domingo, 30 de abril de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 120

LECCIÓN 120

Para los repasos de mañana y noche:

1. (109) Descanso en Dios.

2Hoy descanso en Dios y dejo que Él obre en mí y a través de mí, mientras descanso en Él en silencio y con absoluta certeza.

2. (110) Soy tal como Dios me creó.

2Soy el Hijo de Dios.
3Hoy dejo a un lado todas las enfermizas ilusiones que albergo acerca de mí mismo y dejo que mi Padre me diga quién soy.

3. A la hora en punto:
4Descanso en Dios.

3Media hora más tarde:
4Soy tal como Dios me creó.
  
¿Qué me enseña esta lección?

1. (109) Descanso en Dios.

No se trata de una actitud pasiva, todo lo contrario, “Descansar en Dios” es la elección más importante y activa que podemos tomar.

Esta decisión conlleva el servir a nuestra personalidad espiritual, la única y verdadera.

Esta decisión nos lleva a no dar valor a la llamada de los instintos corporales provenientes del ego. Nos lleva a dejar de ver lo ilusorio, el conflicto, los problemas que acucian nuestros pensamientos llevándonos a identificarnos con el dolor y el sufrimiento, con la tristeza y la desolación.

Descansar en Dios, es tener la certeza de que somos Hijos de Dios y que hemos recibido la herencia que nos corresponde: la felicidad, la paz, la dicha, el amor, la abundancia, la eternidad.

Descansar en Dios es sentirse a salvo, sano y pleno. Es tener la certeza de que somos perfectos e impecables.

Tema de reflexión: ¿Qué me impide gozar del descanso de Dios?


2. (110) Soy tal como Dios me creó.

Soy tal como Dios me creó, esto es, Perfecto. Libre de toda limitación. Libre de pecado, de culpa.

Libre de la ilusión y poseedor de la verdad.

Libre de culpa y libre de ser perdonado.

Libre de la necesidad de ser castigado.

Soy todo Amor. Soy Uno con todos mis Hermanos.

Soy portador de dicha, de paz y de felicidad.

Soy Hijo de Dios.

Tema de reflexión: ¿Cómo te sientes, teniendo la certeza de que eres el Hijo de Dios?

sábado, 29 de abril de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 119

LECCIÓN 119

Para los repasos de mañana y noche:

1. (107) La verdad corregirá todos los errores de mi mente.

2Me equivoco al pensar que hay algo que pueda hacerme daño.
3Soy el Hijo de Dios, Cuyo Ser des­cansa a salvo en la Mente de Dios.

2. (108) Dar y recibir son en verdad lo mismo.

2Hoy lo perdonaré todo, para así poder aprender a aceptar la verdad acerca de mí, y llegar a reconocer mi impecabilidad.

3. A la hora en punto:
2La verdad corregirá todos los errores de mi mente.

3Media hora más tarde:
4Dar y recibir son en verdad lo mismo.

¿Qué me enseña esta lección?

1. (107) La verdad corregirá todos los errores de mi mente.

El error principal del que emanan otros errores, es la creencia en la separación.

Esa creencia nos ha llevado a identificarnos con el envoltorio material del cuerpo físico, llevándonos a pensar que ese cuerpo es todo lo que somos.

Poseído de esa efímera identidad, atacamos aquello que nos recuerda nuestra creencia en la separación. El otro es nuestro enemigo y nuestras relaciones especiales se fundamentan en la búsqueda de acallar el sentimiento de culpabilidad que nos invade. Un sentimiento de deuda pendiente, nos lleva al encuentro de relaciones que en vez de aportarnos felicidad, nos lleva a sacrificarnos.

La verdad nos lleva a ser consciente de que nuestra única realidad es que Somos Seres de Luz, emanados por la Mente Creadora de nuestro Padre. Todos los seres humanos formamos parte de una misma Filiación.

Tema de reflexión: Mis relaciones especiales. ¿Qué me aportan? 


2. (108) Dar y recibir son en verdad lo mismo.

Cuando la verdad nos eleve por encima de la visión de la separación y nos acerque al Plano de la Unidad, se producirá en nosotros la evidencia de que cuando damos a los demás, estaremos, al mismo tiempo, recibiendo.

Cuando sea capaz de ver, que tú y yo somos Uno, aquello que te dé, lo estaré recibiendo yo, al mismo tiempo. Si doy amor, estaré recibiendo amor; si en cambio, doy odio, recibiré tu odio.

Cuanta sabiduría encierra esta lección, ya que, si somos conscientes de que recibimos lo que damos, dejaremos de sentirnos víctimas cuando lo que recibimos no nos es grato.

Nuestra respuesta ante este tipo de experiencia, debe llevarnos a tomar consciencia de lo que los demás nos aportan, pues en ello va implícita una maravillosa lección.

Tema de reflexión: ¿Crees que recibimos, aquello que damos?

viernes, 28 de abril de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 118

LECCIÓN 118

Para los repasos de mañana y noche:

1. (105) Mías son la paz y la dicha de Dios.

2Hoy aceptaré la paz y la dicha de Dios en grato intercambio por todos los sustitutos de la felicidad y de la paz que yo mismo inventé.

2. (106) Déjame aquietarme y escuchar la verdad.

2Permite que mi débil voz se acalle, para poder oír así la poderosa Voz de la Verdad Misma asegurarme que yo soy el perfecto Hijo de Dios.

3. A la hora en punto:
2Mías son la paz y la dicha de Dios.

3Media hora más tarde:
4Déjame aquietarme y escuchar la verdad.

¿Qué me enseña esta lección?

1. (105) Mías son la paz y la dicha de Dios.

En el mundo de percepción fabricado por el ego, la paz y la dicha es una conquista que está condicionada por el tipo de relación que experimentamos.

Vivir en paz y gozar de la dicha, depende de los regalos que recibamos de los demás, por lo que ponemos en sus manos su logro.

Sin embargo, cuando despertamos y la visión de lo que verdaderamente somos se muestra a nuestra mente, a nuestra consciencia, la paz y la dicha forman parte de la esencia del Ser.

La paz y la dicha es el regalo que Dios pone a nuestra disposición al habernos creado a Su Imagen y Semejanza.

La paz y la dicha deben formar parte de nuestras acciones creadoras, pues es inevitable que, cuando expandimos nuestra mente, no se manifiesten los atributos con los que hemos sido dotados.

¿Dónde estás buscando la paz?
¿Qué precio estás dispuesto a pagar para lograr la paz?
¿Crees que tu paz depende de  los demás?

2. (106) Déjame aquietarme y escuchar la verdad.

Escuchar la voz del ego, supone dejarte llevar por las ensordecedoras voces del conflicto, de la sinrazón, de los enfrentamientos, de la venganza, de las tribulaciones, del miedo, del ataque, de la culpa y del castigo.

Quedar preso de la telaraña tejida por las redes del ego, es quedar prisionero de la turbulencia que nos impide gozar de un momento de paz y de dicha.

Es necesario acallar esas voces y sustituir ese enmarañado diálogo, por palabras y frases que nos permitan expresar la verdad que se manifiesta cuando nos sentimos en paz y dueños de la dicha divina.

Hoy ha sido un día turbulento en el ámbito profesional. He vivido momentos de gran tensión que apenas si me permitían pensar con lucidez. A pesar de ello, he encontrado el modo de no caer presa del desequilibrio y en parte de la desesperación. He conseguido mantenerme en paz y con un sentimiento de dicha, gracias a que he elegido vivir mi paz y mi dicha y he envuelto, aquello que me rodeaba, con el espíritu de la paz y de la dicha.

He sido consciente de la tensión de los momentos, pero también he sido consciente de la fortaleza de la que somos poseedores cuando nos manifestamos con plena consciencia espiritual.

¿Qué sueles hacer cuando vives una experiencia de conflicto?
¿Qué tiempo dedicas diariamente a la práctica de aquietar tu mente?

Capítulo 8. III. El encuentro santo.

III. El encuentro santo. 1. Gloria a Dios en las alturas, y también a ti porque así lo ha dispuesto Su Voluntad.  2 Pide y se te dará, pue...