Capítulo 24
EL DESEO DE SER ESPECIAL
Introducción
1. No olvides que la motivación de este curso es alcanzar y conservar el estado de paz. 2En ese estado la mente se acalla y se alcanza la condición en la que se recuerda a Dios. 3No es necesario que le digas lo que Él debe hacer. 4Él no fallará. 5Allí donde puede entrar, Él ya ha entrado. 6¿Cómo no iba a poder entrar allí donde es Su Voluntad estar? 7Alcanzarás la paz porque ésa es Su Voluntad. 8¿Crees que una sombra puede frenar
Tengo la certeza, en este momento más que nunca, de que el uso consciente de la mente nos conectará con nuestro verdadero Ser y esta visión nos permitirá alcanzar y conservar el estado de paz que realmente somos.
Como nos propone este primer apartado de la introducción del capítulo 24, el estado de paz, la ausencia de conflicto, nos permitirá acallar la mente y ello nos conectará con Dios, nuestra verdadera identidad. Nuestra mente divina, no la corpórea y egoica, nos hará conscientes de que no tenemos que hacer nada en absoluto, pues no es lo que hacemos sino lo que somos lo que tiene verdadero valor.
2. Aprender este curso requiere que estés dispuesto a cuestionar cada uno de los valores que abrigas. 2Ni uno solo debe quedar oculto y encubierto, pues ello pondría en peligro tu aprendizaje. 3Ninguna creencia es neutra. 4Cada una de ellas tiene el poder de dictar cada decisión que tomas. 5Pues una decisión es una conclusión basada en todo lo que crees. 6Es el resultado de lo que se cree y emana de ello tal como el sufrimiento es la consecuencia inevitable de la culpabilidad, y la libertad, de la falta de pecado. 7La paz no tiene substitutos. 8No hay alternativa para lo que Dios crea. 9La verdad surge de lo que Él sabe. 10Y así como toda la creación surgió en Su Mente por razón de lo que Él sabe, del mismo modo tus decisiones proceden de tus creencias.
El valor de Ser se alinea con la verdad que somos. La búsqueda de otros valores que den más importancia al "hacer", al "tener", responderá al deseo de escasez, de necesidad, al deseo de ser especial y, por lo tanto, a la creencia en la separación. Esta errónea creencia nos mantiene prisioneros del miedo, del conflicto, del sufrimiento, del dolor y de la visión de la muerte.
Detrás de cada decisión siempre hay una creencia y ninguna creencia es neutra. Debemos recordar, tal y como nos enseña el Curso, que la causa de nuestras creencias se encuentra en el deseo. Por lo tanto, la clave para aprender este curso requiere que estemos dispuestos a cuestionar cada uno de los valores que abrigamos, dado que le damos valor a aquello que deseamos.
El deseo de unidad emana de la esencia del amor y de la experiencia de la comunión con Dios y con la Filiación. El deseo de unidad nos hace habitantes del Cielo.
El deseo de ser especial es la fuente del miedo y da lugar a la creencia en la separación. El deseo de ser especial nos hace habitantes de la tierra.
En el Cielo la existencia es verdadera y eterna. En la tierra es ilusoria y temporal.
Hola!👋 Juan José!. Saludos desde CHARLOTTE, CAROLINA DEL NORTE. EEUU. Al leer este capítulo solo lo que me rodea es un silencio eterno, lleno de Amor y una Paz que pocas veces he experimentado. Muchas gracias por compartir tu luz.!!!
ResponderEliminar¡Que la paz te acompañe siempre! 🙏❤️
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