¿Qué me enseña esta lección?
Hoy camino, especialmente, con paso firme y la posición erguida. No es una posición que denote altivez o prepotencia, sino todo lo contrario, es un gesto de humildad y santidad, pues, es el significado de que reconozco la Santa Presencia del Padre en mí.
Esa visión de Unidad, me llevará a elevar la mirada hacia el cielo y dar gracias Al Que me ha enviado, pues, reconozco mi identidad y me proclamo Su Hijo Bien Amado.
¿Qué puedo temer en ese instante santo? El amor se expresa como la única verdad y su luz ha disipado la oscuridad en la que se regocijaba el ego. El miedo ya no tiene presencia en mi mente; la culpa al no encontrar a su fiel aliado, el pecado, se ha fundido en el abrazo que le ofrece el perdón; el castigo ya no encuentra a su víctima y ahora adopta los ropajes del valor; la tristeza ha olvidado las fruncidas muecas de su rostro y presume de una pletórica sonrisa, es la imagen de la felicidad.
Mi caminar se acompasa al rítmico son de la paz, de la dicha, de la plenitud. Cada paso es certero y me acerca cada vez más a la Morada de Dios. Soy consciente de que Dios es el Camino y que ese Camino se encuentra trazado en mi genética Espiritual.
Hoy es un día muy especial, pues, sé que camino con Dios en perfecta santidad, en perfecta unidad.
Ejemplo-Guía: "¿Con quién caminas?
Si lo has experimentado, sabrás reconocer de lo que te hablo, de lo que nos habla esta lección.
Habrás vivido momentos de desolación, de tristeza, de confusión, de miedo y de soledad. Habrás experimentado todas estas situaciones, pues, como yo, habrás elegido como tu acompañante de camino al ego. Incluso, habrás confundido momentos efímeros de felicidad, que en un abrir y cerrar de ojos, en un pestañeo, habrán desaparecido de tu vida. Sí, la felicidad, que ofrece el mundo del ego, es ilusoria.
Pero un día, decides cambiar al compañero de viaje. Dices adiós al ego, le agradeces las lecciones y el aprendizaje que te ha ofrecido, sobre todo el reconocimiento de lo irreal y el verdadero valor de lo real, y decides tomar la mano de Aquel que aguardaba esa decisión con paciente Amor.
Ese instante es glorioso, es un instante santo, en el que te fundes con tu Creador, en el que reconoces la Fuente de donde procedes. Ya no hay dudas, tan sólo certeza. Ya no hay miedo, tan sólo confianza. Ya no hay culpa, tan sólo impecabilidad e inocencia. Ya no hay dolor, tan sólo dicha. Ya no hay tristeza, tan sólo felicidad. Ya no hay enfermedad, ni muerte, tan sólo plenitud y vida. Ya no hay temporalidad, tan sólo presencia.
Preguntémonos, con quién caminamos de la mano. Si lo has experimentado, sabrás reconocer de lo que te hablo. Tendrás la certeza de que Dios se encuentra presente en cada uno de tus pensamientos, en cada uno de tus sentimientos. Lo sabrás, porque ya no creerás en la separación y en el pecado. Lo sabrás, porque ya no verás, ni percibirás el ataque de tu hermano. Lo sabrás, porque ya no necesitarás levantar elevados muros que te aporten una ficticia defensa. Lo sabrás, porque te verás pletórico, radiante como un sol que desea expandir su luz con la vida. Lo sabrás, sin duda, lo sabrás, y, entonces, recordarás que siempre has sido Santo.
Reflexión: ¿Quién camina a mi lado?
Gracias J.J
ResponderEliminarHoy recuerdo mi Real Ebsencia...Ser Uno con Dios y mis hermanos,sin culpa ni separación 💙💙💙💙💙💙💙🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏
ResponderEliminarCamino con Dios en Perfecta Santidad🙏🙏🙏🙏🙏✨✨✨✨🤍🤍🤍🤍💙💙💙💙🥳🥳🥳🥳🥳🥳
ResponderEliminarGracias ❤
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