V. La decisión de alcanzar la
compleción (1ª parte).
1. Cuando se examina la relación
especial, es necesario, antes que nada, darse cuenta de que comporta mucho
dolor. 2Tanto la ansiedad como la desesperación, la culpabilidad y
el ataque están presentes, intercalados con períodos en que parecen haber
desaparecido. 3Es esencial que todos estos estados se vean tal como
realmente son. 4Sea cual fuere la forma en que se manifiesten, son
siempre un ataque contra el ser para que el otro se sienta culpable. 5He
hablado de esto con anterioridad, pero hay algunos aspectos de lo que realmente
se está intentando que aún no hemos examinado.
2. Dicho
llanamente, el intento de que otro se sienta culpable va siempre dirigido
contra Dios, 2pues el ego quiere que creas que Dios, y sólo Él, es
culpable, lo cual deja a
Que el inconsciente colectivo de la humanidad participa en la demente creencia de que culpamos a Dios de nuestras vicisitudes, se verifica en el contenido de los Libros Sagrados. Si leemos al pie de la letra el contenido del Antiguo Testamento, podremos comprobar cómo se describen episodios en los que se nos muestra a un dios vengativo que castiga a un pueblo por considerar que violan sus leyes. La liberación del pueblo judío llevada a cabo por Moisés supuso la exterminación, por la mano de Jehová, del imperio egipcio, gobernado por la figura de un faraón cuya crueldad era manifiesta. Pero, como ya he adelantado, no podemos entender al pie de la letra el contenido de los libros sagrados, los cuales se han escrito en un lenguaje adaptado a la comprensión de la época y, en la mayoría de los casos, ocultaban verdades más trascendentes de las que una simple mirada no ha conseguido descifrar.
En muchas ocasiones, el sentido de la lógica es el camino más fácil para llegar a la verdad.
Si Dios es Amor y ha creado a Su Hijo del Amor, con total libertad para crear, podremos concretar que Su Hijo no puede ser diferente a Su Creador, es decir, no puede ser lo que no es. Quedaría por añadir que, aunque no puede ser lo que no es, sí puede creer lo que no es. De esto último se deduce que puede elegir la verdad o puede elegir la ilusión.
Si elige la ilusión, está eligiendo creer lo que no es, lo que le lleva a identificarse con creencias basadas en el miedo, el pecado, la culpa y el sufrimiento.
3. La relación de amor especial es el regalo más ostentoso
del ego y el que mayor atractivo tiene para aquellos que no están dispuestos a
renunciar a la culpabilidad. 2Aquí es donde más claramente se puede
ver la "dinámica" del ego, pues, contando con la atracción de su
ofrenda, las fantasías que se centran sobre la relación de amor especial son
con frecuencia muy evidentes. 3Normalmente se consideran
aceptables, e incluso naturales. 4Nadie considera raro amar y odiar
al mismo tiempo, y aun los que creen que odiar es un pecado, simplemente se
sienten culpables por ello, pero no hacen nada por corregirlo. 5Esto
es lo que es "normal" en la separación, y aquellos que aprenden que
no es normal en absoluto, parecen ser los que no son normales. 6Pues
este mundo es lo opuesto al Cielo, al haber sido concebido para ser su opuesto,
y todas las cosas aquí son exactamente lo opuesto a la verdad. 7En
el Cielo, donde el significado del amor se conoce perfectamente, el amor es lo
mismo que la unión. 8Aquí, donde en lugar del amor se acepta la
ilusión de amor, el amor se percibe como separación y exclusión.
El mundo lo percibimos erróneamente porque elegimos creer que nuestra identidad procede de la realidad de lo percibido. Para el ego y su sistema de pensamiento basado en la información que le reporta la percepción, aquello que no ve, no existe, por lo que establece como una de sus verdades que el espíritu es ilusión y que el cuerpo físico es lo real. El origen del escepticismo procede de esa creencia, y la existencia de Dios es puesta en duda ante la imposibilidad de ser visto y, en el mejor de los casos, es juzgada como el máximo referente de la culpabilidad, acusándole de ser el promotor de todas nuestras desgracias.
Lo que es verdad aparece como ilusión, y lo que realmente es ilusión es considerado por el ego como verdadero. Con estas premisas, el Amor Incondicional es ilusión y el amor especial es verdadero.
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