PRINCIPIO 40
El milagro reconoce que todo el mundo es tu
hermano así como mi hermano también. Es una manera de percibir la marca
universal de Dios.
Personalmente, tengo
claro que mi encuentro con Un Curso de Milagros responde a mi voluntad de
encontrar la verdad. Reconozco que ese impulso, inicialmente, estaba orientado
exclusivamente al campo del intelecto, sin embargo, hoy, esa búsqueda ha visto
ampliada su horizonte situándome en un marco más amplio, si cabe, el que me
brinda la oportunidad de poner de manifiesto la Esencia de mi Ser.
Un Curso de Milagros
es un curso de entrenamiento mental. Gracias a Él, hoy soy consciente de que
soy el único soñador de mis sueños; soy consciente de lo que soy, un Ser
Espiritual emanado de la Mente Creadora de mi Padre; soy consciente de que,
potencialmente, soy un Dios en formación. Tal vez te estés preguntando, ¿cómo
es posible de que sea consciente de estas cosas si la conciencia se adquiere
por la vía de la percepción y esta vía es la puerta de la ilusión?
Sí, soy consciente de
que estoy soñando y de que soy el soñador. Es precisamente ese estado el que me
permite distinguir entre la voz de los sentidos y la Voz de mi Padre, la que me
inspira el Espíritu Santo. Esa Voz, me permite conocer cuál es la Voluntad de
mi Creador y orienta mi percepción hacia el tono más elevado al que podemos
aspirar dentro del sueño, donde vivimos sumidos en la ilusión de la separación.
Esa Voz me habla de Unidad y me revela el único camino que ha de conducirnos a
las puertas del Cielo. Esa senda es la que nos conduce a reconocer el Principio
de Filiación: Todo el mundo es tu hermano.
Tal vez ahora
entiendas mejor, la razón por la cual no he podido conformarme tan sólo con ver
satisfecha mi afán de saber teórico, si a la vez no conseguía andar ese camino
que ha de permitirme experimentar mi Ser: Ser Uno con mis Hermanos.
Si has reconocido
este estado anímico, es señal de que te encuentras recorriendo esa senda. Si
una cosa tengo claro es que, por muchos caminos que andemos en busca del saber
espiritual, si éstos no nos señalan que el camino debemos recorrerlo sin
olvidarnos de nuestra Filiación, por mucho que avancemos, al final de trayecto,
nos encontraremos con un rótulo que nos indica: “Esta es la Regla de Oro, que
te comportes con los demás como tú quisieras que ellos se comportasen contigo”.
Con
todo ello, el Principio que hoy abordamos nos ofrece la oportunidad de tratar
el tema de la Filiación, para mí de una gran trascendencia, si queremos
conocernos a nosotros mismos y a nuestro Creador.
El
Curso nos aporta mucha información que nos ayudará a conocer el por qué es tan
importante conocer el papel del prójimo.
"Dado que tú y tu prójimo sois miembros
de una misma familia en la que gozáis de igual rango, tal como te percibas a ti
mismo y tal como lo percibas a él así te comportarás contigo mismo y con él.
Debes mirar desde la percepción de tu propia santidad a la santidad de los
demás" (T-1.III.6:6-7).
“El Hijo de Dios será siempre indivisible: De la
misma manera en que somos uno solo en Dios, así también aprendemos cual uno
solo en Él. El Maestro de Dios se asemeja tanto a Su Creador como el Hijo al Padre, y, a través de Su Maestro, Dios proclama Su Unicidad y la de Su Hijo. Escucha en silencio, y no le levantes la voz. Pues Él enseña el milagro de la unicidad, y ante Su lección la división desaparece. Enseña
como Él aquí, y recordarás que siempre has creado como tu Padre. El milagro de
la creación nunca ha cesado, pues lleva impreso sobre
sí el sello sagrado de la inmortalidad. Esto es lo que la Voluntad de Dios dispone para toda la
creación, y toda la creación se une para disponer lo mismo” (T.14.XI.11:1-8).
He querido
exponer esa afirmación al principio, pues nos deja claro de que el Hijo de Dios
será siempre indivisible. Sin embargo, un uso incorrecto de la Mente le llevó a
creer lo contrario a esa afirmación. Esa otra manera de ver las cosas, le lleva
a fabricar un estado de división que dio lugar a la creencia en la separación.
Como bien
expresa el Curso, “si creen estar privados de algo, nuestra percepción se
distorsiona y cuando esto ocurre, toda la familia de Dios, la Filiación, sufre
su deterioro en sus relaciones” (T-1.V.3:7-8). Todos "los milagros son afirmaciones de
Filiación, que es un estado de compleción y abundancia" (T-1.V.4:6).
En el
sentido expuesto en la introducción a este estudio, podríamos decir que, "la
única meta del que se ha decidido por el camino de los milagros es restaurar
completamente la Filiación" (T-1.VII.3:14).
La
siguiente aportación nos aclarará el sentido de unicidad de la Filiación:
“Debe observarse con especial atención que Dios tiene
solamente un Hijo. Si todas las creaciones de Dios son Hijos Suyos, cada una de
ellas tiene que ser parte integral de toda la Filiación. La Filiación, en su
unicidad, transciende la suma de sus partes. Este hecho, no obstante, queda
velado mientras falte una sola de ellas. Por eso es por lo que, en última
instancia, el conflicto no se puede resolver hasta que todas las partes de la
Filiación hayan retornado. Sólo entonces podrá comprenderse lo que, en el
verdadero sentido de la palabra, significa la plenitud. Cualquier parte de la
Filiación puede creer, en el error o en la incompleción si así lo elige. Sin
embargo, si lo hace, estará creyendo en la existencia de algo que no existe. Lo
que corrige este error es la Expiación” (T-2.VII.6:1-9).
"Cuando
la Voluntad de la Filiación y la del Padre son una, la perfecta armonía entre
ellas es el Cielo" (T-3.II.4:6). "Cuando la Expiación se complete
y toda la Filiación sane, dejará de haber una llamada a retornar. Pero lo que
Dios crea es eterno. El Espíritu Santo permanecerá con los Hijos de Dios para
bendecir las creaciones de éstos y mantenerlas en la luz de la dicha" (T-5.I.5:5-7).
En verdad, "tú no puedes comprenderte a ti mismo separado de los demás. 2Ello se debe a que tú, separado del legítimo lugar que ocupas en la Filiación, no significas nada, y el legítimo lugar de la Filiación es Dios" (T-5.III.8:1-2).
Creo
importante que conozcamos lo que sigue: "Las obras de Dios no son tus obras, pero tus obras son como las Suyas. Él creó a la Filiación y tú la expandes. Tienes el poder de acrecentar el Reino, aunque no de acrecentar a su Creador. Reivindicas ese poder cuando te mantienes alerta sólo en favor de Dios y de Su Reino. Al aceptar que tienes ese poder, aprendes a recordar lo que eres" /T-7.I.2:5-9).
Tampoco
podemos obviar la siguiente afirmación:
“Aunque sólo puedes amar a la Filiación como una sola, la puedes percibir como fragmentada. Mas es imposible ver algo en alguna parte de ella y no atribuírselo a toda ella. Por eso es por lo que los ataques no son nunca parciales y por lo que hay que renunciar a ellos completamente. Si no se renuncia a ellos completamente, no se renuncia a ellos en absoluto” (T-7.VI.1:1-4).
"Cada
pensamiento amoroso que cualquier parte de la Filiación abriga es patrimonio
de todas sus partes" (T-5.IV.3:1).
"Enseñar a
toda la Filiación sin hacer excepciones demuestra que percibes su plenitud y
que has aprendido que es una. Ahora tienes que estar alerta para mantener su
unicidad en tu mente porque si dejas que te asalte la duda, perderás la conciencia de su plenitud y serás incapaz de enseñarla" (T-6.V.C.8:1-2).
He aquí una
de las claves que nos ayudará a conocer cuál es el estado de nuestra
consciencia. Si en nuestra mente albergamos pensamientos que nos llevan a creer
que no existe unicidad entre los hombres, entonces estaremos reconociendo que
aún servimos a la idea de la necesidad y de la escasez, a la idea de la incompleción, o lo que es lo mismo, estamos negando nuestra plenitud.
Considero
esta visión esencial para despertar del sueño, para alcanzar ese estado de
iluminación que ha de situarnos en las puertas del Cielo.
Nos indica Jesús a través del
Curso: “A medida que te
acercas a un hermano te acercas a mí, y a medida que te alejas de él, la
distancia entre tú y yo aumenta. La salvación es una empresa de colaboración. No
la pueden emprender con éxito aquellos que se desvinculan de la Filiación
porque al hacer eso se desvinculan de mí. Dios acudirá a ti sólo en la medida
en que se Lo ofrezcas a tus hermanos. Aprende primero de ellos, y estarás listo
para oír a Dios. Eso se debe a que el Amor sólo tiene una función” (T.4.VI.8:1-6).
¿Cómo debemos
comportarnos con respecto a un hermano?
En este sentido, el
Texto del Curso es claro en sus aportaciones. Nos revela que, "siempre que le niegas la bendición a un hermano te sientes desposeído, ya que la negación es tan total como el amor. Negar parte de la Filiación es tan imposible como lo es amarla sólo en parte. No es posible tampoco amarla totalmente sólo a veces. No puedes estar, totalmente comprometido sólo en algunas ocasiones" (T-7.VII.1:1-4).
"Cuando un hermano actúa insensatamente, te está ofreciendo una oportunidad para que lo bendigas. Su necesidad es la tuya. Tú necesitas la bendición que puedes darle. No hay manera de que tú puedas disponer de ella excepto dándola. Ésa es la ley de Dios, la cual no hace excepciones. Careces de aquello que niegas, no porque haya carencia de ello, sino porque se lo has negado a otro, y, por lo tanto, no eres consciente de ello en ti. Lo que crees ser determina tus reacciones, y lo que deseas ser es lo que crees que eres. Lo que deseas ser, entonces, determina forzosamente todas tus reacciones" (T-7.VII.2:1-8)
Si deseas ser una identidad separada de tu hermano,
tus reacciones serán de ataque. Si en cambio, tu deseo es poner de manifiesto
tu unicidad, tu hermano se convierte en el camino que ha de conducirte de
vuelta a tu verdadero hogar, el Cielo.
"Somos la voluntad unida de la
Filiación , cuya plenitud es para todos. Comenzamos nuestra
jornada de regreso, juntos, y, según avanzamos juntos, congregamos a nuestros
hermanos. Cada aumento de nuestra fuerza se
lo ofrecemos a todos, para que ellos puedan
también superar su debilidad y añadir su
fuerza a la nuestra. Dios nos espera a todos
con los Brazos abiertos, y nos
dará la bienvenida tal como yo te la estoy dando a ti" (T-8.VI.1:1-4).
“Nunca
olvides que la Filiación es tu salvación, pues la Filiación es tu Ser. Al ser
la creación de Dios, es tuya, y al pertenecerte a ti, es Suya. Tu Ser no
necesita salvación, pero tu mente necesita aprender lo que es la salvación. No
se te salva de nada, sino que se te salva para la gloria. La gloria
es tu herencia, que tu Creador te dio para que la extendieras. No obstante, si
odias cualquier parte de tu Ser pierdes todo tu entendimiento porque estás contemplando
lo que Dios creó como lo que eres, sin
amor. Y puesto que lo que Él
creó forma parte de Él, le estás negando el lugar que le corresponde en Su
Propio altar” (T-11.IV.1:1-7).
Y, ¿Cómo debemos
amar?
"No puedes entablar ninguna relación real con ninguno de los Hijos de Dios a menos que los ames a todos, y que los ames por igual. El amor no hace excepciones. Si otorgas tu amor a una sola parte de la Filiación exclusivamente, estarás sembrando culpabilidad en todas tus relaciones y haciendo que sean irreales. Sólo puedes amar tal como Dios ama. No intentes amar de forma diferente de como Él lo hace, pues no hay amor aparte del Suyo. Hasta que no reconozcas que esto es verdad, no tendrás idea de lo que es el amor. Nadie que condena a un hermano puede considerarse inocente o que mora en la paz de Dios. Si es inocente y está en paz, pero no lo ve, se está engañando, y ello significa que no se ha contemplado a sí mismo" (T-13.X.11:1-8).
Un mensaje alentador:
“En ti no hay separación, y no hay
sustituto que pueda mantenerte separado de tu hermano. Tu realidad fue la
creación de Dios, la cual no tiene sustituto. Estáis tan firmemente unidos en
la verdad, que sólo Dios mora allí. Y Él jamás aceptaría otra cosa en lugar de vosotros. Él
os ama a los dos por igual y cual uno solo. Y tal como Él os ama, así sois. Vosotros no estáis
unidos en ilusiones, sino en un Pensamiento tan santo y tan perfecto que las
ilusiones no pueden permanecer allí para mancillar el santo lugar donde os encontráis
unidos. Dios está contigo, hermano mío. Unámonos en Él en paz y con gratitud, y
aceptemos Su regalo como nuestra más santa y perfecta realidad, la cual
compartimos con Él" (T-18.I.10:1-9).
"El Cielo le es restituido a toda la Filiación a
través de tu relación, pues en ella reside la Filiación, íntegra y hermosa, y
a salvo en tu amor. El Cielo ha
entrado silenciosamente, pues todas las ilusiones han sido llevadas dulcemente
ante la verdad en ti, y el amor ha refulgido sobre ti, bendiciendo tu relación
con la verdad. Dios y toda Su creación han entrado a formar parte de ella
juntos. ¡Cuán santa y hermosa es vuestra relación, la cual la verdad ilumina! El
Cielo la contempla y se regocija que lo hayas dejado venir a ti. Y Dios Mismo
se alegra de que tu relación siga siendo tal como fue creada. El universo que
se encuentra dentro de ti se une a ti junto con tu hermano. Y el Cielo
contempla con amor aquello que está unido en él, junto con su Creador” (T-18.I.11:1-8).
Para finalizar este
análisis, os dejo dos referencias extraídas del Libro de Ejercicios, concretamente
las detalladas en la Lección 181: “Confío en mis hermanos, que son uno conmigo”
y en la Lección 288: “Que me olvide hoy del pasado de mi hermano”.
Recordémoslas.
LECCIÓN 181
Confío en mis hermanos, que son uno conmigo.
"Confiar en tus hermanos es esencial para establecer y sustentar tu fe
en tu propia capacidad para trascender tus dudas y tu falta de absoluta
convicción en ti mismo. Cuando atacas a un hermano, proclamas que está
limitado por lo que tú has percibido en él. No estás viendo más allá de sus
errores. Por el contrario, éstos se exageran, convirtiéndose en obstáculos que
te impiden tener conciencia del Ser que se encuentra más allá de tus propios
errores, así como de sus aparentes pecados y de los tuyos" (L.pI.181.1:1-4).
"La percepción tiene un enfoque. Eso es lo que hace que lo que ves sea
consistente. Cambia de enfoque, y, lo que contemples, consecuentemente
cambiará. Ahora se producirá un cambio en tu visión para apoyar la intención
que ha reemplazado a la que antes tenías. Deja de concentrarte en los pecados
de tu hermano, y experimentarás la paz que resulta de tener fe en la
impecabilidad. El único apoyo que esta fe recibe
procede de lo que ves en otros más allá de sus pecados. Pues sus errores, si te
concentras en ellos, no son sino testigos de tus propios pecados. Y no podrás sino verlos, lo cual te impedirá ver la
impecabilidad que se encuentra más allá de ellos" (L.pI.181.2:1-8).
"No hay nadie que no sea mi hermano. He sido bendecido con la unidad de la
que gozo con el universo y con Dios mi Padre, el único Creador de la totalidad
que es mi Ser, el cual es eternamente uno conmigo" (L.pI.201.1:2-3) .
LECCIÓN 288
Que me olvide hoy del pasado de mi hermano.
"Éste es el pensamiento que me
conduce a Ti y me lleva a mi meta. No puedo llegar hasta Ti sin mi hermano. Y
para conocer mi Fuente, tengo primero que reconocer lo que Tú creaste uno
conmigo. La mano de mi hermano es la que me conduce a Ti. Sus pecados están en
el pasado junto con los míos, y me he salvado porque el pasado ya pasó. No
permitas que lo siga abrigando en mi corazón, pues me desviaría del camino que
me lleva a Ti. Mi hermano es mi salvador. No dejes que ataque al salvador que
Tú me has dado. Por el contrario, déjame honrar a aquel que lleva tu Nombre,
para así poder recordar que es el mío también" (L.pII.288.1:1-9).
"Perdóname hoy.
Y sabrás que me has perdonado si contemplas a tu
hermano en la luz de la santidad. Él no puede ser menos santo que yo, y tú no
puedes ser más santo que él" (L.pII.288.2:1-3).
Infinitas gracias Juan José que la luz del Espíritu santo ilumine tu camino y te lleve por un camino de bendiciones donde reine la luz, la dicha y la paz de Dios. Todos los días te leo te honro y te doy las gracias por ayudarme a estudiar Un Curso de Milagros. Te abrazo!
ResponderEliminarGratitud por tus hermosas palabras y por tu amable refuerzo.
ResponderEliminarQue belleza vuelvo a estudiar contigo hoy y encuentro un comentario que hice el 16/09/2019 hace un año y me vuelvo a llenar de tú energía y esta vez me honro por estar disciplinada estudiando contigo, y aunque no nos conocemos mí alma palpita con tú alma, Abrazos de Luz desde Venezuela 🤗
ResponderEliminarInfinitas gracias... Hermano amado. Hoy traes el mensaje perfecto para mi.. 🌻 Tus palabras tan bien dichas llegan como una bella melodia.. Infinitas gracias.. Caminas en abundancia gracias por tu bello regalo
ResponderEliminarGracias J.J
ResponderEliminarHola, Juan José. Gracias por estas líneas. Hace un tiempo que estudio el curso, pero aún no logro entender como ver a mi hermano, es decir, al saber que no hay nadie ahí afuera, pero también saliendo que la mente del hijo de Dios se fraccionó, es como que estoy entre perdonar lo que no hay, oejor dicho, pensar que sólo hay una imagen neutra frente a mí, o ver a mi hermano como a mí mismo. Es decir, o no está y no es nada (sólo está ahí para distraerme, inventado por el ego) o sou yo y tengo que verlo inocente
ResponderEliminarBueno,mi pregunta está enfocada a lo práctico, es decir, más allá de lo que dice el curso o lo que explicaste arriba, cómo se lleva esto a la práctica...
Algún que otro facilitador y estudiante me ha escrito para explicarme, pero no van el punto, a como percibir al que tengo enfrente.
Gracias por leer y un saludo. Grácias por las joyas que nos das