vez que el hijo en sí era su tesoro. 4El
padre no quería nada más.
La parábola del hijo pródigo es la alegoría que define perfectamente el proceso evolutivo de nuestra consciencia. Representa la temporalidad, fuente de sufrimiento y dolor, propia de la identificación con el mundo material, y la evidencia de lo Esencial, expresado en el Amor Eterno del Padre hacia su Creación-Hijo.
Tan sólo tus creaciones verdaderas, esto es, tus expresiones de Amor, serán eternas y portadoras de dicha. Cualquier otra expresión que no goce de la propiedad de extender el Amor que eres, dará lugar a la visión errónea que se identifica con lo temporal. Pretender perpetuar el mundo y el vehículo con el cual nos encontramos identificados, es una fuente continua de sufrimiento.
6. Tu función es aumentar el tesoro de Dios creando el tuyo. 2Su
Voluntad hacia ti es Su Voluntad para ti. 3Él no te negaría la
capacidad de crear porque en ello radica Su dicha. 4Tú no puedes
hallar dicha excepto como Dios lo hace. 5Su gozo estriba en haberte
creado a ti y Él te extiende Su Paternidad para que tú puedas extenderte tal
como Él lo hizo. 6No comprendes esto porque no lo comprendes a Él. 7Nadie
que no acepte su función puede entender lo que ésta es, y nadie puede aceptar
su función a menos que sepa lo que él mismo
es. 8La creación es
7. La idea de una
"voluntad reacia" no tiene sentido por ser una contradicción
intrínseca que en realidad no significa nada. 2Cuando piensas que no estás dispuesto a
ejercer tu voluntad en conformidad con la de Dios, no estás pensando
realmente. 3
Si el Hijo de Dios no conoce su condición divina, tampoco conocerá su propio poder creador. Es imprescindible que tengamos consciencia de lo que somos, pues este estado es el único camino que ha de conducirnos a ejercer la Voluntad de Dios.
Nuestra mente nos mantiene identificados con el error, pues creemos que nuestra identidad reside en el cuerpo material. Hemos olvidado lo que realmente somos y es esencial que recordemos nuestro verdadero origen. Sustituir el miedo por el amor, es el camino que ha de llevarnos de retorno a nuestro verdadero hogar.
9. Yo soy
consciente del valor que Dios te otorga. 2Mi devoción por ti procede de
Él, pues nació del conocimiento que tengo de mí mismo y de Él. 3No
podemos estar separados. 4Lo que Dios ha unido no se puede
separar, y Dios ha unido a todos Sus Hijos en Sí Mismo. 5¿Cómo ibas
a poder estar separado de tu vida y de tu Ser? 6El viaje a Dios es
simplemente el redespertar del conocimiento de dónde estás siempre y de lo que
eres eternamente: 7Es un viaje sin distancia hacia una meta que
nunca ha cambiado. 8La verdad sólo puede ser experimentada. 9No
se puede describir ni explicar. 10Yo puedo hacerte
consciente de las condiciones que la facilitan, pero la experiencia en sí forma
parte del ámbito de Dios. 11Juntos podemos satisfacer sus
condiciones, pero la verdad vendrá a ti por su cuenta.
Así es, la verdad sólo puede ser experimentada. Te puedo contar mi verdad o mi visión de la verdad, pero si en esa visión no te incluyo, al igual que al resto de la humanidad, sus pilares serían poco sólidos y tan solo estaría fabricando más error.
La condición que Jesús nos puede ofrecer para facilitar el reencuentro con la verdad lleva el sello de la unicidad, de la voluntad Una de la Filiación.
10. Lo que
Lo que la voluntad de Dios ha dispuesto para cada uno de sus Hijos es la Unidad de la Filiación y la condición de Amar que ha de relacionarlos los unos a los otros.
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