D. El cuarto obstáculo: El temor a Dios (3ª parte).
5. Cada obstáculo que la paz debe superar se salva de la misma manera: el miedo que lo originó cede ante el amor que se encuentra detrás, y así desaparece el miedo. 2Y lo mismo ocurre con este último obstáculo. 3El deseo de deshacerte de la paz y de ahuyentar el Espíritu Santo se desvanece en presencia del sereno reconocimiento de que amas a Dios. 4La exaltación del cuerpo se abandona en favor del espíritu, al que amas como jamás podrías haber amado al cuerpo. 5Y la atracción de la muerte desaparece para siempre a medida que la atracción del amor despierta en ti y te llama. 6Desde más allá de cada uno de los obstáculos que te impiden amar, el Amor Mismo ha llamado. 7Y cada uno de ellos ha sido superado mediante el poder de atracción que ejerce lo que se encuentra tras ellos. 8El hecho de que deseases el miedo era lo que hacía que pareciesen insuperables. 9Mas cuando oíste
Hemos descrito anteriormente que, cuando dejemos de rendir culto al cuerpo y lo empleemos en su función correcta, la de canal de comunicación en el mundo perceptivo, estaremos en condiciones de afrontar el plan de salvación previsto por Dios para Su Hijo.
Ya no utilizaremos el cuerpo para atacar, para hacer tangible nuestro odio, nuestra creencia en la separación. Ya no lo emplearemos para juzgar y condenar. Ahora lo convertiremos en un vehículo para amar, para expresar la paz y la felicidad que forman parte de nuestra mente. Lo emplearemos para construir "puentes" que permitan al resto de la humanidad cruzar de la tierra de miedo a la tierra de luz. Entre todos, juntos, podremos recrear el nuevo Edén.
6. Y ahora te encuentras aterrorizado ante lo que juraste no volver a mirar nunca más. 2Bajas la vista, al recordar la promesa que les hiciste a tus "amigos". 3La "belleza" del pecado, la sutil atracción de la culpabilidad, la "santa" imagen encerada de la muerte y el temor de la venganza del ego a quien le juraste con sangre que no lo abandonarías, se alzan todos, y te ruegan que no levantes la mirada. 4Pues te das cuenta de que si miras ahí y permites que el velo se descorra, ellos desaparecerán para siempre. 5Todos tus "amigos", tus "protectores" y tu "hogar" se desvanecerían. 6No recordarías nada de lo que ahora recuerdas.
He podido experimentar, al andar el camino que me conduce hasta la salvación, que mis viejas creencias se convierten en el principal obstáculo para conseguir el estado de paz que debe formar parte de dicha andadura. Me acompaña la voluntad y el deseo de abandonar un mundo caótico en el que la paz y la felicidad brillan por su ausencia, donde el dolor y el sufrimiento se convierten en el pan de cada día, por lo que en muchas ocasiones me siento perdido y parece que las fuerzas iniciales me abandonan.
Son las viejas creencias que durante tanto tiempo han formado parte de mi mente las que me reclaman ser alimentadas, pues he dejado de atenderlas. El "libro del viajero" también recoge esta singladura, es decir, también nos advierte que en el camino nos encontraremos con las resistencias, con las dudas, que nos invitan a tomar la ruta más cómoda, la conocida, y nos evitarán quebraderos de cabeza, esfuerzos inútiles. Son las voces de las creencias que hemos alimentado durante tanto tiempo y a las que prometimos fidelidad eterna.
La solución para salir airoso en esos tramos del camino nos viene dada en este punto. Dejar de mirar el pasado en nuestra mente para concentrarnos tan solo en el presente, en el ahora, en el instante que nuestra voluntad hará santo al elegir el amor en vez del miedo.
7. Te parece que el mundo te abandonaría por completo sólo con que alzases la mirada. 2Sin embargo, lo único que ocurriría es que serías tú quien lo abandonaría para siempre. 3En esto consiste el re-establecimiento de tu voluntad. 4Mira con los ojos bien abiertos a eso que juraste no mirar, y nunca más creerás que estás a merced de cosas que se encuentran más allá de ti, de fuerzas que no puedes controlar o de pensamientos que te asaltan en contra de tu voluntad. 5Tu voluntad es mirar ahí. 6Ningún deseo desquiciado, ningún impulso trivial de volverte a olvidar, ninguna punzada de miedo, ni el frío sudor de lo que aparenta ser la muerte pueden oponerse a tu voluntad. 7Pues lo que te atrae desde detrás del velo es algo que se encuentra en lo más recóndito de tu ser, algo de lo que no estás separado y con lo que eres completamente uno.