Esta lección, me enseña dos aspectos de especial valor en el proceso del despertar de la consciencia: la Libertad y la Voluntad.
Si Dios fuese cruel y vengativo, tal y como lo ve el ego, ¿qué sentido tendría que no pudiese intervenir en nuestro destino para llevarnos de una manera obligatoria a la salvación? Es más, si hemos sido creados a Su Imagen y Semejanza, si hemos gozado de su Unidad, ¿cómo es que nos hemos podido escindir de ese Estado?
La respuesta es obvia. Gozamos del Principio de la Libertad y del Principio de la Voluntad, y, Dios, respeta los Principios de Su Creación. No puede interferir en las decisiones que tomamos individualmente. Somos nosotros y tan sólo nosotros los que fabricamos el error o los que creamos la Verdad.
Desde este punto de vista, Dios es nuestro Referente. Es la Verdad en la que debemos inspirarnos. Nosotros, como padres en el mundo físico, pretendemos dejar esa huella en nuestros hijos. Nuestro ejemplo se convierte en lecciones que nuestro descendiente asimila e integra en su conciencia, llevándole a actuar, si así lo decide, de acuerdo a esos preceptos.
De nuestra voluntad depende la Salvación, y esto es así, pues ese ha sido el ejemplo que nos ha inspirado nuestro Padre. Él Es Todo Amor y ese Valor se convierte en el camino que ha de llevarnos a la Salvación. El Amor nos llevará a ver la Unidad que nos mantiene unidos y formando parte de la Filiación. El Amor nos liberará del miedo y nos abrirá las puertas donde el perdón, sustituirá al castigo, dejando de ser el sufrimiento y el dolor, los antídotos que calmarán nuestra sed de culpa.
Para poder salvar al mundo, previamente tendremos que salvarnos a nosotros mismos, pues no podemos dar lo que no tenemos. La visión de la Unidad es nuestra propia salvación. Al compartir esa visión con nuestros Hermanos, es como contribuiremos a la Salvación del mundo.
Ejemplo-Guía: "Me creo un pecador y tan solo alguien santo me puede salvar"
La falsa creencia de que Dios nos expulsó del Paraíso Terrenal, de que estamos separados de nuestra Fuente, de nuestro verdadero Hogar, nos lleva a tener una visión errónea de nosotros mismos. Nos juzgamos pecadores y merecedores de todos los castigos que la "divinidad" nos manda como prueba para que nos ganemos nuestra salvación. De este modo, el dolor es deseado, el sufrimiento es confundido con un acto de amor redentor y la felicidad es negada por pensar que no somos merecedores de ella.
Bajo esa visión, hemos instituido nuestra dualidad interna en los esquemas sociales. De este modo, proyectamos nuestra santidad en aquellas personas que consideramos dignos de ser llamados Santos, maestros de dios, y asumimos el rol de pecadores, complaciéndonos en los dogmas y doctrinas promulgados por aquellos a los que hemos otorgado la condición de santos.
Fruto de nuestra ignorancia, elevamos nuestro error al nivel de la arrogancia, asumiendo que la función de la Salvación tan solo puede proceder de la santidad. Con ello, lo que estamos proclamando, es nuestra condena a permanecer prisionero del pecado y poniendo en manos de lo externo el camino que nos ha de llevar hasta la salvación. Siguiendo esa voz pecaminosa, nos lanzamos a la búsqueda de las condiciones que han de permitirnos encontrar a la persona, al santo, a la reliquia sagrada, al lugar mágico, que ha de liberarnos del pecado y aportarnos la salvación.
La lección de hoy nos enseña, una vez más, que somos tal y como Dios nos ha creado, impecables, amorosos y dotados de una inteligencia que ha de permitirnos reconocer nuestro origen, de reconocer que somos el Hijo de Dios. Esa visión, lejos de ser un sacrilegio, se convierte en nuestra verdad, una verdad basada en una evidencia lógica que toda mente pura puede comprender: si Dios es Uno, su Pensamiento también lo será; si Dios es Amor, su Pensamiento también lo será; si Dios es Perfecto, Pleno y Abundante, su Pensamiento también lo será. ¿Acaso Su Hijo no es la emanación de Su Pensamiento? ¿Cómo puede ser el Hijo diferente al Padre?
Con la visión ilusoria de la separación, con la visión errónea de que somos un cuerpo, nos acompaña la falsa creencia en que no somos merecedores del Amor del Padre y ese desmerecimiento, se ha inscrito en nuestro inconsciente colectivo, llevándonos a proyectar permanentemente un mundo basado en el código, en el programa de la redención por la vía del sufrimiento y del dolor.
Reflexionemos desde nuestro corazón. Como padre, ¿castigarías a tu hijo por hacer uso de los atributos, de los dones, con los que lo has creado? No sería más lógico, que amorosamente le dijeras, hijo, despierta tan solo es un sueño. Tú no puedes crear algo contrario a lo que eres, tan solo has creído que lo has hecho.
De mi depende la salvación del mundo. En verdad es el mundo que he fabricado y en el que me veo como un pecador, por haberlo fabricado. Tan solo yo puedo deshacer lo que he creído fabricar. En el sueño, he depositado ese poder en otros, pero ahora, consciente de lo que soy, tomo esa iniciativa y en cada sueño adopto el rol de soñador.
Comienzo la labor de salvación del mundo proclamando mi inocencia, mi impecabilidad, mi unidad con la Filiación. Dejo el juicio condenatorio, y, en su lugar, me dejo llevar por la Voz del Espíritu Santo, la cual me guía con la certeza del Programa que ha de llevarme de retorno al verdadero Hogar.
En ese camino de retorno, tú, hermano, me acompañas.
Reflexión: La afirmación "somos Dios en formación" ¿te produce humildad o arrogancia?
Tomo la mano de mi hermano y me dirijo Asia mi hogar.
ResponderEliminarTomo la mano de mi hermano y me dirijo Asia mi hogar.
ResponderEliminarGracias J.J
ResponderEliminarGracias infinitas 😌🙏
ResponderEliminarSomos Dios en formación? Cuesta un poco de trabajo comprender esto pues lo que se nos ha inculcado desde pequeño es totalmente diferente, dependemos de un Dios que nos salva, pero la idea de pensarnos Dios en formación requiere una apertura mental bastante elevada... No obstante, dado este camino a través de estas lecciones si puedo decir con humildad que estoy en esa formación, pues yo creo lo que creo, si creo en la salvación del mundo que depende de mi lonouedo crear como parate de esa unicidad con Dios
ResponderEliminarEl Espíritu Santo me acompaña en mi vuelta a Casa,el Hogar del Amor y de la Redención🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏💙💙💙💙💙💙💙💙💙💙
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarHoy voy por el Mundo a Corazón Abierto Guiado por la Voz de Mi Padre🙏🙏🙏🙏🤍🤍🤍🤍💙💙💙💙✨✨✨✨😏🥳🥳🥳
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