II. La ley del Reino.
1. Curar es el único tipo de pensamiento en este mundo que se asemeja al
Pensamiento de Dios, y por razón de los
elementos que ambos tienen en común, el Pensamiento de Dios puede transferirse
fácilmente a él. 2Cuando un hermano se percibe a sí mismo enfermo,
se está percibiendo como un ser incompleto, y, por ende, necesitado. 3Si
tú también lo percibes así, lo estás viendo como si realmente no formase parte
del Reino y se encontrase separado de él, con lo cual el Reino queda velado
para ambos. 4La enfermedad y la separación no son de Dios, pero el
Reino sí. 5Si enturbias el Reino estarás percibiendo lo que no es de
Dios.
La enseñanza nos describe el acto de curar como un tipo de pensamiento en este mundo que se asemeja al Pensamiento de Dios. Desde este punto de vista, la curación es el efecto de alcanzar la percepción correcta, es decir, la visión de la unidad.
Percibir a nuestro hermano desde la creencia en la separación es compartir con él la enfermedad. La verdadera curación requiere que tanto el sanador como el enfermo se encuentren en la misma sintonía mental, esta es, compartir la misma creencia en la unidad.
Cuando el Curso habla de curación, el mensaje va dirigido a las mentes que creen en el mundo de la percepción. La enfermedad no es posible en el Mundo de Dios, pues ese Mundo goza de la Plenitud y de la Dicha del Amor y de la Unidad. Es en el mundo de la percepción donde es necesario corregir la visión de la separación por la visión de la Unidad.
4. Para que
las leyes puedan ser útiles tienen que comunicarse. 2En efecto,
tienen que ser traducidas para aquellos que hablan distintos idiomas. 3Un
buen traductor, no obstante, si bien tiene que alterar la forma de lo que
traduce, jamás altera el significado. 4De hecho, su único propósito
es cambiar la forma de modo que la traducción conserve el significado original.
5El Espíritu Santo es el traductor de las leyes de Dios para
aquellos que no las entienden. 6Tú no podrías hacer eso por tu
cuenta porque una mente en conflicto no puede serle fiel a un solo
significado, y, por lo tanto, altera el significado para conservar la forma.
Al ego, la Leyes de Dios basadas en el Amor, les produce miedo, pues aplicarlas significaría el final de su ilusoria existencia. El Espíritu Santo tiene la capacidad de traducir y adaptar las Leyes del Reino y hacerla comprensibles a las limitaciones de la mente perceptiva.
5. El propósito del Espíritu Santo al traducir es exactamente el opuesto. 2Traduce únicamente para conservar -en todos los idiomas y desde cualquier punto de vista- el significado original. 3Por consiguiente, se opone a la idea de que las diferencias en lo relativo a la forma sean significativas, subrayando siempre que esas diferencias no importan. 4El significado de su mensaje es siempre el mismo: lo único que importa es el significado. 5La ley de Dios que rige a la creación no entraña el uso de la verdad para convencer a Sus Hijos de la verdad. 6La extensión de la verdad que es la ley del Reino radica únicamente en el conocimiento de lo que es la verdad. 7Ésta es tu herencia y no tiene que aprenderse en absoluto, pero cuando te desheredaste a ti mismo te convertiste por necesidad en un alumno.
El significado del mensaje del Espíritu Santo no puede hablar a favor de la separación y del miedo. Su mensaje, independientemente del idioma en el que sea expresado, debe hablar del Amor y de la Unidad. Su mensaje es universal y eterno.
6. Nadie pone en duda la relación que existe entre el aprendizaje y la
memoria. 2Es imposible aprender sin memoria, ya que lo que se
aprende tiene que ser consistente para que sé pueda recordar. 3Por
eso es por lo que la enseñanza del Espíritu Santo es una lección que enseña a
recordar. 4Dije anteriormente que el Espíritu Santo enseña a
recordar y a olvidar, pero olvidar sirve únicamente para que recuerdes de
manera más consistente. 5Olvidas para poder recordar mejor. 6No
entenderás Sus traducciones mientras sigas escuchando dos maneras de
interpretarlas. 7Tienes por lo tanto, que olvidar o renunciar a una para
poder entender la otra. 8Ésta es la única manera en que puedes
aprender lo que es la consistencia, para que finalmente tú mismo puedas ser consistente.
Se trata de desaprender lo aprendido bajo las leyes del error, para volver a aprender lo correcto.
7. ¿Qué
significado puede tener la perfecta consistencia del Reino para los que están
confundidos? 2Es evidente que la confusión del alumno interfiere en
su entendimiento de tal significado, y, por lo tanto, le impide apreciarlo. 3En
el Reino no hay confusión porque sólo hay un significado. 4Este
significado procede de Dios y es Dios. 5Puesto
que es también lo que tú eres, es algo que compartes y extiendes tal como tu
Creador lo hiciera. 6Esto no tiene que ser traducido porque se
entiende perfectamente, pero sí necesita extensión porque
significa extensión. 7La comunicación es perfectamente directa y está
perfectamente unificada. 8Es completamente libre porque nada
discordante puede jamás infiltrarse en ella. 9Por eso es por lo que
es el Reino de Dios. 10Le pertenece a Él y es, por lo tanto, como
Él. 11Ésa es su realidad, y no hay nada que pueda afectarla.
Recordemos en este punto la enseñanza de la tercera lección del Espíritu Santo: "Mantente alerta sólo en favor de Dios y de Su Reino". La confusión es el resultado de servir a dos señores a la vez. Debemos estar alerta en favor de Dios y de Su Reino, tan sólo así, lograremos entender las Leyes de Dios.
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