LECCIÓN 323
Gustosamente "sacrifico" el miedo.
1. He aquí el único "sacrificio" que le pides a Tu Hijo bienamado: que abandone todo sufrimiento, toda sensación de pérdida y de tristeza, toda ansiedad y toda duda, y que deje que Tu Amor entre a raudales a su conciencia, sanándolo del dolor y otorgándole Tu Propia dicha eterna. 2Tal es el "sacrificio" que me pides y que yo me impongo gustosamente: el único "costo" que supone reinstaurar en mí Tu recuerdo para la salvación del mundo.
2. Y al saldar la deuda que tenemos con la verdad -una deuda que consiste sencillamente en abandonar los auto-engaños y las imágenes que venerábamos falsamente-, la verdad regresa íntegra y llena de júbilo a nosotros. 2Ya no nos engañamos. 3El amor ha regresado a nuestra conciencia. 4Y ahora estamos en paz otra vez, pues el miedo ha desaparecido y lo único que queda es el amor.
¿Qué me enseña esta lección?
Muchas veces, parece que aquello que leemos, procedente de un escrito o un mensaje, ha sido inspirado en nosotros, en nuestras circunstancias.
Esta situación la he vivido hoy, al leer el contenido de la lección. La lectura de mi estado anímico me permite conocer que estoy dejándome llevar por la visión de lo ilusorio, ya que me estoy identificando con situaciones que interpreto como sensaciones de pérdida y de tristeza, de ansiedad y duda, y todo ello me hace sufrir internamente.
Mentalmente, reconozco lo que debo hacer, pero emocionalmente percibo que la teoría no acaba de calar en lo más profundo de mis sentimientos, pues de ser así, dejaría de dar valor al miedo y a las circunstancias que me rodean.
Cuando esto ocurre, debemos preguntarnos si no estamos sintiendo en términos de pasado. Casi con toda probabilidad, descubriremos que es así, es decir, dejamos que en el instante presente se cuelen recuerdos del pasado, cosecha de otras acciones que sin duda nos dejaron un sabor amargo.
Si respondemos en el presente basándonos en el pasado, nunca aprovecharemos el potencial que nos ofrece el instante, el ahora. Ese potencial es una invitación a crear utilizando el Amor. Si así lo hacemos, todos nuestros presentes, todos los estados potenciales, nos permitirán gozar de la paz y de la dicha propia de ese estado Divino.
Cuando amamos, estamos expandiéndonos y, con ello, creando un vínculo con el mundo en el que primará la cadena de “dar y recibir”. La ausencia del amor, es decir, el miedo, favorecerá nuestra duda. En cambio, el amor nos conducirá a la máxima certeza.
Por lo tanto, cuando en mi camino me encuentre con obstáculos, decidiré responder con amor y no con temor o miedo, y esa respuesta me conducirá de inmediato a un estado de bienestar interior.
Ejemplo-Guía: "La fuerza de la voluntad al servicio del Amor, disipa la ilusión del miedo".
De nuevo, la voluntad, esa pequeña dosis de voluntad, adquiere protagonismo en las lecciones. En esta ocasión, reorientando la dirección equivocada que da lugar al miedo, cuando en vez de servir a la unidad, sirve a la separación, a la dualidad.
La humanidad está secuestrada por sus propios miedos. De no ser así, no sentiría el conflicto interno de la escasez, de la inseguridad, de la soledad.
Hagamos un ejercicio donde la imaginación realice su función creadora. Dirijamos nuestra voluntad hacia nuestro interior. Respiramos profundamente y, con cada inspiración, nos hacemos conscientes de los dones con los que nuestro Padre nos ha dotado.
Respiramos y nos llenamos de amor. Respiramos, nuevamente, y nos llenamos de perdón. Respiramos y visionamos nuestra inocencia, nuestra pureza. Respiramos y nos complacemos en la abundancia y en la plenitud. Respiramos y nuestra mente abandona todo juicio condenatorio. Respiramos y visionamos cómo todo nuestro interior se ilumina.
Respiramos y recordamos que esa luz interior es nuestro verdadero Ser.
En ese estado de paz, haciendo uso de nuestra voluntad de manera consciente, expandimos la luz, el Ser que nos anima, y la compartimos con todos nuestros hermanos.
En cada respiración recibimos el goce compartido. Con cada exhalación, nos expandimos. La separación se desvanece. El miedo se disipa, como lo hace la oscuridad ante la presencia de la luz. Y experimentamos la percepción de la unidad.
Una vez terminado ese ejercicio de imaginación creadora, podemos salir al mundo y envolver todas y cada una de las experiencias con el aliento de vida que hemos compartido.
Reflexión: ¿Cómo entendemos la renuncia al miedo y al sacrificio?
Gracias por siempre gracias por compartir, gracias por el ejercicio
ResponderEliminarGracias por todo el amor que entregas, ayudándonos a comprender mejor, sintiendo nuestro propio Ser en unión con los demás. Bendiciones.
ResponderEliminarGracias por tan hermosa explicación.
ResponderEliminarUn saludo Juan José me identifico con tus palabras y le pido al Espíritu Santo que me de la sabiduría que no sea un texto más que leo y entiendo pero que muchas veces me dejo ganar del miedo. Esto es un entrenamiento de la mente y que bueno que me ayudas a entrenarme te honró, te bendigo y te envío un fuerte abrazo desde Venezuela.
ResponderEliminarGracias, respondiste a mi pregunta que siempre me hacia, yo entiendo que soy amor, paz, abundancia, pero no lo siento del todo, y muy cierto, es porque estoy percibiendo desde mis experiencias del pasado, gracias por tomarte el tiempo y brindar la explicación extra a la lección, me encanta, bendiciones 💚😇
ResponderEliminarGracias J.J
ResponderEliminarGracias, gracias,gracias
ResponderEliminarBendiciones y Muchas Gracias por todo el Apoyo.
ResponderEliminarSaluditos desde Monterrey NL México
Hoy y Ahora Renunció para Siempre al Miedo y todas sus consecuencias y en Este Instante Santo abrazo el Amor que Soy y Todos sus Frutos....Gracias,Gracias,Gracias... Así Sea.....Amén,🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏
ResponderEliminarGracias por tu apoyo en este despertar del sueño. Esta lección es esperanza en estado puro. Esperanza en la Luz que Soy.
ResponderEliminarGracuas infinitas, Juan Jose. Eres luz extendiendose infinitamente. Gracias a Dios pir enconrarme en el camino de retorno a a Casa. Amor y bendiciones. ❤❤❤
ResponderEliminar¡Gracias!!
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