viernes, 28 de junio de 2024

Capítulo 12. V. El programa de estudios cuerdo (2ª parte).

V. El programa de estudios cuerdo (2ª parte). 

5. Tienes problemas de aprendizaje en un sentido muy literal. 2Ciertas áreas de tus facultades para aprender están tan deteriora­das, que sólo puedes progresar bajo una dirección clara, precisa y constante, suministrada por un Maestro que pueda trascender tus limitados recursos. 3Él se convierte en tu Recurso, ya que por tu cuenta no puedes aprender. 4Es imposible aprender nada en la situación de aprendizaje en la que te has puesto a ti mismo, y es obvio que en esa situación necesitas un Maestro especial, así como un programa de estudios especial. 5A los malos estudiantes no se les debería elegir como maestros de sí mismos o de otros. 6No te dirigirías a ellos para establecer el programa de estudios que les permitiría escapar de sus limitaciones. 7Si comprendiesen lo que se encuentra más allá de ellos, no tendrían limitaciones. 

Para poder crear, debemos amar, pues crear es extender el amor. El Amor no se puede enseñar, ni aprender, pero sí es necesario recordar. Para recordar el Amor, debemos limpiar todas las falsas creencias que nos impiden acceder a ese recuerdo, que nos impiden ver la realidad que somos. Esa limpieza no podemos hacerla por nosotros mismos, pues nos hemos acostumbrado tanto a ese estado de suciedad, que somos incapaces de percibir la necesidad de hacer limpieza. El ego no es el maestro adecuado para enseñarnos a amar, pues siento pánico al amor. El amor es indiviso, mientras que el ego es padre de la división.

Para recordar lo que somos, para recordar el Amor, debemos pedir Expiación al Espíritu Santo, el cual nos dispensará la única lección que debemos aprender: la Mente Una. 

6. No sabes cuál es el significado del amor, y ésa es tu limitación. 2No intentes enseñarte a ti mismo lo que no entiendes, ni trates de establecer los objetivos del programa de estudios cuando los tuyos claramente han fracasado. 3El objetivo de tu aprendizaje ha sido no aprender y esto no puede conducir a un aprendizaje fructífero. 4No puedes transferir lo que no has aprendido, y el menoscabo de tu capacidad de generalizar es un fallo fundamental de tu aprendizaje. 5¿Les preguntarías a los que no han podido aprender para qué sirven los recursos de aprendizaje? 6Ellos no lo saben. 7Si pudiesen interpretar correctamente dichos recursos, habrían aprendido de ellos. 

¿Acaso puede dar lo que no tienes? El ego no puede ser nuestro maestro para enseñarnos la lección del Amor, pues, tiene miedo al amor. Recordar el amor, llevaría al ego a reconocer su inexistencia. 

7. He dicho que la regla del ego es: “Busca, pero no halles”. 2Traducido al lenguaje del programa de estudios eso significa: "Trata de aprender, pero no lo logres”. El resultado de este objetivo de aprendizaje es obvio: 4hará que se interprete erróneamente todo recurso de aprendizaje legítimo; toda instrucción real y toda dirección sensata, ya que el propósito de éstos es facilitar el apren­dizaje al que se opone ese absurdo programa de estudios. 5Si estás tratando de aprender cómo no aprender, y el objetivo de lo que enseñas es la auto-derrota, ¿qué puedes esperar sino confusión? 6Un programa así no tiene sentido. 7Este intento de "aprender" ha debilitado tanto a tu mente que no puedes amar, ya que el programa que has escogido es contrario al amor, y no es más que un curso en cómo atacarte a ti mismo. 8Un objetivo suplementa­rio de ese programa es no aprender cómo superar la división que da credibilidad a su objetivo principal. 9no te será posible superar esa división siguiendo dicho programa, ya que todo lo que aprendas será en su favor. 10Mas tu mente se pronuncia en contra de tu aprendizaje, tal como tu aprendizaje se pronuncia en contra de tu mente, y así, te opones a todo aprendizaje y lo consigues, pues eso es lo que quieres. 11Pero puede que todavía no te hayas dado cuenta de que hay algo que sí quieres aprender, y de que lo puedes aprender porque eso es lo que has decidido hacer. 

No podremos recordar el Amor, si no percibimos el mundo real. Mientras que percibamos el mundo que nos muestra la creencia en la separación, estaremos percibiendo erróneamente, y el mundo que veremos será irreal. En dicho mundo, aparentamos que estamos buscando el verdadero amor, pero cuando analizamos los resultados de dicha búsqueda, tomamos consciencia de que no estamos buscando del modo correcto. El amor no limita, no posee, no debilita, no ataca, no siente miedo. 

8. Tú, que has intentado aprender lo que no deseas, debes animarte, Buscar pues, aunque el programa de estudios que tú estableciste es en verdad deprimente, si lo examinas con detenimiento es simplemente ridículo. 2¿Cómo iba a ser posible que la manera de alcanzar un objetivo fuese no alcanzándolo? 3Renuncia ahora a ser tu propio maestro. 4Esta renuncia no te conducirá a la depre­sión. 5Es simplemente el resultado de haber evaluado honesta­mente lo que te has enseñado ti mismo y los resultados que se han derivado de ello. 6Bajo las condiciones de aprendizaje adecuadas, que tú no puedes proveer ni comprender, llegarás a con­vertirte en un alumno y maestro excelente. 7Pero aún no lo eres, ni lo serás hasta que la situación de aprendizaje tal como la urdiste se invierta. 

Buscar el amor en el lugar adecuado, significa que estamos dispuestos a renunciar a la creencia en la separación. Ver las cosas de otra manera, de tal forma que veamos a Dios en todo lo creado, que lo veamos en nuestra mente, nos llevará a percibir correctamente, a ver el mundo real, donde el amor favorecerá la libertad, la generosidad, la fortaleza, la unidad, la salvación. 

9. Tu potencial para aprender, debidamente entendido, es ilimitado porque te conducirá hasta Dios. 2Puedes enseñar el camino que conduce a Dios y aprenderlo, si sigues al Maestro que conoce el camino que conduce a Él y que sabe cómo se aprende Su pro­grama de estudios. 3El programa está desprovisto de toda ambigüedad porque Su objetivo no está dividido y los medios y el fin están en completo acuerdo. 4Lo único que necesitas hacer es ofrecerle tu atención indivisa. 5Todo lo demás se té proveerá, 6pues la verdad es que quieres aprender debidamente y nada puede oponerse a la decisión del Hijo de Dios. 7Lo que él puede aprender es tan ilimitado como él mismo. 

Aprender a través de la guía del Espíritu Santo, requiere por nuestra parte renunciar a la creencia en la separación. Poner nuestra voluntad al servicio del Creador, nos permitirá reconocernos como Maestros de Dios.

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