IV. La única Respuesta
El ego surge de la mente dividida, de ahí, que no se considere parte del Ser Espiritual. Si así fuese, se alegraría de las decisiones de su hacedor, pero también significaría su inexistencia, pues no podemos servir a dos amos a la vez.
2. Cuando Dios te creó te hizo
parte de Él. 2Por eso es por lo que el ataque no tiene cabida dentro
del Reino. 3Hiciste al ego sin amor, y, por consiguiente, él no te
ama. 4No puedes permanecer dentro del Reino sin amor, y puesto que
el Reino es amor, crees
estar privado de él. 5Esto le permite al ego considerarse a sí mismo
algo separado y externo a su hacedor, y de ahí que hable en representación de
la parte de tu mente que cree que tú estás
separado y que eres algo externo a la mente de Dios. 6El ego
planteó entonces la primera pregunta que jamás se hizo, pregunta que él jamás
podrá contestar. 7La pregunta: "¿Qué eres?" representó el
comienzo de la duda. 8Desde entonces el ego jamás ha contestado
ninguna pregunta, aunque ha hecho muchas. 9Las actividades más
ingeniosas del ego no han hecho más que enmarañar la pregunta, pues dispones
de la respuesta y el ego
te tiene miedo.
3. No podrás entender el conflicto
hasta que entiendas plenamente el hecho fundamental de que el ego no sabe
nada. 2El Espíritu Santo no es el que habla primero, pero siempre contesta. 3Todo
el mundo en uno u otro momento ha acudido a Él para de una u otra forma obtener
ayuda, y Él ha contestado. 4Puesto que el Espíritu Santo responde de
verdad, responde para siempre, lo cual quiere decir que todo el mundo dispone
de la respuesta ahora mismo.
La respuesta que ofrece el Espíritu Santo es la Expiación,
que nos permite corregir la percepción falsa, por la percepción verdadera, o lo
que es lo mismo, nos enseña la verdadera identidad que somos. Nos permite
alcanzar la visión que ha de liberarnos del dolor y del sufrimiento. Pero esa
respuesta requiere de nosotros que movilicemos nuestra voluntad para ponernos
al servicio de esa percepción verdadera que nos permite tener la certeza de que
somos Uno con todo lo creado.
4. El ego no puede oír al Espíritu
Santo, pero cree que parte de la mente que lo hizo está en su contra. 2Interpreta
esto como una justificación para atacar a su hacedor. 3Cree que la
mejor defensa es el ataque, y quiere que tú
creas
eso también. 4A no ser que lo creyeses no te podrías poner de su
parte, y el ego tiene gran necesidad de aliados, aunque no de hermanos. 5Al
percibir en tu mente algo ajeno a sí mismo, el ego hace del cuerpo su aliado
porque el cuerpo no forma parte
de ti. 6Esto hace del cuerpo el amigo del ego. 7Ésta
es una alianza claramente basada en la separación. 8Si te pones de
parte de esta alianza no podrás sino sentir miedo porque te estarás poniendo de
parte de una alianza basada en el miedo.
En efecto, el cuerpo se convierte en la morada del
ego, donde se siente fuerte y seguro, pero esa creencia no le aporta paz y
sosiego, pues las percepciones que recibe a través de ese vehículo, le llevan a potenciar
el miedo y la separación, interpretando la vulnerabilidad del cuerpo como algo
esencial, lo que le insta a atacar para no ser atacado.
El ego niega que su existencia dependa del poder creador de su hacedor. Su creencia no está basada en la unidad con su creador, sino todo lo contrario, se percibe como un ente separado y con identidad propia.
Es ese error, el que impide que la visión de la unidad sea una realidad en sus percepciones, lo que le lleva a proyectar sobre los demás el miedo que siente a la inexistencia, a dejar de ser un ser separado, a fundirse en el Pensamiento Divino.
6.
Escucha, pues, la
única respuesta del Espíritu Santo a todas las preguntas que el ego plantea:
eres una criatura de Dios, una parte de Su Reino de inestimable valor que Él
creó como parte de Sí Mismo. 2Eso es lo único que existe y lo único
que es real. 3Has elegido un sueño en el que has tenido pesadillas,
pero el sueño no es real y Dios te exhorta a despertar. 4Cuando le
oigas no quedará ni rastro de tu sueño porque despertarás. 5Tus
sueños contienen muchos de los símbolos del ego y éstos te han confundido. 6Eso
se debe, no obstante, a que estabas dormido y no te dabas cuenta de ello. 7Cuando
despiertes, verás la verdad a tu alrededor y dentro de ti, y ya no creerás en
los sueños porque éstos dejarán de ser reales para ti. 8El Reino, en
cambio, y todo lo que allí has creado, será sumamente real para ti porque es
hermoso y verdadero.
Para el ego, el contenido de este punto será interpretado como un "canto de sirenas" anunciando un mundo ficticio, ilusorio e irreal. Argumentará, ¿dónde está el cielo que no lo percibo? ¿dónde se encuentra la existencia del Espíritu que no la veo? ¿dónde está la vida eterna?, y, ¿la carencia de sufrimiento y dolor?
El encontrar respuestas a estas cuestiones, ya lo hemos dicho, significaría que el ego no tendría identidad, pues representa el pensamiento ilusorio e irreal del ser.
La respuesta del Espíritu Santo significa el fin del ego, de la muerte, de la separación, del miedo, de la vulnerabilidad, del sufrimiento, del dolor. Esa respuesta, requiere de nosotros que orientemos nuestra voluntad hacia Él y que nuestra visión se abra a la verdadera realidad, liberándonos de ese estado de sueño en el que permanecemos inmersos, mientras que decidamos dar crédito a las voces del ego.
7. En el Reino no hay ninguna duda acerca de lo que
eres y de donde te encuentras. 2La duda no tiene cabida allí porque
la primera pregunta jamás se planteó. 3Al haber sido por fin
completamente contestada, nunca existió. 4Sólo el Ser vive
en el Reino, donde todo mora en Dios con absoluta certeza. 5El
tiempo dedicado a hacer preguntas en el sueño, ha dado paso a la creación y a
su eternidad. 6Tú gozas de tanta certeza como Dios, pues eres tan
real como Él, pero lo que antes gozaba de absoluta certeza en tu mente ha
pasado a ser ahora únicamente la capacidad para gozar de ella.
Este punto nos describe el estado del que gozaremos cuando hallamos decidido despertar. Con la ayuda del Espíritu Santo, recuperaremos el estado de certeza de que somos Uno con nuestro Creador.
8.
Él origen de las
capacidades representó el principio de la incertidumbre porque las capacidades
son logros en potencia, pero todavía no son logros. 2Tus capacidades son inútiles en
presencia de los logros de Dios y de los tuyos propios. 3 Los logros
son resultados que ya se han alcanzado. 4Cuando son perfectos, las
capacidades dejan de tener sentido. 5Es curioso que lo que es
perfecto tenga ahora que ser perfeccionado. 6De hecho, eso es
imposible. 7Mas recuerda que cuando te pones a ti mismo en una
situación imposible crees que lo imposible es posible.
La lectura de este punto, me ha permitido reflexionar sobre una cuestión de la que ahora tengo una visión renovada. Esta renovación afecta a mi creencia en que el Hijo de Dios es un Dios en formación, entendiendo con esto, que se encuentra en un proceso evolutivo en el que el desarrollo de sus "capacidades", estas son, las adquiridas por su condición divina, deben llevarle a alcanzar el nivel de Dios Creador.
La aportación de Un Curso de Milagros sobre este particular, nos ofrece una visión distinta. Lo que es perfecto, no debe perfeccionarse, pues ya lo es. Si Dios es Perfecto y nos ha creado perfectos, cualquier evolución de ese estado es imposible.
9.Debes desarrollar tus capacidades antes de poder usarlas. 2Esto no es cierto con respecto a nada que Dios creó, pero es la solución más benévola para lo que tú has fabricado. 3En una situación imposible puedes desarrollar tus capacidades hasta el punto en que ellas mismas te pueden liberar de tal situación. 4Dispones de un Guía que te muestra cómo desarrollarlas, pero no tienes otro jefe que tú mismo. 5Esto te pone a cargo del Reino, con un Guía para encontrarlo y los medios para conservarlo. 6Tienes un modelo a seguir que reforzará tu mando y nunca lo menoscabará en modo alguno. 7Por consiguiente, ocupas todavía el lugar central en tu imaginada esclavitud, lo cual de por sí demuestra que no eres un esclavo.
Bajo el sistema de pensamiento del ego, el desarrollo de las capacidades da lugar a lo que se denomina como evolución. Será con la ayuda del Espíritu Santo, que la percepción falsa de paso a la percepción verdadera, a través de la cual, nuestra visión se renovará y con ello un cambio de creencias.
10. Te encuentras
en una situación imposible únicamente porque crees que es posible estar en una
situación así. 2Te encontrarás en una situación
imposible si Dios te mostrase tu perfección, y a la vez te probase que estabas
equivocado. 3Esto demostraría que los que son perfectos son
incapaces de cobrar conciencia de su propia perfección, y reforzaría la
creencia de que aquellos que lo tienen todo necesitan ayuda y son, por
lo tanto, desvalidos. 4Éste es el tipo de "razonamiento" en que
el ego se embarca. 5Dios, que sabe que Sus creaciones son
perfectas, no las humilla. 6 Eso sería tan imposible como la
noción del ego según la cual él ha humillado a Dios.
Dios no puede rectificar a Su Creación, pues, Su Creación, goza de Su Perfección.
Bajo los argumentos mentales del ego, la corrección desvela la justificación de su imperfección, es decir, la negación de la existencia del Ser.
11. Por eso es por lo que el Espíritu
Santo jamás da órdenes. 2Dar órdenes implica desigualdad, y el
Espíritu Santo demuestra que la desigualdad no existe. 3Ser fiel a
una premisa que se ha aceptado es una ley de la mente, y todo lo que Dios creó
es fiel a Sus leyes. 4Es posible también ser fiel a otras leyes,
pero no porque las leyes sean ciertas, sino porque tú las promulgaste. 5¿De
qué te serviría que Dios te probase que has pensado de forma demente? 6¿Podría
Dios perder Su propia certeza? 7He dicho frecuentemente que eres lo
que enseñas. 8¿Querrías que Dios te enseñase que has pecado? 9Si
Él confrontase al ser que fabricaste con la verdad que Él creó para ti, ¿cómo
no ibas a tener miedo? 10En ese caso dudarías de tu mente recta, que
es el único lugar donde puedes encontrar la cordura que Él te dio.
¿De qué me serviría que Dios me probase que he pensado de forma demente?
Sería un juicio sobre lo irreal, sobre lo ilusorio, y, sobre todo sería la confirmación del ego de su existencia. Sería como querer corregir el contenido de una pesadilla que hayamos tenido en sueño.
12. Dios no enseña, 2pues
enseñar implica una insuficiencia que Dios sabe que no existe.
3Dios no está en conflicto. 4El propósito de enseñar es
producir cambios, pero Dios sólo creó lo inmutable. 5La separación
no fue una pérdida de la perfección, sino una interrupción de la
comunicación. 6La voz del ego surgió entonces como una forma de
comunicación estridente y áspera. 7Esto no podía alterar la paz de
Dios, pero sí podía alterar la tuya. 8Dios no la acalló porque
erradicarla habría sido atacarla. 9Habiendo sido cuestionado, Él no
cuestionó. 10Él simplemente dio
La separación no fue una pérdida de la perfección, sino una interrupción de la comunicación. Me quedo con esta frase y su profundo significado.
Con la respuesta de nuestro Maestro, debemos sintonizar con el canal verdadero que nos permitirá comunicarnos con El Creador.
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