IV. El plan de perdón del Espíritu Santo.
1. La Expiación es para todos porque es la forma de
desvanecer la creencia de que algo pueda ser únicamente para ti. 2Perdonar
es pasar por alto. 3Mira entonces más allá del error, y no dejes que
tu percepción se fije en él, pues, de lo contrario, creerás lo que tu
percepción te muestre. 4Acepta como verdadero sólo lo que
tu hermano es, si quieres conocerte a ti mismo. 5Percibe lo
que él no es, y no podrás saber lo que eres porque lo estarás
viendo falsamente. 6Recuerda siempre que tu Identidad es una
Identidad compartida, y que en eso reside Su realidad.
Recordemos lo que es la Expiación. El principio de la Expiación es la
percepción sana, y su efecto, sobre la conciencia, deshace todos los errores.
La propia concepción del perdón desde el punto de vista del ego, es un
error, pues su percepción falsa le lleva a aceptar el error como una realidad
que hay que corregir. El perdón, para el ego, exige ver el error y su necesidad
de corrección. Este sistema de pensamiento, niega la pureza del Ser, niega su
Impecabilidad y, por ende, justifica dicho sistema de creencia, pues le da
credibilidad a su existencia.
No dice la Enseñanza, que perdonar es pasar por alto el error, y la única
manera de hacerlo, es ser consciente, cada instante, de la Impecabilidad y
Pureza de nuestro Ser, de la Filiación Divina. De este modo, estaremos
mostrando la percepción correcta de lo que Somos.
2. Tienes un papel que desempeñar en
El ego es consecuencia de la errónea creencia en la separación. Su
identidad nace del error, por lo que, en su sistema de pensamiento no cabe
pasar por alto los errores. En torno a esta falsa creencia, el ego ha inventado
fórmulas, sin sentido, para poner en uso el sistema de perdón que practica. Ha
otorgado poder celestial a personajes con autoridad para liberar de la carga
del pecado a aquellos que reconocen su debilidad y su culpa. “Yo te perdono, en
el nombre…” En ese recorrido de la conciencia, se descubre a un Dios que hace
real el pecado, pues en su nombre permite su expiación.
Olvidar nuestra verdadera identidad, nos ha llevado a crear una falsa
imitación del significado de lo que es realmente perdonar.
Tan sólo una Mente Recta, permitirá una Percepción Verdadera. Tan sólo la
Expiación que nos otorga el Espíritu Santo, nos permite tomar consciencia del
verdadero Perdón, llevándonos a la Visión Santa de la Impecabilidad que va más
allá de la percepción del error.
4. El ego tiene también un plan de perdón porque
estás pidiendo uno, aunque no al maestro adecuado. 2El plan del
ego, por supuesto, no tiene sentido y nunca será viable. 3Al
seguir su plan te pondrás simplemente en una situación imposible que es adonde
el ego siempre te conduce. 4El plan del ego consiste en que primero
veas el error claramente, y en que luego lo pases por alto. 5Mas
¿cómo ibas a poder pasar por alto aquello a lo que has otorgado realidad? 6Al
verlo claramente, le has otorgado realidad y no lo puedes pasar por alto.
7En este punto es donde el ego se ve forzado a recurrir a
misterios, insistiendo en que para salvarte tienes que aceptar lo
que no tiene sentido. 8Son muchos los que han tratado de hacer esto
en mi nombre, olvidándose de que mis palabras tienen perfecto sentido porque
proceden de Dios. 9Son tan sensatas ahora como lo fueron siempre
porque expresan ideas que son eternas.
Ya hemos hecho referencia al plan de salvación que nos ofrece el ego y de
las actuaciones demenciales a las que ha recurrido para alcanzar dicha
salvación.
5. El perdón que se aprende de mí no se vale del
miedo para deshacer el miedo. 2Ni tampoco otorga realidad a lo que
es irreal para más tarde destruirlo. 3Perdonar a través del Espíritu
Santo consiste simplemente en mirar más allá del error desde un principio,
haciendo que, de esta manera, nunca sea real para ti. 4No dejes que
ninguna creencia que afirme que el error es real se infiltre en tu mente, o
creerás también que para poder ser perdonado tienes que deshacer lo que tú
mismo, has hecho. 5Lo que no tiene efectos no existe, y para el
Espíritu Santo los efectos del error son inexistentes: 6Mediante la
cancelación progresiva y sistemática de los efectos de todos los errores, en
todas partes y con respecto a todo, el Espíritu Santo enseña que el ego no
existe y lo demuestra.
Aplicar la Expiación en nuestra mente, en nuestros pensamientos, supondrá
la negación y el final de la identidad del ego. La Expiación nos permitirá ver
lo real y a poner nuestra voluntad al servicio de nuestra esencia divina.
6. Sigue, pues, las enseñanzas de perdón del Espíritu
Santo porque el perdón es Su función y Él sabe cómo llevarla a cabo perfectamente.
2Eso es lo que quise decir cuando dije que los milagros son
naturales, y que cuando no ocurren es que algo anda mal. 3Los
milagros son simplemente la señal de que estás dispuesto a seguir el plan de
salvación del Espíritu Santo, y de que reconoces que no sabes lo que dicho plan
es. 4La función que a Él le corresponde llevar a cabo no es la que
te corresponde a ti, y a menos que aceptes esto no podrás saber cuál es tu
función.
7. La confusión de funciones es una característica
tan típica del ego que a estas alturas ya deberías estar familiarizado con
ella. 2El ego cree que es él quien debe llevar a cabo todas las
funciones, si bien no tiene la menor idea de lo que éstas son. 3Esto
es algo más que una simple confusión. 4Es una combinación
especialmente peligrosa de grandiosidad y confusión que predispone al ego a
atacar a cualquier persona o a cualquier cosa sin ningún motivo aparente. 5Esto
es exactamente lo que el ego hace. 6Sus reacciones son,
imprevisibles porque no tiene idea de lo que percibe.
Cuando el ego se erige como el maestro o guía para aplicar el perdón, los
efectos, ya hemos hecho referencia de ello, son actuaciones basadas en el error
original, pues el ego es la consecuencia de ese “pecado original” que le lleva
a visionar un mundo separado y demencial.
La creencia en el error, no puede corregirlo. Si creemos en el error, lo
proyectaremos y lo percibiremos en los demás. Nadie puede dar lo que no tiene y
si lo que tenemos es el error, la falsa creencia, nuestros métodos de corrección
serán, igualmente, erróneos.
9. El ego vive literalmente de tiempo prestado, y
sus días están contados. 2No tengas miedo del Juicio Final, sino
que, por el contrario, dale la bienvenida sin más demora, pues el tiempo de
que el ego dispone lo "toma prestado" de tu eternidad. 3Éste
es el Segundo Advenimiento, el cual se concibió para ti de la misma manera en
que el Primero fue creado. 4El Segundo Advenimiento es simplemente
el retorno de la cordura. 5¿Cómo iba a ser esto temible?
Bienvenido sea, el Segundo Advenimiento, pues ese instante significa el fin de la hegemonía de las creencias del ego en nuestra mente.
Vivir en un estado de sueño, nos sitúa en un escenario en el que todo es
irreal, aunque para el que sueña se perciba como real. Identificarse con el
sueño nos lleva a vivir en un estado de confusión del que es preciso despertar.
En este proceso, el primer paso ha de llevarnos a reconocer que somos los
soñadores del sueño. Los estados de pesadilla serán percibidos de una manera
más consciente y llegará el momento en el que decidamos abandonar ese estado de
sueño y abrir los ojos, lo que nos
permitirá contemplar nuestra verdadera realidad.
11. Lo imposible sólo puede tener lugar en
fantasías. 2Cuando buscas la realidad en fantasías no la puedes
encontrar. 3Los símbolos de las fantasías pertenecen al ámbito del
ego, y de éstos puedes encontrar una infinidad. 4Mas no busques
significado en ellos. 5Están tan desprovistos de significado como
las fantasías en las que van entretejidos. 6Los cuentos de hadas
pueden ser placenteros o atemorizantes, pero nadie cree que sean verdad. 7Tal
vez los niños crean en ellos, y así, por algún tiempo, son verdad para ellos. 8Mas
cuando la realidad alborea, las fantasías desaparecen. 9En el
ínterin, no obstante, la realidad no había desaparecido. 10El
Segundo Advenimiento es la conciencia de la realidad, no su retorno. 12Criatura
de Dios, ¡mira! la realidad está aquí. 2Te pertenece a ti, a mí y a
Dios, y nos satisface completamente a todos. 3Ser consciente de
esto es lo único que sana porque es la conciencia de la verdad.
Amén.
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