sábado, 2 de marzo de 2024

Capítulo 2: LA SEPARACIÓN Y LA EXPIACIÓN. I. Los orígenes de la separación

Capítulo 2


LA SEPARACIÓN Y LA EXPIACIÓN

I. Los orígenes de la separación

1. La capacidad de extenderse es un aspecto fundamental de Dios que Él le dio a Su Hijo. 2En la creación, Dios Se extendió a Sí Mismo a Sus creaciones y les infundió la misma amorosa Volun­tad de crear que Él posee. 3No sólo fuiste plenamente creado, sino que fuiste creado perfecto. 4No existe vacuidad en ti. 5Debido a la semejanza que guardas con tu Creador eres creativo. 6Ningún Hijo de Dios puede perder esa facultad, ya que es inherente a lo que él es, pero puede usarla de forma inadecuada al proyectar. 7El uso inadecuado de la extensión -la proyección- tiene lugar cuando crees que existe en ti alguna carencia o vacuidad, y que puedes suplirla con tus propias ideas, en lugar de con la verdad. 8Este proceso comprende los siguientes pasos:
  • 9Primero: Crees que tu mente puede cambiar lo que Dios creó.
  • 10Segundo: Crees que lo que es perfecto puede volverse imper­fecto o deficiente.
  • 11Tercero: Crees que puedes distorsionar las creaciones de Dios, incluido tú.
  • 12Cuarto: Crees que puedes ser tu propio creador y que estás a cargo de la dirección de tu propia creación.
Reconozco que el tema con el que se inicia el Capítulo 2, la separación, me fascina desde el punto de vista intelectual. Siempre me he cuestionado la razón, por la cual, el Hijo de Dios, aun gozando de la Plenitud dispuesta para Él por Su Padre, decide alimentar la falsa creencia que lo lleva a verse separado de su Creador. 

Conocer la causa que ha originado esa falsa visión, para mí es muy importante, si realmente nos anima el retorno a ese estado paradisíaco. 

Me llama mucho la atención como se describe la capacidad creadora del Padre, como la capacidad de "extenderse". Entiendo que encontrar una expresión física para expresar una condición divina, no es una misión fácil. La facultad de extenderse, la considero apropiada, pues, favorece la idea de expansión de sí mismo. No se trata de un parto tal y como lo experimentamos a nivel humano, en el que la criatura se ve expulsada al exterior tras haber permanecido durante el tiempo de gestación en el interior de su creador. 

En la manifestación creadora de Dios, su acción le lleva a "prolongarse" a Sí Mismo, lo que nos revela que, su creación es una expansión de Sí Mismo, o lo que es lo mismo, el Hijo de Dios ha sido creado a Su Imagen y Semejanza. Hijo y Padre cuentan con las mismas cualidades y con el mismo potencial.

En el mundo físico, el hijo, creado con los mismos materiales que su progenitor, no cuenta con su mismo estado de conciencia. En un intento de entendimiento, me pregunto si podríamos aplicar la Ley de Analogía y pensar que, a pesar de la semejanza entre Padre e Hijo, este último, es un Dios en formación. Estoy seguro que más adelante, en la medida en que avance el Curso, esta cuestión quedará resuelta.

Dando continuidad a este punto, se nos dice que hemos sido creados perfectos, con lo cual, no caben plantearse cuestionamientos que pongan en duda nuestra Pureza. Igualmente, se nos enseña que somos seres creativos y que ese don no podemos perderlo nunca. sin embargo, dicho estado es una facultad que sí podemos utilizarla erróneamente. 

Podríamos decir, en base a las claves que se recogen en este interesante punto, que el Hijo de Dios, dotado del potencial creador de Su Padre, tiene la capacidad de expandirse, y cuando así lo hace, está creando bajo las leyes de la eternidad. En cambio, cuando responde a la necesidad y al deseo, lo que hace es proyectar, dando lugar a una creación falsa y sujeta a la ley de la temporalidad.


2. Estas distorsiones, relacionadas entre sí, son un fiel reflejo de lo que realmente ocurrió en la separación o "desvío hacia el miedo". 2Nada de eso existía antes de la separación, ni existe realmente ahora. 3Todo lo que Dios creó es semejante a Él. 4La extensión, tal como Dios la emprendió, es similar al resplandor interior que los Hijos del Padre han heredado de Él. 5Su verdadera fuente se encuentra en su interior. 6Esto es tan cierto con respecto al Padre como al Hijo. 7En este sentido la creación incluye tanto la creación del Hijo por Dios, como las creaciones del Hijo una vez que su mente ha sanado. 8Esto requiere el libre albedrío con el que Dios le dotó, ya que toda creación amorosa se otorga libremente en una línea continua, en la que todos los aspectos tienen el mismo rango.

Uno de los argumentos utilizados por aquellos cuya creencia los lleva a pronunciarse como ateos, es el siguiente: "Si Dios existe por qué ha permitido y permite que Su Hijo sea cruel en sus acciones" ¿Por qué Dios permite el mal, el dolor, el sufrimiento?

Las acciones del Hijo de Dios responden a la Ley Eterna del libre albedrío. Aquellas acciones basadas en el Amor forman parte del Hijo y del Padre. Aquellas acciones basadas en el miedo, no existen ni forman parte de la Verdad que constituye el Ser de Dios. Dichas acciones, dan lugar a la proyección de un mundo ilusorio, perecedero y temporal, con el cual surge la identidad del ego.

3. El jardín del Edén -la condición que existía antes de la separa­ción- era un estado mental en el que no se necesitaba nada. 2Cuando Adán dio oídos a "las mentiras de la serpiente", lo único que oyó fueron falsedades. 3Tú no tienes por qué continuar cre­yendo lo que no es verdad, a no ser que así lo elijas. 4Todo ello puede literalmente desaparecer en un abrir y cerrar de ojos por­que no es más que una percepción falsa. 5Lo que se ve en sueños parece ser muy real. 6Lo que es más, en la Biblia se menciona que sobre Adán se abatió un sueño profundo, mas no se hace referen­cia en ninguna parte a que haya despertado. 7El mundo no ha experimentado todavía ningún despertar o renacimiento com­pleto. 8Un renacer así es imposible mientras sigas proyectando o creando falsamente. No obstante, la capacidad de extender tal como Dios te extendió Su Espíritu permanece todavía dentro de ti. 10En realidad, ésta es tu única alternativa, pues se te dio el libre albedrío para que te deleitaras creando lo perfecto.

De manera alegórica, los Textos Sagrados nos describen los hechos que dieron lugar al acto llamado "Pecado Original" de nuestros primeros Padres. Este punto, nos aclara que se trata de estados mentales. Tanto el jardín del Edén, como el personaje que protagonizó el acto de la tentación, la serpiente, hacen referencia al estado de conciencia en los que se encuentra nuestra mente. La tentadora serpiente representa la naturaleza emocional, el poder del deseo, el cual, nos lleva a sentir la necesidad y la carencia y vislumbrar un mundo separado bajo la visión del miedo. 

El sucumbir a la tentación, nos revela la acción de proyectar una idea contraria a las Leyes de Dios, a las leyes del Amor. Nos narra la Biblia que sobre Adán se abatió un sueño profundo, revelándonos con ello, el estado actual de nuestra conciencia, la cual, se encuentra identificada con un mundo ilusorio y transitorio. 

Termina este punto con una observación importante, al recordarnos que debemos utilizar nuestro libre albedrío para utilizar correctamente nuestra capacidad creadora, para lo cual, debemos expandir lo que somos, esto es, extender nuestro Amor, en vez de proyectar nuestras carencias y miedos.

4. Todo miedo se reduce, en última instancia, a la básica percep­ción errónea de que tienes la capacidad de usurpar el poder de Dios. 2Por supuesto, no puedes hacer eso, ni jamás pudiste ha­berlo hecho. 3En esto se basa el que puedas escaparte del miedo. 4Te liberas cuando aceptas la Expiación, lo cual te permite darte cuenta de que en realidad tus errores nunca ocurrieron. 5Sólo des­pués del sueño profundo que se abatió sobre Adán pudo éste experimentar pesadillas. 6Si de repente se enciende una luz cuando alguien está teniendo un sueño aterrador, puede que ini­cialmente interprete la luz como parte de su sueño y tenga miedo de ella. 7Sin embargo, cuando despierte, la percibirá correcta­mente como su liberación del sueño, al que dejará entonces de atribuir realidad. 8Esta liberación no se basa en ilusiones. 9El cono­cimiento que ilumina no sólo te libera, sino que también te mues­tra claramente que eres libre.

El poder de Dios crea Eternidad. Si tuviésemos la capacidad de usurpar ese poder y aplicarlo a nuestras falsas creaciones, a nuestras proyecciones, entonces tendríamos la capacidad de perpetuar lo irreal, lo perecedero, lo transitorio y todo lo que forma parte de esa ilusión (dolor, sufrimiento, enfermedad, etc). Esta falsa creencia, nos revela el Texto, es la causa del miedo.

Afortunadamente, tan solo lo creado bajo la fuerza del Amor, es eterno.

Es tranquilizador saber que, el conocimiento es una vía de liberación que favorecerá nuestro despertar y, sobre todo, ese conocimiento nos permitirá recordar nuestra naturaleza divina, permitiéndonos gozar de la conciencia de la libertad.

5. Sean cuales sean las mentiras que te hayas creído, para el mila­gro son
irrelevantes, pues puede sanar cualquiera de ellas con la misma facilidad. 2El milagro no hace distinciones entre diferentes percepciones falsas. 3Su única finalidad es distinguir entre la ver­dad por un lado y el error por otro. 4Algunos milagros pueden parecer más difíciles de obrar que otros, 5pero no te olvides del primer principio de este curso: no hay grados de dificultad en los milagros. 6En realidad eres perfectamente invulnerable a toda expresión de falta de amor. 7Estas expresiones pueden proceder de ti o de otros, de ti hacia otros, o de otros hacia ti. 8La paz es un atributo que se encuentra en ti. No puedes hallarla fuera de ti mismo. 10La enfermedad es una forma de búsqueda externa. 11La salud es paz interior. 12La paz te permite mantenerte ecuánime ante cualquier falta de amor procedente de afuera, y te capacita, mediante tu aceptación de los milagros, para corregir las condi­ciones que resultan de la falta de amor en los demás.

Algunas pinceladas que resumen de manera condensada lo que posteriormente se desarrollará, de manera más extensa, a lo largo del Curso. El poder del milagro, no responde a las leyes fabricadas por una mente dual. El Amor se consagra a la unidad y desde esa visión, sana el error y nos sitúa en un estado de santidad.

La afirmación: "La paz es un atributo que se encuentra en ti", nos despeja cualquier duda a la hora de buscar ese deseado encuentro fuera de nosotros. Para el ego, tal afirmación, no será compartida, pues el objetivo de su búsqueda se encuentra en el mundo proyectado, es decir, en el mundo exterior. Dada las características efímeras y temporales de ese mundo, la paz, nunca será una realidad.

Tan solo la visión real de lo que somos nos permitirá gozar de la paz. 

2 comentarios:

Capítulo 16. II. El poder de la santidad (2ª parte).

II. El poder de la santidad (2ª parte). 4.  Has obrado milagros, pero es muy evidente que no los has obrado solo.  2 Cada vez que te extendi...