miércoles, 14 de agosto de 2024

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 227


LECCIÓN 227

Éste es el instante santo de mi liberación.

1. Padre, hoy es el día en que me libero porque mi voluntad es la Tuya. 2Pensé hacer otra voluntad. 3Sin embargo, nada de lo que pensé aparte de Ti existe. 4Y soy libre porque estaba equivocado y las ilusiones que abri­gaba no afectaron en modo alguno mi realidad. 5Ahora renuncio a ellas y las pongo a los pies de la verdad, a fin de que sean para siempre borradas de mi mente. 6Éste es el instante santo de mi liberación. 7Padre, sé que mi voluntad es una con la Tuya.

2. Y de esta manera, nos encontramos felizmente de vuelta en el Cielo, del cual realmente jamás nos ausentamos. 2En este día el Hijo de Dios abandona sus sueños. 3En este día el Hijo de Dios regresa de nuevo a su hogar, liberado del pecado y revestido de santidad, habiéndosele restituido finalmente su mente recta.


¿Qué me enseña esta lección?

Si nos seguimos identificando con el cuerpo; si creemos que ese envoltorio representa nuestra identidad, nuestra realidad, nuestra verdad, entonces, es que aún permanecemos “dormidos”.

Ese estado de conciencia, nos lleva a creer que permanecemos separados de nuestro Creador; nos lleva a creer que hemos actuado de manera contraria a las Leyes de Dios; nos lleva a creer en el pecado; nos lleva a creer, que debemos sufrir las consecuencias de nuestro acto pecaminoso y para ello, justifica y da la bienvenida al castigo, al sufrimiento, al dolor; nos lleva a creer que debemos sentir temor de nuestro Padre, pues Él ha juzgado nuestra acción creadora como un agravio a su Voluntad y nos ha expulsado del Paraíso Terrenal.

Pero hoy es un día dichoso y feliz, pues nuestra consciencia despierta de su sueño y dirige su mirada hacia la única y verdadera Realidad, lo que le permite ver lo que Somos: Un Ser Espiritual.

Ese despertar nos permite tener la certeza de que Somos Inocentes; de que Somos el Santo Hijo de Dios; de que Somos Perfectos; de que Somos Uno con nuestro Padre y con su Filiación; de que Somos Abundantes y Felices; de que contribuimos conscientemente en el Plan Divino de Salvación, ejecutando fielmente, nuestra función, el perdón.

Ejemplo-Guía: "Me pregunto, ¿habrá una señal que me indique cuál es el instante santo de mi liberación?

Podría ser una inquietud compartida por muchos estudiantes. ¿Cómo sabremos que estamos preparados para la liberación?

En muchas ocasiones, participamos de la creencia que nuestra liberación está en manos de algún maestro, de algún gurú, de alguien de condición santa. Intuyo que no hay un solo camino que nos conduzca al instante santo del despertar. Pero, creo que independientemente del camino elegido para alcanzar la meta, lo importante es que debemos lograr un nivel de consciencia, que sin duda será igual para todos los aspirantes: la consciencia de la Unidad con nuestro Creador.

Los maestros, gurús y personas santas que encontremos en el camino, podemos verlas como las señales de tráfico que anuncian al conductor las muchas variantes de la carretera, pero ellos, no pueden aportarnos, ni vendernos el instante en el que se produce el despertar. Ese instante santo es una experiencia que nos conduce a la percepción verdadera, la que nos ilumina y nos permite comprobar que siempre hemos sido el soñador de nuestros sueños.


Enseñanzas como la que estamos estudiando, realizan el mismo papel que los maestros y guías espirituales. Nos aportan una información que debemos completar llevándola a la experiencia. La teoría no debemos confundirla con la iluminación. Puedo ser un magnífico disertador de las enseñanzas, aglutinar grandiosos foros, y, sin embargo, mi conciencia permanece identificada con el mundo de la percepción.


Conocemos las señales del mundo del ego. Todas ellas se fundamentan en el miedo, en la culpa y en el dolor como vía redentora. Mientras que nuestros pensamientos rindan culto a esos falsos ídolos, seguiremos perteneciendo a este mundo.


Cuando las viejas ataduras dejen de mantenernos prisionero de las tenebrosas voces del miedo, entonces estaremos preparados para recibir ese instante liberador que nos anuncie que nos hemos salvado de este mundo. No importa que permanezcamos en él por un tiempo, pues ya no lo identificaremos como nuestro verdadero hogar, y sus regalos han dejado de satisfacernos.


Te bendigo hermano, si llegado este día, has degustado las mieles de la iluminación.


Reflexión: Respiro profundamente. Miro el mundo y no veo en él nada que tenga valor. La ilusión da paso a la verdad y me siento liberado. Gratitud.

14 comentarios:

  1. Bendiciones y muchas gracias por estos cursos .

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  2. ¡Buen día en el amor de Dios!
    Muchas gracias por estas citas amorosas y clarificadoras.
    Bendiciones!

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  3. Solo puedo agradecer.
    Bendiciones
    Namaste

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  4. Todo es suma de partes que a su vez forma parte de una suma superior y esta forma Parte del TODO. TODOS SOMOS UNO.

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  5. Juam José en tu reflexión tu dices: Miro el mundo y no miro en él nada que tenga valor, y el amor, y la bomdad, y la solidaridad y todo lo que recibimos de nuestro creador para darlo en este mundo... eso no tiene valor'

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    1. El mundo que percibimos es ilusorio e irreal, pues lo percibimos desde la mente errada fruto de la ausencia de amor. El verdadero valor se encuentra en la verdad, en lo que realmente somos, seres espirituales y eternos, y sobre todo, en la visión compartida por la Mente Una, de donde emana la fuente del amor. Cuando miremos este mundo desde la visión crística, lo percibiremos desde la mente recta. Esto quiere decir, que el mundo, al igual que el cuerpo, no tienen en sí mismos un valor duradero y por tanto real, es nuestra mente la que le aporta ese valor. El papel del mundo, así como el del cuerpo, es el de permitirnos despertar a lo que realmente tiene valor, que como tú bien dices, es el amor, la bondad, la solidaridad, pero estos valores forman parte de nuestra mente, de nuestra visión real. Gracias.

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  6. Cada instante es infinitamente bendecido🌻. Infinitas gracias🌻



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  7. Este Es el Momento....Gracias,Gracias,Gracias🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏

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  8. Cada instante en que pueda reconocer que no soy este cuerpo que soy realmente espíritu es un instante de liberación en que puedo vivir el cielo en la tierra pues la voluntad del padre es la mía y suya es mi voluntad, el mundo de caos que creamos cuándo nos identificamos con el cuerpo nunca es la voluntad de Dios, pues la voluntad de Dios es nuestra felicidad pura y perfecta..Padre que pueda mantenerme en mente correcta para crear el instante Santo de liberación.
    Saludos Juan José Gracias.

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  9. Vivo el Instante Santo en mi Eterno Presente🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏💙💙💙💙💙💙💙💙💙

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