IV. Enseñanza y curación.
1. Lo que el miedo ha ocultado
sigue siendo parte de ti. 2Unirse a
Las enseñanzas de un Curso de Milagros, nos pone de manifiesto, que esa dualidad es el alimento con el que el ego trata de justificar su existencia. Mientras que el miedo, es parte interesada en la creencia en la dualidad, pues de esta manera da sentido a su identidad, el Amor, carece de esa visión dualista, pues no percibe la separación como real y lo que no es real, no existe, es ilusión.
Una mente recta, está inspirada por el Espíritu Santo, y cuando estamos conectados a su Canal, tan sólo podemos ver un mundo unido por el pacto del Amor.
2. Lo que el ego
forja se lo guarda para sí, y, por lo tanto, carece de fuerza. 2Su
existencia no se puede compartir. 3No muere, simplemente nunca
nació. 4El nacimiento físico no es un comienzo, es una continuación.
5Todo lo que continúa ha nacido ya. 6Aumentará a medida
que estés cada vez más dispuesto a devolverle a la parte superior de tu mente
la parte que no está sana, devolviéndole de este modo tu mente indivisa a la
creación. 7Yo he venido a sentar las bases para que tus propios
pensamientos puedan hacerte verdaderamente libre. 8Has cargado con
un fardo de ideas que no se pueden compartir y que son demasiado endebles como
para poder expandirse. aMas una vez que las concebiste no supiste
cómo erradicarlas. 9Tú no puedes cancelar tus propios errores
pasados por tu cuenta. 10No desaparecerán de tu mente sin
El Hijo de Dios, en esa proyección, fabrica un proceso en el que el nacimiento físico se interpreta como el único comienzo de la vida, pero, el Hijo de Dios no es un cuerpo, es el Espíritu que mora en él, y que se encuentra en el proceso de autodescubrimiento que le llevará a liberarse de toda atadura a lo falso e ilusorio.
Este punto es muy aclaratorio en lo relativo al proceso al que hemos hecho referencia y al que se suele llamar "despertar". Nos dice que no podemos cancelar nuestros propios errores pasados por nuestra cuenta. Tan sólo podremos conseguirlo haciendo uso de la Expiación, es decir, entregando al Espíritu Santo todas nuestras decisiones para que la mente recta nos guíe hacia la verdad.
3. Cada
pensamiento amoroso que cualquier parte de
Hoy se habla y se escribe mucho sobre las dos fuerzas que prevalecen en el universo, la fuerza de Atracción y la fuerza de Repulsión. La primera de ellas, está basada en el Amor, mientras que la segunda, lo hace en el miedo.
La fuerza del Amor-atracción es expansiva, sin embargo, la fuerza del miedo-repulsión se contrae. El Amor crece al compartirlo, pues encuentra la misma frecuencia entre las partes. El miedo requiere del miedo, para seguir existiendo, es autodestructiva y requiere retroalimentarse para perpetuando su creencia.
Desde esta visión, el acto de dar, se convierte en un acto purificador, en cambio, cuando no lo hacemos por miedo a perder lo que tenemos, lo que hacemos es garantizar nuestras carencias.
4. Yo oí una sola Voz porque comprendí que era
imposible que pudiese expiar únicamente para mí mismo. 2Escuchar una
sola Voz implica que has decidido compartirla para así poderla oír tú mismo. 3
La Visión del Espíritu Santo, al conectar con ella, nos permitirá tener una mayor comprensión sobre lo percibido y, sobre todo, nos aportará la luz necesaria para reconocer la Santidad en nuestros hermanos.
5. Se puede enseñar de muchas maneras, pero ante todo
con el ejemplo. 2Enseñar debe ser curativo, ya que consiste en
compartir ideas y en el reconocimiento de que compartir ideas es reforzarlas. 3No
puedo olvidar la necesidad que tengo de enseñar lo que he aprendido, la cual
surgió en mí precisamente por haberlo
aprendido. 4Te exhorto a que enseñes lo que has aprendido porque al
hacerlo podrás contar con ello. 5Haz que sea algo con lo que puedes
contar en mi nombre porque mi nombre es el Nombre del Hijo de Dios. 6Lo
que aprendí te lo doy libremente, y
En el mensaje de este párrafo, reconozco el motivo que me ha llevado desde el principio, en el que descubrí estas Enseñanzas, a compartir mis interpretaciones sobre la misma. Como Jesús nos revela, no podemos olvidar la necesidad de enseñar lo que se ha aprendido. Es enseñando como se conserva lo aprendido, es como realmente se aprende.
6. El Espíritu Santo expía en todos nosotros
des-haciendo y de esta manera te libera de la carga que le has impuesto a tu
mente. 2Al seguir al Espíritu Santo se te conduce de
regreso a Dios, que es donde te corresponde estar. aMas ¿cómo
podrías encontrar el camino que conduce a Él sino llevando a tu hermano
contigo? 3Mi papel en
Una vez más, el Curso nos recuerda que no podremos alcanzar la Gloria del Cielo hasta que la alcancemos unidos a nuestros hermanos. La Plenitud de Dios y de Su Hijo es completa cuando toda la Filiación haga la Voluntad del Padre.
Así pues, desechemos cualquier camino que nos ofrezca el retorno a la Tierra Prometida de una manera individual. La Enseñanza que no esté basada en la Unicidad de la Filiación no nos abrirá las puertas del Cielo, es decir, no nos permitirá reconocer nuestra verdadera identidad divina.
7.
Es otra manera de expresar lo que hemos descrito en el punto anterior.
8. ¿Cómo es posible que tú que eres tan santo puedas
sufrir? 2Todo tu pasado, excepto su belleza, ha desaparecido, y no
queda ni rastro de él, salvo una bendición. 3He salvaguardado todas
tus bondades y cada pensamiento amoroso que jamás hayas abrigado. 4Los
he purificado de los errores que ocultaban su luz, y los he conservado para ti
en su perfecta luminiscencia. 5Se encuentran más allá de la
destrucción y de la culpabilidad. 6Procedieron del Espíritu Santo en
ti, y sabemos que lo que Dios crea es eterno. 7Puedes ciertamente
partir en paz porque te he amado como me amé a mí mismo. 8Mi
bendición va contigo para que la extiendas. 9Consérvala y
compártela, para que sea siempre nuestra. 10Pongo la paz de Dios en
tus manos y en tu corazón para que la conserves y la compartas. 11El
corazón la puede conservar debido a su pureza y las manos la pueden ofrecer
debido a su fuerza. 12No podemos perder. 13Mi juicio es
tan poderoso como la sabiduría de Dios, en Cuyo Corazón y Manos radica nuestra
existencia. 14Sus sosegadas criaturas son Sus Hijos benditos. 15Los
Pensamientos de Dios están contigo.
¡Qué así sea!
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