Capítulo 5
CURACIÓN Y
PLENITUD
Introducción
Desde la lucidez de mi mente, puedo afirmar que el sistema de pensamiento en el que se sustenta el ego, no permite el estado de la felicidad. Si curar es hacer feliz, podemos decir, que en estado mental-ego, la enfermedad es hacer infeliz, es decir, si no gozamos de una mente recta, si nuestras creencias no nos llevan a crear desde la Unidad, nuestra mente se encuentra "enferma" y es la causa de la infelicidad, del dolor, del miedo.
Si nuestra mente se expresa desde la coherencia, reconoceremos aquello que debemos expiar, corregir, para crear un mundo sano y feliz. Sabremos qué frecuencia sintonizar para comunicarnos con la Creación.
2. Para poder actuar de todo
corazón tienes que ser feliz. 2Si el miedo y el amor no pueden
coexistir, y si es imposible estar completamente atemorizado y seguir
viviendo, el único estado de plenitud posible es el del amor. 3 No existe
diferencia alguna entre el amor y la dicha. 4Por lo tanto, el único
estado de plenitud posible es el de absoluta dicha. 5Curar o hacer
feliz es, por lo tanto, lo mismo que integrar y unificar. 6Por eso es por lo que no importa a qué parte
de
Te invito a acompañarme en un ejercicio de auto-reconocimiento. Juntos podemos mirar en nuestro interior y buscar un recuerdo en el que hayamos experimentado un estado de felicidad y plenitud. ¿Lo tienes? Recréate en él. Vívelo mentalmente y busca la causa que ha dado lugar a ese estado.
Bien, si este ejercicio lo hubiésemos realizado 1.000 personas, tendríamos 1.000 respuestas donde coincidirían en una misma cosa. En todas ellas, en todas, encontraríamos la presencia del amor. Y esta conclusión es maravillosa.
Podríamos ir más allá y elegir aplicar lo aprendido en el anterior ejercicio a todas las percepciones. Acompáñame. Busca en tu interior una vivencia en la que te hayas sentido triste, enojado, deprimido. Observa ese efecto y toma consciencia de cómo afecta tu manera de ver las cosas. Busca la causa que da lugar a ese estado. Eso que ves, la causa, responde al miedo, a ese pensamiento que emana de la falsa creencia en la separación. Ese miedo es una elección y podemos sustituirlo por un pensamiento feliz. Ese pensamiento se encuentra en ti y es tu verdadera esencia de amor. Nada nos impide elegir amar en vez de temer.
3. Todo pensamiento benévolo que
cualquiera de tus hermanos abrigue en cualquier parte del mundo te bendice. 2Deberías
querer bendecirles a tu vez, como muestra de agradecimiento. 3No
tienes que conocerlos personalmente ni ellos a ti. 4 La luz es tan
potente que irradia a través de toda
8Permíteme
conocer a este hermano como me conozco a mí mismo.
Nos revela este punto una verdad que debemos conocer: nadie puede amar a su prójimo de manera diferente de como se ama a sí mismo. Esto es así, porque nadie puede dar lo que no tiene. Esta afirmación merece una profunda reflexión sobre nuestra manera de amar y de exigir amor.
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