martes, 9 de diciembre de 2025

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 343

LECCIÓN 343

No se me pide que haga ningún sacrificio para encontrar la misericordia y la paz de Dios.


1. El final del sufrimiento no puede suponer una pérdida. 2El regalo de lo que lo es todo tan sólo puede aportar ganancias. 3Tú sólo das. 4Nunca quitas. 5Y me creaste para que fuese como Tú, de modo que el sacrificio es algo tan imposible para mí como lo es para Ti. 6Yo también no puedo sino dar. 7Y así, todas las cosas me son dadas para siempre. 8Aún soy tal como fui creado. 9Tu Hijo no puede hacer sacrificios, pues es íntegro, al ser su función completarte a Ti. 10Soy íntegro por ser Tu Hijo. 11No puedo perder, pues sólo puedo dar, y así, todo es mío eternamente.

2. La misericordia y la paz de Dios son gratuitas. 2La salvación no cuesta nada. 3Es un regalo que se debe dar y recibir libremente. 4Y esto es lo que vamos a aprender hoy.



¿Qué me enseña esta lección? 

En las enseñanzas cabalísticas, se nos revelan las sendas que sigue la consciencia para alcanzar su meta final, fundirse en la Unidad del Padre.

Se definen tres sendas: la Senda de la Izquierda, basada en el rigor de la Ley; la Senda de la Derecha, fundamentada en la Gracia y el Amor; y la Senda del Centro, que se apoya en la Revelación de la Unidad.

Se podría decir que la Senda del Centro integra a las otras dos, y que su camino de aprendizaje se distingue por la Iluminación Directa de la Verdad.

La Vía de la Izquierda o del Rigor nos lleva a la creencia de que el sacrificio es esencial para alcanzar la purificación y actuar con rectitud. Este camino respalda la idea de que “no hay amor sin sacrificio”. Es un mensaje propio de una conciencia ligada al mundo material, que comparte la creencia en la separación, adquirida a través de la percepción.

La vía de la Derecha o del Amor, a diferencia de la anterior, busca la purificación y la salvación a través del Amor Incondicional. Sostiene que amar no requiere sacrificio, ya que el simple hecho de amar es dar, y al dar, también se recibe.

La vía del Centro, la de la Iluminación, nos conducirá a la evidencia de la Verdad en un instante y, en esa visión, comprenderemos que el acto que antes veíamos como un sacrificio no lo es, sino que forma parte de nuestra voluntad de expandir nuestro Amor con plena libertad.

Ejemplo-Guía: "Si el amor te exige un sacrificio, entonces no es amor".

Puede que esta afirmación te sorprenda. Quizá, como me ocurrió a mí, hayas recibido desde pequeño el mensaje opuesto: “No hay amor sin sacrificio”.
Hoy, gracias a los recursos que nos brindan las enseñanzas de Un Curso de Milagros, podemos abordar este tema con una perspectiva renovada. Esto nos permite reflexionar sobre el concepto de sacrificio y reconocer que, detrás del valor que le hemos otorgado, se halla el antiguo sistema de pensamiento del ego, fundamentado, como sabemos, en la separación y la culpa.

Si sentimos culpa, aunque sea de forma inconsciente, es natural que busquemos aliviar ese peso tomando acciones que nos hagan sentir “buenos” o “mejores”, es decir, que nos liberen del dolor que nos provocan nuestras acciones consideradas pecaminosas. El sacrificio se presenta así como una forma de darnos paz, pero curiosamente nunca lo logra, ya que la experiencia de sacrificar nos lleva a sentirnos separados de los demás. Hacemos las cosas por culpa, no por verdadero amor, no porque sea nuestra naturaleza expandir nuestra esencia amorosa.

Recuerdo cuando mi madre exclamaba: "Eres un desagradecido, no valoras el sacrificio que hacemos por ti". No era consciente del daño que le estaba causando, pero sentía que sus palabras estaban cargadas de dolor.

Cuando lo que hacemos empieza a sentirse como un sacrificio, es momento de darnos un respiro para reflexionar y preguntarnos si realmente lo hacemos con amor o solo por cumplir con una obligación ética o moral.

Si nuestra mente cree que el sacrificio es la forma adecuada de redimir nuestras culpas, entonces debemos entender que le estamos pidiendo al universo que nos ponga en situaciones donde tengamos que sacrificarnos. Estas experiencias nos llevan a lamentarnos y a quejarnos de que la vida solo nos muestra su lado amargo, cuando en realidad es el lado que estamos eligiendo.

Si hay sacrificio, no es amor. Ahora lo veo tan claro que no me queda duda de que el sacrificio implica esfuerzo, mientras que lo que hacemos con amor fluye sin pesar. El sacrificio nos desgasta, pero el amor nos anima y nos inspira.

Cuando hacemos algo por sacrificio, nos agotamos y nos desgastamos. En cambio, cuando ponemos amor en lo que hacemos, eso que hacemos nos devuelve amor y nos sentimos llenos de energía y plenitud.

En el sacrificio sentimos la pérdida, mientras que en el amor todo es expansión y abundancia.

Reflexión: La salvación no cuesta nada. Es un regalo que se debe dar y recibir libremente.

10 comentarios:

  1. Saludos,gracias, me encanto esta lectura,me ayudo a ver de otra manera, dejare de ver lo que veia como un sacrificio, como un acto de amor, y mas cuando es por mi familia, si al fin y al cabo lo que yo creia que "sacrificaba" es material, que umportancia tiene, si el amor lo es todo y lonpuede todo. Por eso me encanta leer tanto estas reflexiones. Gracias Juan Jose por este aporte, gracias por ayudarme en mi regreso sl Padre. Abrazos de Luz Te amo.

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  2. Gracias infinitas por tan noble explicación de esta hermosa lección

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  3. El Amor Es la Ley Suprema del Universo,y Nosotros sus Divinos Instrumentos🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️

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  4. Gracias gracias gracias. Recibes lo que das. Abrazo infinito

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  5. Somos Amor,Somos Verdad,Somos Paz🙏🙏🙏🙏🙏🙏✨✨✨✨✨✨💙💙💙💙💙💙🤍🤍🤍🤍🤍🤍

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