martes, 5 de marzo de 2024

Capítulo 2. IV. La curación y la liberación del miedo

IV. La curación como la liberación del miedo.

1. Vamos a hacer ahora hincapié en la curación. 2El milagro es el medio, la Expiación el principio y la curación el resultado. 3Hablar de "una curación milagrosa" es combinar impropiamente dos órdenes de realidad diferentes. 4Una curación no es un milagro. 5La Expiación -el último milagro- es un remedio, y cualquier clase de curación es su resultado. 6Es irrelevante a qué clase de error se aplique la Expiación. 7Toda curación es esencialmente una liberación del miedo. 8Para poder llevarla a cabo, tú mismo debes estar libre de todo miedo. No entiendes lo que es la curación debido a tu propio miedo.

Este punto lo entiendo imprescindible en los primeros capítulos del Curso, pues nos aporta una visión distinta a la que solemos tener a la hora de entender el concepto curación.

No es extraño que así sea, dado a que el Curso nos adiestra mentalmente para que alcancemos una percepción verdadera del mundo que nos rodea. Para el ego, cuya identidad es corporal, la curación es una manifestación inequívoca expresada por el cuerpo físico. Asocia el desorden y las alteraciones físicas con causas de índole material. Un trastorno gástrico puede encontrar su causa en un desequilibrio alimenticio o incluso un desequilibrio emocional, pero difícilmente se asocia con una causa cuyo origen se encuentra en las creencias.

Es lógico que siendo así, el ego se entregue a la búsqueda de remedios físicos como la medicación para encontrar un medio que nos permita sanar la enfermedad.

Más adelante, el Curso tratará el tema de la enfermedad, tal y como la entiende el ego, más extensamente. En este punto nos revela claramente que la curación es el resultado de aplicar la Expiación en nuestra mente, es decir, de poner en manos del Espíritu Santo la capacidad de corregir nuestro miedo, y a través de actos de Amor, activar el canal a través se expresará la Expiación, el milagro.

La curación verdadera es el proceso de negar el miedo y dar vida al Amor.

2. Un paso importante en el plan de la Expiación es deshacer el error en todos los niveles. 2La enfermedad o "mentalidad-no-recta" es el resultado de una confusión de niveles, pues siempre com­porta la creencia de que lo que está mal en un nivel puede afectar adversamente a otro. 3Nos hemos referido a los milagros como un medio de corregir la confusión de niveles, ya que todos los errores tienen que corregirse en el mismo nivel en que se originaron. 4Sólo la mente puede errar. 5El cuerpo sólo puede actuar equivo­cadamente cuando está respondiendo a un pensamiento falso. 6El cuerpo no puede crear y la creencia de que puede -error básico- ­da lugar a todos los síntomas físicos. 7Las enfermedades físicas implican la creencia en la magia. 8La distorsión que dio lugar a la magia se basa en la creencia de que existe una capacidad creativa en la materia que la mente no puede controlar. 9Este error puede manifestarse de dos formas: se puede creer que la mente puede crear falsamente en el cuerpo, o que el cuerpo puede crear falsa­mente en la mente. 10Cuando se comprende que la mente -el único nivel de creación- no puede crear más allá de sí misma, ninguno de esos dos tipos de confusión tiene por qué producirse.

De vital importancia es comprender lo que este apartado nos enseña. Si creemos que el cuerpo físico es la causa que origina la enfermedad, estamos dotándolo de un poder creador que no tiene. La capacidad neutral del cuerpo, adquiere los tintes propios de las ideas que se anidan mentalmente. Creer de una manera u otra nos lleva a comportarnos de acorde a esas creencias.

Este punto nos revela que el error debe corregirse en el mismo nivel en el que se origina, es decir, si el error surge en nuestras emociones, es en ese nivel donde debemos llevar la corrección. Lo que ocurre en nuestro estado actual en el que rendimos culto a la mentalidad no recta, es que nuestro comportamiento responde a la naturaleza de nuestras creencias y cuando surge el desequilibrio físico, argumentamos que es el estómago el que ha originado la enfermedad y no alcanzamos a ver que ese trastorno ha sido originado por un tipo de emoción basada en el miedo.

El aprendizaje de este punto nos enseña que los errores de la mente no puede crear falsamente en el cuerpo, ni el cuerpo pueda crear falsamente en la mente, por lo que toda corrección debe producirse en el nivel donde se produce el error. Comprender esto supone un cambio profundo y radical a la hora de ver y tratar los desequilibrios físicos.

3. Sólo la mente puede crear porque el espíritu ya fue creado, y el cuerpo es un recurso de aprendizaje al servicio de la mente. 2Los recursos de aprendizaje no son lecciones en sí mismos. 3Su propó­sito es simplemente facilitar el aprendizaje. 4Lo peor que puede ocurrir cuando se usan indebidamente es que no lo faciliten. 5De por sí, un recurso de aprendizaje no tiene poder para producir verdaderos errores en el aprendizaje. 6El cuerpo; si se le entiende correctamente, comparte la invulnerabilidad de la Expiación en lo que respecta a las defensas de doble filo. 7Ello es así no porque sea un milagro, sino porque, de por sí, no da lugar a interpretaciones falsas. 8El cuerpo es sencillamente parte de tu experiencia en el mundo físico. 9Se puede exagerar el valor de sus capacidades y con frecuencia se hace. 10Sin embargo, es casi imposible negar su existencia en este mundo. 11Los que lo hacen se dedican a una forma de negación particularmente inútil. 12En este caso el tér­mino "inútil" significa únicamente que no es necesario proteger a la mente negando lo no-mental. 13Si uno niega este desafortunado aspecto del poder de la mente, está negando también el poder mismo.

Es preciso comprender que el cuerpo es una fabricación y no una creación. La diferencia radica en que la fabricación está basada en la creencia en la separación y la creación está basada en la creencia en la unicidad. 

Como fabricación de la mente no recta, el cuerpo tiene una función la de servir a la mente como recurso de aprendizaje. El cuerpo nos ayudará a cambiar la percepción errónea por la percepción verdadera. La experiencia adquirida a través de este medio ha de llevarnos a elevar nuestro nivel de consciencia. 

La negación de la existencia del cuerpo se ha convertido en el debate más frecuente entre los estudiantes del Curso. Mi opinión sobre este particular no va más allá que ver al cuerpo como no real, lo que significa que es temporal y está sujeto a las leyes del cambio, con lo cual no forma parte de lo verdadero. Lo que no significa que debamos darle cabida en el nivel donde se manifiesta, el físico, cuyas características son similares a las del cuerpo, en cuanto a su temporalidad.


4. Todos los remedios materiales que aceptas como medicamento para los males corporales son re-afirmaciones de principios mági­cos. 2Éste es el primer paso que nos conduce a la creencia de que el cuerpo es el causante de sus propias enfermedades. 3El segundo paso en falso es tratar de curarlo por medio de agentes no-creati­vos. 4Esto no quiere decir, sin embargo, que el uso de tales agentes con propósitos correctivos sea censurable. 5A veces la enfermedad tiene tan aprisionada a la mente que temporalmente le impide a la persona tener acceso a la Expiación. 6En ese caso, tal vez sea pru­dente usar un enfoque conciliatorio entre el cuerpo y la mente en el que a algo externo se le adjudica temporalmente la creencia de que puede curar. 7Esto se debe a que lo que menos puede ayudar al que no está en su mente recta o al enfermo es hacer algo que aumente su miedo. 8De por sí ya se encuentra en un estado debili­tado debido a éste. 9Exponerle prematuramente a un milagro podría precipitarle al pánico, 10lo cual es muy probable que ocu­rriese en aquellos casos en que la percepción invertida ha dado lugar a la creencia de que los milagros son algo temible. 

Sabiendo que la corrección del error hay que tratarla  en el nivel que se origina, 
tratar la enfermedad con medios físicos no garantizará su sanación, más allá de lo temporal. 
Pero tal hecho no debe llevarnos a negar dichos tratamientos de manera radical. En nuestro empeño de aplicar las enseñanzas no tan solo en nuestras vidas sino en la de los demás, podemos caer en la práctica de informar de manera negativa sobre los efectos que se le atribuyen a la medicación.

Para prescindir totalmente de los remedios mágicos es preciso que seamos capaces de erradicar el miedo en nuestro interior y que pongamos nuestra mente al servicio del Amor. Mientras que esto no sea una realidad debemos ser prudentes y aplicar este conocimiento con la garantía de que no provocaremos más confusión en aquellos que demandan la sanación.

Aplicar las creencias de manera fanática requiere corrección.

5. El valor de la Expiación no reside en la manera en que ésta se expresa. 2De hecho, si se usa acertadamente, será expresada ine­vitablemente en la forma que le resulte más beneficiosa a aquel que la va a recibir. 3Esto quiere decir que para que un milagro sea lo más eficaz posible, tiene que ser expresado en un idioma que el que lo ha de recibir pueda entender sin miedo. 4Eso no signi­fica que ése sea necesariamente el más alto nivel de comunica­ción de que dicha persona es capaz. 5Significa, no obstante, que ése es el más alto nivel de comunicación de que es capaz ahora. 6El propósito del milagro es elevar el nivel de comunicación, no reducirlo mediante un aumento del miedo.

Verdaderamente este punto viene a arrojar más luz, si cabe, sobre el modo en cómo debemos aplicar la Expiación en nuestras vidas y en la de los demás. 

Poner en manos del Espíritu Santo nuestra capacidad de ser útil y el modo en cómo poder ofrecer nuestro Amor (milagro), es más acertado que, tomar decisiones, que, aunque están basadas en el espíritu de las enseñanzas del Curso, pueden llevarnos a una falsa y errónea aplicación.

Cuando actuamos con Amor, su luz, disipará toda sombra de miedo, facilitando de este modo la corrección y con ello, la curación.

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