jueves, 13 de noviembre de 2025

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 317

LECCIÓN 317

Sigo el camino que se me ha señalado.

1. Tengo una misión especial que cumplir, un papel que sólo yo puedo desempeñar. 2La salvación espera hasta que yo elija asu­mir ese papel como mi único objetivo. 3Hasta que no tome esa decisión, seré un esclavo del tiempo y del destino humano. 4Pero cuando por mi propia voluntad y de buen grado vaya por el camino que el plan de mi Padre me ha señalado, reconoceré entonces que la salvación ya ha llegado, que se les ha concedido a todos mis hermanos y a mí junto con ellos.

2. Padre, Tu camino es el que elijo seguir hoy. 2Allí donde me conduce, es adonde elijo ir, y lo que quiere que haga, es lo que elijo hacer. 3Tu camino es seguro y el final está garantizado. 4Allí me aguarda Tu recuerdo. 5Y todos mis pesares desaparecerán en Tu abrazo, tal como le prometiste a Tu Hijo, quien pensó erróneamente que se había alejado de la segura protección de Tus amorosos Brazos.


¿Qué me enseña esta lección? 

El camino que nos conduce al Cielo, a la Salvación, es el camino de la Unidad, del Amor, del Perdón. 

Todas las sendas conducen a ese camino. Es el camino real y verdadero.

Podemos caminar por las sendas que elijamos. Podemos, incluso, perdernos en nuestro propósito de encontrar el verdadero camino, pero, al final, retomaremos la senda que nos conduce a él.

Mientras que estemos identificados con el ego, con el cuerpo, construiremos nuestros propios caminos. Esos caminos son diferentes unos de otros. Su característica principal reside en la diferencia. Pensamos que nuestro camino es el mejor y perseguimos que sea el menos transitado, pues ello nos permite sentirnos especiales.

Un día nos damos cuenta de que al final del camino nos vemos obligados a retornar sobre nuestros pasos y partir de nuevo del punto de inicio. Probamos con nuevas rutas; nuevas sendas se bifurcan unas con otras, en un intento de alcanzar una meta cuyo final, realmente, no nos satisface.

Tan sólo, cuando comprendemos que todas las sendas deben confluir, es cuando somos capaces de encontrar la puerta que nos conduce al camino correcto. Ese camino siempre ha estado esperándonos. Ese camino nos conduce a un estado de percepción que nos hace conscientes de que somos los soñadores del sueño en el que somos protagonistas. 

Sí, ese camino nos permite encontrar el sendero que nos lleva de vuelta a nuestro verdadero hogar.

Hoy, elijo el camino que el Padre ha dispuesto. Hoy, camino de su mano hasta el trono de la paz.


Ejemplo-Guía: "Todos los caminos llevan a ROMA-AMOR".

Durante mucho tiempo pensé que no estaba siguiendo el camino adecuado. Esa creencia no ha sido fortuita. Los demás se encargaban de decírmelo, en ocasiones amablemente, pero en otras, de manera enérgica y contundente. Como si la verdad fuese más fácil alcanzarla a golpes. Es evidente que esa percepción nos deja una huella profunda y, sobre todo, nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre otras formas posibles.

Lo anterior es parte de los argumentos del ego. Desde la perspectiva del Espíritu, la situación se ve de forma diferente, con menos angustia. Para empezar, pienso que todos los caminos conducen a Roma-Amor. Estoy completamente convencido de ello, porque creo que ese camino es mi elección, una decisión cuyo propósito es hacerme consciente de que soy un ser de luz.

He aprendido que todos los caminos son válidos, aunque algunos sean más largos que otros. Lo digo con plena conciencia de que es una percepción del ego. Si tuviese que hacerla desde la visión de la eternidad, diría que, realmente, no hay camino. Somos el camino. Ese camino es uno, pues en la eternidad no existe dualidad. El Hijo de Dios es una emanación del Creador. La Fuente es el Camino al cual pertenecemos.

Mientras llegamos a ese estado de percepción auténtica que nos coloca a las puertas del Cielo, el camino que recorremos se llena de diversas variables, pero todas forman parte del “escenario” que hemos elegido para lograr nuestro despertar.

Reflexión: ¿Con qué conciencia andamos el camino?

7 comentarios:

  1. Esta lección nos hace vernos, revisarnos, evaluar como estamos viendo el camino. Somos el Camino. Ser uno con El. Gracias

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  2. Lo Importante es Amar y Entregarnos a Nuestro Padre,el Camino no es lo Importante,lo Importante Es Ser Amor🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏

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  3. Juan José tú pregunta final me lleva a una gran reflexión,¿con qué consciencia andamos en el camino?
    Andamos con consciencia de unidad o de separación, andamos viviendo el momento presente o vivimos en tiempo psicológico (pasado y futuro) vivimos en la ira, el rencor y el sufrimiento o vivimos en el amor viendo un mundo perdonado, sin duda el camino es la unidad, el amor, el perdón y el instante santo en el cual puedo despertar del sueño del ego y recordar el plan de Dios que es mi felicidad, sigo el camino que se me ha señalado para llegar a Roma.
    Que buena analogía (Roma =Amor)
    Gracias Jj te abrazo desde aquí que es allá 🤗

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  4. Gracuas infinitas, Juan Jose. Amor y bendicuones. ❤❤❤

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  5. Gracias Juan José 🙏🏻

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