viernes, 27 de septiembre de 2024

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 271

¿Qué es el Cristo?

1. Cristo es el Hijo de Dios tal como Él lo creó. 2Cristo es el Ser que compartimos y que nos une a unos con otros, y también con Dios. 3Es el Pensamiento que todavía mora en la Mente que es Su Fuente. 4No ha abandonado Su santo hogar ni ha perdido la ino­cencia en la que fue creado. 5Mora inmutable para siempre en la Mente de Dios.

2. Cristo es el eslabón que te mantiene unido a Dios, y la garantía de que la separación no es más que una ilusión de desesperanza, pues toda esperanza morará por siempre en Él. 2Tu mente es parte de la Suya, y Ésta de la tuya. 3Él es la parte en la que se encuentra la Respuesta de Dios, y en la que ya se han tomado todas las decisiones y a los sueños les ha llegado su fin. 4Nada que los ojos del cuerpo puedan percibir lo afecta en absoluto. 5Pues aunque Su Padre depositó en Él los medios para tu salvación, Él sigue siendo, no obstante, el Ser que, al igual que Su Padre, no conoce el pecado.

3. Al ser el hogar del Espíritu Santo y sentirse a gusto única­mente en Dios, Cristo permanece en paz en el Cielo de tu mente santa. 2Él es la única parte de ti que en verdad es real. 3Lo demás son sueños. 4Mas éstos se le entregarán a Cristo, para que se des­vanezcan ante Su gloria y pueda por fin serte revelado tu santo Ser, el Cristo.

4. El Espíritu Santo se extiende desde el Cristo en ti hasta todos tus sueños, y los invita a venir hasta Él para que puedan ser transformados en la verdad. 2Él los intercambiará por el sueño final que Dios dispuso fuese el fin de todos los sueños. 3Pues cuando el perdón descanse sobre el mundo y cada, uno de los Hijos de Dios goce de paz, ¿qué podría mantener las cosas sepa­radas cuando lo único que se puede ver es la faz de Cristo?

5. ¿Y por cuánto tiempo habrá de verse esta santa faz, cuando no es más que el símbolo de que el período de aprendizaje ya ha concluido y de que el objetivo de la Expiación por fin se ha alcan­zado? 2Tratemos, por lo tanto, de encontrar la faz de Cristo y de no buscar nada más. 3Al contemplar Su gloria, sabremos que no tenemos necesidad de aprender nada, ni de percepción, ni de tiempo, ni de ninguna otra cosa excepto del santo Ser, el Cristo que Dios creó como Su Hijo.


LECCIÓN 271

Hoy sólo utilizaré la visión de Cristo.

1. Cada día, cada hora y cada instante elijo lo que quiero contem­plar, los sonidos que quiero oír y los testigos de lo que quiero que sea verdad para mí. 2Hoy elijo contemplar lo que Cristo quiere que vea; hoy elijo escuchar la Voz de Dios, así como buscar los testigos de lo que es verdad en la creación de Dios. 3En la visión de Cristo, el mundo y la creación de Dios se encuentran, y según se unen, toda percepción desaparece. 4La dulce visión de Cristo redime al mundo de la muerte, pues todo aquello sobre lo que Su mirada se posa no puede sino vivir y recordar al Padre y al Hijo: la unión entre Creador y creación.

2. Padre, la visión de Cristo es el camino que me conduce a Ti. 2Lo que Él contempla restaura Tu recuerdo en mí. 3Y eso es lo que elijo contem­plar hoy.


¿Qué me enseña esta lección?

Hoy, elijo ver la Inocencia. Hoy, elijo ver la Unidad. Hoy proclamo mi afinidad con la Filiación Divina.

Hoy retorno a mi Hogar, del cual me creía, erróneamente, escindido.

Hoy, tomo consciencia de la perfección del Ser; tomo consciencia de la Abundancia que me rodea; tomo consciencia de mi impecabilidad; tomo consciencia de mi Divinidad.

Hoy, mi mente es Una con la Mente de Dios. Mi voz es Su Voz, y mi palabra es Su Palabra.

Hoy contemplo la Eternidad.

Gracias, Cristo, por permitirme ver en tu Faz, el Rostro de mi Divinidad.


Ejemplo-Guía: "¿Qué mundo te muestra la visión de Cristo?

En la Lección 263, tuvimos ocasión de reflexionar sobre el significado de la visión de Cristo. Elegimos, entonces, como ejemplo-guía, la reflexión "Contemplando el mundo con los ojos de Cristo". Hoy, vamos a continuar profundizando en este mismo tema, y lo haremos, con una nueva propuesta.

Mira tu mundo y hazte la siguiente pregunta: ¿lo que veo me muestra escenas propias de la visión de Cristo?

¿Lo que ves te muestra un mundo que condenas?

¿Acaso odias el comportamiento que estás percibiendo?

¿Te horroriza la enfermedad, la pobreza, las guerras, etc.?

Podríamos enumerar, a título de ejemplo, muchas escenas que se muestran ante la mirada de nuestro mundo. Pero, ¡ojo!, ¿en verdad el mundo es como tú lo percibes o lo que percibes es tu propia percepción, tu propia proyección de lo que ocultas en lo más profundo de tu interior?

La visión de actos condenatorios, hablan de nuestra propia condena. La visión de un mundo dividido, en guerra, habla de nuestra propia división interna. La visión de un mundo enfermo, nos habla de nuestra mente enferma. No, no te sientas culpable por tener esa visión falsa. Recuerda que nos encontramos en el mundo del sueño y es muy importante que tomes conciencia de que eres el soñador del mismo. Ese despertar te llevará a desear ver las cosas de otra manera, te llevará a dejar de ver con los ojos del cuerpo y a ver con la visión de Cristo.

No sientas culpa por tu anterior visión, por haber fabricado sueños dementes e insensatos. Ahora, tu atención se centra en lo verdadero y desechas seguir utilizando una visión que te ha llevado a percibir erróneamente. La visión de la oscuridad te ha llevado a desear ver la luz.

El sueño te seguirá mostrando escenas grotescas, pero no le darás el valor que le dabas antes. En el sueño, dabas valor al cuerpo material, pero ahora lo utilizas para compartir con tus hermanos tu nueva visión. Ahora no ves en ellos un objeto del pecado, ni te sientes temeroso por su presencia por miedo a ser atacado. Ahora los percibes desde la visión de la inocencia y de la impecabilidad y con esa visión los liberas del pecado. Ya no condenas, tan sólo comprendes que viven su sueño, al igual como tú vives el tuyo. Ahora le ayudas a despertar de ese sueño y a ser conscientes de que son los únicos soñadores y de que tienen el poder para elegir soñar sueños felices.

¿Qué mundo te muestra la visión de Cristo? Un mundo perdonado y unido.


Reflexión: ¿Somos felices con el mundo que vemos?

3 comentarios:

  1. Cada día amo más esta filosofía de vida de Un Curso de Milagros, confieso que comprendo y acepto la teoría como cierta y que en ocasiones salgo sobresaliente cuando se debe aplicar la teoría a la vida real, también he salido y salgo aplazada cuando me dejo ganar del ego; es un entrenamiento de la mente y tomar la decisión de ver el Cristo interno en mi hermano es poder contemplarlo con los ojos del alma, ver el mundo perdonado pues eso es lo que Cristo quiere que yo vea, hoy solo utilizaré la visión de Cristo. Gracias JJ.

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  2. Gozo de la Presencia de Dios 🙏🙏🙏🙏🙏🙏

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