IV. La función del tiempo (1ª parte).
1. Y ahora, la razón por la que
tienes miedo de este curso debiera ser evidente. 2Pues éste es un
curso acerca del amor, ya que es un curso acerca de ti. 3Se te ha
dicho que tu función en este mundo es curar, y que tu función en el Cielo es crear. 4El ego te
enseña que tu función en la tierra es destruir; y que no tienes ninguna función
en el Cielo. 5Quiere, por lo tanto, destruirte aquí y enterrarte
aquí, sin dejarte otra herencia que el polvo del que cree fuiste
"creado". 6Mientras el ego se encuentra razonablemente
satisfecho contigo de acuerdo con sus razonamientos te ofrece el olvido. 7Cuando
se torna abiertamente despiadado, te ofrece el infierno.
Sí, este curso es acerca de mí,
y, acerca del resto de mis hermanos, con los que soy uno en la Santa Filiación.
Esto es así, pues es el Amor el que mantiene unidas nuestras mentes a la de
Dios. Mientras que nuestra mente perciba en nuestros hermanos, nuestro propio
Ser, estaremos percibiendo correctamente y no estaremos permitiendo caer en la
trampa que nos ofrece del ego, llevándonos al olvido de lo que realmente somos:
Hijo de Dios.
2. No obstante, ni el olvido ni el
infierno te resultan tan inaceptables como el Cielo. 2Para ti el Cielo es el
infierno y el olvido y crees que el verdadero Cielo es la mayor amenaza que
podrías experimentar. 3Pues el infierno y el olvido son ideas que tú
mismo inventaste, y estás resuelto a demostrar su realidad para así establecer la
tuya. 4Si se pone en duda su realidad crees que se pone en duda la
tuya, 5pues crees que el ataque es tu realidad, y que tu destrucción
es la prueba final de que tenías razón.
El infierno y el olvido son los
dos pilares que soportan el mundo fabricado e inventado por el ego. Dejar de
creer en ellos, esto es, recordar que somos el Hijo de Dios unido a Su Fuente
por lazos de Amor, hará que esos pilares se desmoronen y la falsa identidad del
ego ceda su hegemonía a la identidad verdadera, el Espíritu.
3. Dadas
las circunstancias, ¿no sería más deseable estar equivocado, aparte del hecho
de que, en efecto, lo
estás? 2Aunque tal
vez se podría argumentar que la muerte indica que antes hubo vida, nadie sostendría que prueba que la vida existe. 3Incluso la vida previa a la que la
muerte parece señalar, habría sido inútil si tan sólo hubiese desembocado en la
muerte y necesitase de ésta para probar que existió. 4Pones en duda
el Cielo, pero no pones en duda la muerte. 5No obstante,
podrías sanar y ser sanado si la pusieses en duda. 6Y
aunque no sabes lo que es el Cielo, ¿no sería éste más deseable que la muerte? 7Has
sido tan selectivo con respecto a lo que pones en duda como con respecto a lo que percibes. 8Una
mente receptiva es mucho más honesta que eso.
El ego pone en duda el Cielo
porque no sabe lo que es. Si lo supiese no lo pondría en duda, pero de ser así,
ese conocimiento significaría su desaparición, el reconocimiento de su
falsedad, pues el Reino de los Cielos es la morada del Amor y, en él, no hay
cabida para la creencia en la separación.
4. El ego tiene una extraña
noción del tiempo, y ésa podría muy bien ser la primera de sus nociones que
empiezas a poner en duda. 2Para el ego el pasado es importantísimo,
y, en última instancia, cree que es el único aspecto del tiempo que tiene
significado. 3Recuerda que el hincapié que el ego hace en la
culpabilidad le permite asegurar su continuidad al hacer que el futuro sea
igual que el pasado, eludiendo de esa manera el presente. 4La noción
de pagar por el pasado en el futuro hace que el pasado se vuelva el factor
determinante del futuro, convirtiéndolos así en un continuo sin la intervención
del presente. 5Pues el ego considera que el presente es tan sólo
una breve transición hacia el futuro, en la que lleva el pasado hasta el futuro al interpretar el presente en
función del pasado.
Cuando me refiero que esta enseñanza nos ofrece la
oportunidad de librarnos del karma, lo que estoy diciendo, es que la creencia
en el pasado y en el futuro, es ilusoria, no es real, mientras que el presente,
el ahora, sí lo es. Es en el presente donde podremos crear bajo la visión
milagrosa, bajo los pensamientos milagrosos, es decir, podemos crear desde el
perdón, desde el amor. Por esa razón, el milagro colapsa el tiempo, haciéndolo
innecesario. Hacer innecesario el papel del tiempo, es liberador, por que el
presente, el ahora, nos ofrece la opción de purificarnos, cambiando nuestra
visión errónea, por la visión verdadera; la visión del ego, por la visión de
Cristo, la visión de la crucifixión, por la visión de la Resurrección.
5. El "ahora" no significa nada para el
ego. 2El presente tan sólo le recuerda viejas heridas, y reacciona
ante él como si fuera el
pasado. 3El ego no puede tolerar que te liberes del pasado, y aunque
el pasado ya pasó, el ego trata de proteger su propia imagen reaccionando como
si el pasado todavía estuviese aquí. 4Dicta tus reacciones hacia
aquellos con los que te encuentras en el presente tomando como punto de
referencia el pasado, empañando así la realidad actual de aquellos. 5De
hecho, si sigues los dictados del ego, reaccionarás. ante tu hermano como si se
tratase de otra persona, y esto sin duda te impedirá conocerlo tal como es. 6Y recibirás mensajes
de él basados en tu propio pasado, porque, al hacer que el pasado cobre realidad en el
presente, no te permitirás a ti mismo abandonarlo. 7De este modo, te
niegas a ti mismo el mensaje de liberación que cada uno de: tus hermanos te
ofrecen ahora.
Si hacemos realidad el pasado en nuestra mente, no
podremos utilizar el inmenso poder que tiene el presente. Si continuamos
pensando en términos de pasado, cuando vivimos el presente, el recuerdo de ese
pasado contaminará el estado presente, impidiéndonos sanar ese recuerdo
enfermo. Cada presente es un milagro, pues tan solo en el ahora podremos sanar
nuestra naturaleza enferma por pensamientos que ya no están, dado que
pertenecen al pasado, el cual ya no existe.
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