V. El sanador no sanado.
1. El plan de perdón del ego se utiliza mucho más que el de Dios. 2Esto
se debe a que lo ponen en práctica sanadores que no han sanado, y pertenece,
por lo tanto, al ámbito del ego. 3Consideremos ahora con más
detenimiento al sanador no sanado. 4Por definición, está tratando
de dar lo que no ha recibido. 5Si un sanador no sanado es un teólogo, por ejemplo, puede que parta de la premisa:
"Soy un miserable pecador, y eso es lo que eres tú también". 6Si
es un psicoterapeuta, es más probable que parta de la creencia igualmente
absurda de que el ataque es real tanto para él como para su paciente, aunque
eso es algo que a ninguno de los dos debiera importar.
Se deduce, de este
punto, que dar desde la visión del error no permitirá la corrección. Damos lo
que tenemos. En este caso, nuestra errónea visión señalará una falsa realidad,
la cual perpetuará la percepción falsa e ilusoria.
2. He dicho repetidamente que las creencias del ego no se pueden compartir, y
ésa es la razón de que sean irreales. 2¿Cómo puede ser, entonces,
que "ponerlas al descubierto" las haga cobrar realidad? 3Todo
sanador que busca la verdad en fantasías aún no ha sanado, pues no sabe dónde
buscarla y, por lo tanto, no dispone de la solución al problema de cómo sanar.
Para sanar, tenemos que estar sanos. No podremos sanar el miedo si aún
creemos en él.
Cuando un niño sufre una pesadilla, el mejor modo de tranquilizarlo es
hacerle ver que solo ha sido un sueño y nada de lo experimentado forma parte de
la realidad.
4. Algunas de las modalidades más recientes del plan del ego son tan inútiles
como las más antiguas, pues la forma en que se manifiestan es irrelevante y el
contenido sigue siendo el mismo. 2En una de estas nuevas
modalidades, por ejemplo, un psicoterapeuta puede interpretar los símbolos del
ego que han aparecido en una pesadilla, y luego valerse de ellos para probar
que la pesadilla es real. 3Habiéndole otorgado realidad, intenta
entonces desvanecer sus efectos menospreciando la importancia del soñador. 4Éste
sería un enfoque curativo siempre que también se considerase al soñador como
irreal. 5Mas si se equipara al soñador con la mente, se niega el
poder correctivo de que goza la mente a través del Espíritu Santo. 6Esto
es una contradicción, incluso desde la perspectiva del ego, contradicción que,
a éste, aun en su confusión, por lo general no se le escapa.
Sanar, desde la falsa percepción, no tendrá el efecto perseguido de la
sanación. Lo único que hay que sanar es la creencia en la separación, pues
dicha creencia es el origen del miedo. El sanador sanado, sana desde la Visión
de la Unidad.
5. Si la manera de contrarrestar el miedo es reduciendo la importancia de la
mente, ¿de qué manera puede esto fortalecer al ego? 2Tales obvias
incongruencias explican por qué nadie ha sido capaz todavía de explicar lo que
ocurre realmente en la psicoterapia. 3En realidad no ocurre nada. 4Nada
real le ha sucedido al sanador no sanado, y éste no puede sino aprender de lo
que él mismo enseña. 5Su ego siempre tratará de
sacar provecho de la situación. 6El sanador no sanado no sabe, por
lo tanto, cómo dar, y, consecuentemente, no puede compartir. 7No
puede corregir porque no está actuando de forma que facilite la corrección. 8Cree
que es a él a quien corresponde enseñarle al paciente lo que es real, a pesar
de que él mismo no lo sabe.
El sanador no sanado, debe sanar su creencia
en el miedo, en la separación. Para ello, debe corregir su percepción errónea
haciendo uso del perdón, la única puerta que nos conducirá a la salvación, a la
verdadera sanación.
La Luz-Entendimiento,
tiene su origen en el primer día de la Creación. Esa luz, entendimiento, surge
de la Visión Verdadera que nos permite identificarnos con el Ser Divino, el
Hijo de Dios.
7. Ambas formas del
enfoque del ego te llevarán forzosamente a un callejón sin salida, la típica
"situación imposible" a la que el ego siempre conduce. 2Tal
vez sea una ayuda para alguien el que se le indique hacia dónde se está
encaminando, pero de poco le sirve si no se le ayuda además a cambiar de rumbo.
3El sanador no sanado no puede hacer eso por él, puesto que no lo
puede hacer para sí mismo. 4La única aportación significativa que el
sanador puede hacer es presentarle un ejemplo de alguien a quien se le cambió de rumbo y que
ya no cree en pesadillas de ninguna clase. 5La luz en su mente, por
lo tanto, responderá al que pregunta, que tiene que decidir con Dios que sí hay
luz porque la ve. 6Y mediante
este reconocimiento el sanador sabe que la luz está ahí. 7Así es
como la percepción finalmente se transforma en conocimiento. 8El
obrador de milagros comienza percibiendo luz, y transforma su percepción en certeza
al extender continuamente la luz y al aceptar el reconocimiento que ésta le ofrece. 9Los
efectos de la luz le confirman que ésta está ahí.
El Espíritu Santo, la Mente Verdadera, nos revela que la función del cuerpo es comunicar. Compartir la luz con los demás, esto es, compartir el entendimiento de lo que somos realmente, forma parte del plan de Salvación que el Espíritu Santo nos inspira.
8. Un
terapeuta no cura, sino que deja que
la curación ocurra espontáneamente. 2Puede señalar la
oscuridad, pero no puede traer luz por su cuenta, pues la luz no es de él. 3No
obstante, al ser para él, tiene que ser también para su paciente. 4El
Espíritu Santo es el único Terapeuta. 5Él hace que la curación sea
evidente en cualquier situación en la que Él es el Guía. 6Lo único
que puedes hacer es dejar que Él desempeñe Su función. 7Él no
necesita ayuda para llevarla a cabo. 8Te dirá exactamente lo que
tienes que hacer para ayudar a todo aquel que Él te envíe en busca de ayuda, y
le hablará a través de ti si tú no interfieres. 9Recuerda que eres
tú el que elige el guía que ha de prestar la ayuda, y que una elección
equivocada no constituirá ninguna ayuda. 10Pero recuerda asimismo
que la elección correcta sí lo será. 11Confía en Él, pues ayudar es
Su función, y Él es de Dios. 12A medida que despiertes otras mentes al Espíritu Santo a través de Él, y no
a través de ti, te darás cuenta de que no estás obedeciendo las leyes de este
mundo. 13Sólo las leyes que estás obedeciendo dan resultado.
14"Lo bueno es lo que da resultado" es una afirmación acertada, pero
incompleta. 15Sólo lo bueno puede
dar resultado. 16Nada más
puede hacerlo.
9. Este
curso ofrece un marco de enseñanza muy claro y muy simple, y te provee de un
Guía que te dice lo que debes hacer. 2Si le obedeces, verás que lo
que El te dice es lo que da resultado. 3Los resultados que se
derivan de seguir Su dirección son más convincentes que Sus palabras. 4Te
demostrarán que las palabras son ciertas. 5Siguiendo al Guía
adecuado, aprenderás la más simple de todas las lecciones:
6Por sus frutos los
conoceréis, y ellos se
conocerán así mismos.
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